Sin aval del Ejército, ascienden los nuevos generales promovidos por el gobierno
Se trata de los oficiales superiores que El Litoral adelantó en 2022 que serían ascendidos, pese a que la Fuerza no aprobó sus condiciones para hacerlo. La ceremonia será este miércoles a las 19.
"Promover al grado inmediato superior a los siguientes coroneles", reza el documento que sufrió modificaciones por las internas del kirchnerismo en el Senado y en el propio Poder Ejecutivo. Esas intencionalidades pusieron y quitaron nombres sin siquiera contemplar participación alguna de los mecanismos que tiene el Ejército para este proceso de ascenso. Mucho menos hubo voz ni voto del jefe de esa Fuerza en la mesa de negociaciones.
Esa situación hizo que el 2022 cerrara con un fuerte malestar entre los integrantes de las promociones que deberían ascender a general, por la "competencia desleal" de algunos uniformados y con la desilusión de los de menor rango ante este tipo de actitudes. Vale recordar que, si bien legal, no es habitual - ni bien visto - que un militar llegue al grado de general sin haber sido seleccionado en el procedimiento formal, que es a través de la Junta de Calificaciones de Ascenso del Ejército, sino que lo alcance por un decreto presidencial gestionado por funcionarios ideológicamente cercanos.
En ese último caso, están involucrados los coroneles Roberto Armanelli (alineado a la AFI) y Gustavo Fernández (de intendencia, vinculado a la subsecretaria de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico de Defensa). Ninguno de los dos fueron promovidos por el Ejército para ser generales, sin embargo desde el gobierno se ordenó - sin argumentos formales ni justificaciones - su inclusión en la lista de ascensos. También genera disconformidad la promoción de Oscar Zarich, comandante de la brigada donde murió un suboficial incendiado por las malas condiciones de los vehículos mecanizados y sin responsables expuestos como tal.
Esa lista también sufrió omisiones, que recuerdan a la época de Nilda Garré como ministra de Defensa. Sucede que se borraron nombres como los de Sergio Pucheta, número tres del Ejército que pidió el retiro tras ser imposibilitado sin explicaciones para ser general de división. También ocurrió con Roberto Casares, cuyo freno se atribuye a que su padre está detenido por la presunta comisión de delitos durante el último proceso militar; acusaciones por las que no debería pagar su hijo. Así ocurrió con casi una decena más de uniformados de las tres Fuerzas Armadas.
Lo cierto es que, luego de todos esos días y vueltas (que incluyeron acusaciones cruzadas entre las facciones que responden a Cristina y las que lo hacen a Alberto Fernández) este miércoles, a las 19, todos los nuevos generales recibirán por parte del Teniente General Guillermo Olegario Pereda sus bastones de mando por igual. A diferencia de lo habitual, la ceremonia no será en el Estado Mayor sino en el regimiento de infantería 1 "Patricios".
En la misma oportunidad recibirán sus condecoraciones los nuevos coroneles mayores de la mencionada Fuerza, lo que permite prever una nueva polémica en puerta, de cara a los nuevos tratamientos para generales, que lleva más de un año de atraso.