La comisión bicameral permanente de Trámite Legislativo ratificó con mayoría del Frente de Todos un dictamen para avalar el Decreto de Necesidad y Urgencia 431/21, por el cual el presidente Alberto Fernández modificó la Ley de Vacunas contra el Covid para autorizar el ingreso de vacunas de origen norteamericano.
La secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dieron sus explicaciones ante la comisión que preside el santafesino Marcos Cleri. Juntos por el Cambio argumentó que, con el Congreso funcionando y como lo prescribe la Constitución, el cambio en la ley de vacunas sea tratado por ley. Pero el oficialismo impuso su mayoría.
“Los tiempos del Congreso no están previstos para estas emergencias”, insistió Ibarra en su informe. La secretaria Legal y Técnica aclaró que “la palabra negligencia” no era el único obstáculo en las negociaciones con Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.
Cabe recordar que el artículo 99 de la Constitución Nacional establece que los DNU pueden ser dictados “solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes”. Cabe recordar que el decreto fue dictado por Alberto Fernández pocas horas después de que la oposición intentara -infructuosamente- tratar una norma similar al decreto, en la Cámara de Diputados.
El radical Gustavo Menna advirtió que no se notificó al Congreso que en el decreto se desafectaron salvaguardas de inmunidad soberana que quedaron como garantía de los contratos. Alertó que quedarían expuestas las regalías petroleras, que son de las provincias y no de la Nación.
Ibarra negó esa posibilidad y dijo que el decreto alude a regalías que cobra el Estado Nacional. “No hay ningún bien provincial involucrado en este tema”, afirmó.
El presidente de la comisión de Salud de la Cámara baja, el tucumano Pablo Yedlin, ratificó el objetivo de vacunar a menores de 18 años con enfermedades graves. Carmen Polledo (PRO, Ciudad de Buenos Aires) había explicado que Pfizer es la única vacuna autorizada para ese universo de población, pero el argumento no fue suficiente para imponer a la mayoría oficialista el proyecto de ley.
Pablo Tonelli enfatizó que el presidente “no puede elegir” entre DNU y ley. Dijo en respuesta a Ibarra que “nada” justifica el “desprecio notorio hacia el Congreso, que es uno de los tres poderes del Estado”.
El senador José Mayans desafió a que “nos ganen una vez”. Los DNU sólo pueden ser formalmente rechazados si se vota en ese sentido en ambas cámaras, por lo que el misionero descuenta que eso no sucede en el Senado, si Cristina impone tal criterio.
Un cruce entre el radical mendocino Luis Petri y el tucumano Yedlin generó acusaciones cruzadas sobre usos partidarios del tema vacunas. Cleri “muteó” a Petri y prometió al radical y a Tonelli darles la palabra, pero una abrupta interrupción conectiva dio por finalizada la reunión de la bicameral.
La ministra Vizzotti aseguró que el objetivo y la importancia de contar con “una norma actualizada del marco legal, no es solamente en contratos bilaterales sino también en oportunidades que han surgido en el último tiempo en el marco de una situación inédita y dinámica”. La ministra no ratificó si habrá eventuales compras o el país sólo recibirá donaciones de dosis desde Estados Unidos.
Sobre la compatibilidad de las vacunas con la situación de unos 100 mil menores con enfermedades que hace 14 meses que están aislados, dijo que “estamos trabajando en recibir la información que también tiene el eje regulatorio y el eje de los ensayos clínicos en los menores de 18 años, y en particular en niños, niñas y adolescentes con comorbilidades”.