Lunes 28.6.2021
/Última actualización 13:26
Tras la fuga de ocho internos de la cárcel de Piñero con apoyo externo de un grupo comando, el director del Servicio Penitenciario, Jorge Bortolozzi, consideró que por su peligrosidad, hay internos "que ya no pueden estar alojados en cárceles de la provincia". Reclamó mayor "autonomía" de la repartición a la hora de decidir el destino de los reclusos, y admitió la necesidad de hacer "correctivos" en el sistema carcelario. En diálogo con El Litoral, reconoció que aunque están prohibidos, no se logra controlar la tenencia de celulares en los pabellones.
- ¿Cuál es la hipótesis de lo que sucedió ayer?
- Esto se da por primera vez en la historia. Un grupo comando ingresó al penal de Piñero; tres ingresan, uno con una amoladora a baterías y dos con ametralladoras tirando sobre las garitas. A su vez dos autos de apoyo que también tiran sobre las garitas para reducir al guardia y junto a eso, uno de nuestros empleados corre unos 150 metros, apunta y dispara 99 tiros de su arma 9 mm, más toda la posta de goma para repeler hacia adentro, que es para lo que en definitiva está preparado el Servicio Penitenciario. Como consecuencia, el de la amoladora es alcanzado por una de las balas y muere. Además, los internos que estaban en el patio atacaban a piedrazos a los empleados, y finalmente, ante el corte del alambrado perimetral más dos cortes que hacen los internos, logran fugarse siete que son encontrados rápidamente. Otros ocho se fugan efectivamente de los cuales, dos fueron recapturados en las últimas horas. Asimismo, se bloquea la posibilidad de que el pabellón 3 ingrese a un motín. Tanto esos ocho internos como quienes ingresan con una gran capacidad militar lograron sorprender al personal penitenciario que, por suerte, no sufrió bajas. Por supuesto que frente a esto hay correctivos que realizar.
- ¿Tan vulnerable es el perímetro como para que alguien llegue y corte el tejido con una amoladora a batería?
- Bueno, como fue proyectado Piñero no es para lo que se la está usando hoy. Hoy esta cárcel tiene mil internos más y gran parte de ellos como las personas que se fugaron, son presos de alto perfil. Entonces evidentemente no puede seguir siendo lo mismo. Debe tener muros, una garita redireccionada o reformulada en su contención y para eso estamos trabajando apenas nos hicimos cargo. En todos los penales incorporamos seguridad y en otros casos, proyectamos seguridad. Los delincuentes siempre van más adelante; por eso suceden los robos, las muertes. Esta enseñanza y este fondo que estamos tocando nos tienen que permitir acelerar la puesta en marcha de todo lo que proyectamos en estos cuatro meses.
- Se sostiene que se buscaba la liberación de Claudio Mansilla ¿Es así?
- Claudio Mansilla o "Morocho" es un viejo interno y delincuente (tiene 38 años) de Rosario que este lunes estaba citado al Centro de Justicia Penal para ser imputado con 25 años de prisión por un doble homicidio. Tras el último motín de Piñero, había sido trasladado a Coronda que es donde debería estar. Pero allí se negaba a ingresar a los pabellones. La magistrada consideró que ello agravaba la pena, por lo que ordenó para revincularlo, trasladarlo otra vez a Piñero. Evidentemente, éste era el lugar en el que quería estar; ahora sabemos por qué. Entonces, también se debe tener mayor discrecionalidad a la hora de garantizar un lugar para cada uno de los internos; este interno no puede estar ni en Piñero, ni en Recreo, ni en otra Unidad. Por eso decimos que claro que el Servicio Penitenciario es el responsable de los internos, pero reclamamos mayor autonomía para decidir, o bien que nuestros dictámenes sean tenidos en cuenta a la hora de resolver el destino de un interno. Entendemos que el defensor siempre va a querer lo mejor para su defendido, pero nosotros debemos cumplir con el mandato judicial que es la guarda del interno; que no se fugue.
- ¿Si esto no pasó nunca en la historia, por qué cree que se animaron ahora?
- La capacidad de tiro y de arrojo que tienen hoy los delincuentes da cuenta de que hay internos que nosotros no los podemos tener en Santa Fe, al menos por un tiempo. Deben ser trasladados a otras provincias. Esto va hacia otro sistema penal. Y llevará tiempo pero se tendrá que hacer. Así lo hicimos cuando estuve como interventor de la cárcel de Coronda; hay internos que no pueden estar alojados en cárceles de la provincia.
- Nuevamente son los propios reclusos los que difunden videos de lo que sucede en el penal. ¿Están permitidos o no los celulares?
- No, no están permitidos. No los pueden tener, pero los tienen. Es como cuando uno sabe que no se puede matar, pero alguien mata igual; o no se puede robar y mentir y son cosas que, sin embargo, suceden igual.
- ¿No hay requisas que puedan garantizar que esos teléfonos no estén al alcance de los internos?
- Hay requisas permanentes. Todos hablamos de los celulares y es importante requisarlos, detectarlos y que no existan. Pero acá estamos hablando de muertes…
- Pero precisamente, desde las cárceles y con celulares se planifican crímenes, más delitos, o fugas como las de ayer….
- Sí, y las visitas son también las que llevan y traen. Pero comparto con usted que celulares no tiene que haber. Yo soy un obsesionado de las requisas y tenemos un cuerpo de seguridad que requisa permanentemente.
- ¿Qué pasa con los inhibidores de llamadas?
- En Piñero tenemos, pero no son de última generación. No es que no sean buenos, sino que son demasiado buenos los teléfonos que van surgiendo. Entonces, la tecnología siempre se va superando y la gente que está en el crimen imagina y resuelve mucho más rápido que nosotros, porque accede a la tecnología de otra manera. Nosotros empezamos con esto y lamentablemente el covid nos frenó un poco las tratativas.
- ¿Habrá sumarios o hay sospechas de complicidad del Servicio Penitenciario?
- Investigación siempre hay; ya estuvo este domingo Asuntos Internos del Servicio Penitenciario y los fiscales. Pero al contrario, el rol que tuvo el personal penitenciario fue excelente. Tiraron 99 disparos de armas 99 mm más todas las postas de goma que se arrojaron… Nada que objetar; un acto de arrojo excelente.