Sábado 10.9.2022
/Última actualización 5:10
La situación institucional en la Cámara de Diputados tras un Twitter y expresiones radiales de Amalia Granata (Somos Vida) se discutió en Labor Parlamentaria, previa a la sesión, como diera cuenta ayer El Litoral, y en el recinto el tema quedó reservado para manifestaciones de los propios legisladores al final de la sesión, como indica el reglamento.
La diputada Paola Bravo (Lealtad Kirchnerista) dice estar frustrada ante la imposibilidad de que el tema llegara al recinto y advierte sobre la pérdida de oportunidad de la política de poder encontrar, a través de esta situación, mejores canales de diálogo. Bravo ingresó un proyecto para remover a Granata del cuerpo "debido a su evidente desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones". Oriunda de Venado Tuerto le asegura a El Litoral que si Granata hacía un pedido de disculpas en el recinto ella retiraba el proyecto y el interbloque del Frente de Todos retiraba el pedido de sesión extraordinaria para analizar la conducta de la rosarina. Ninguno de los dos proyectos fueron tratados y Granata no pidió disculpas en el recinto. "Lo que buscábamos era que la discusión llegara a la Legislatura, que pongamos un límite desde la política, que no se puede decir cualquier cosa, eso era lo que buscamos. Me quedo con un sabor amargo porque nada de nada", le señaló Bravo a El Litoral.
"El lugar de debate es el recinto y allí esperaba las disculpas pertinentes", acotó. Granata había tuiteado el jueves a la noche que el atentado a Cristina Fernández de Kirchner era 'todo pantomina' y el sábado en un programa que comparte con Marcelo Polino había dicho que si insistían con cuestionarla hablaría de 'chanchullos' en la Cámara de Diputados.
"Me parece es que ganó la especulación para el año que viene que es un año electoral. Se puede decir que el jueves se consolidó el frente de frentes, no hay otra explicación a lo ocurrido" señala Bravo. "Un pedido de disculpas no afectaba a nadie, me parece que hace al don de gente. Granata pedía disculpas y nosotros nos comprometíamos a retirar los proyectos. Construíamos la paz social, poníamos un límite y avanzábamos". Pero en Labor Parlamentaria, Granata explicó que lo que había pasado con sus dichos de chanchullos y amantes era un malentendido, que era un chiste y que si no había entendido el chiste pedía disculpas. Dice Bravo que "ofendidas estamos muchos y muchas más que los que estaban en parlamentaria, sería bueno que lo haga en el recinto, con las palabras que ella quiera. Dijo que no y tuvo el apoyo del sector mayoritario, de todo el Frente Progresista, y del Pro. Dijo que eso bastaba. En cuanto al twiter del atentado señaló que cuando la justicia se expida, veía si pedía disculpas o no".
Cuando a Bravo se le pide una reflexión sobre lo ocurrido lamenta "que no sea la política la que diera un ejemplo, pudiera poner un límite a este tema. Ganó la especulación pensando en el 2023 que no tiene nada que ver con esto, esto tiene que ver con las instituciones, la democracia. La mayoría de los diputados que forman el Frente Progresista optaron por llevarse bien unos con otros pensando en las elecciones y no en las instituciones, no viendo el día de hoy. Nosotros somos los responsables de parar ese discurso violento, e, insisto había buena voluntad de nuestra parte de retirarlo. Con disculpas, se decía que no debía volver a ocurrir pero que quede claro que todo lo que se diga como legislador, como funcionario público no es gratis, tiene sus consecuencias. Decirlo en la parlamentaria no era el momento porque ella ofendió a todos que decíamos que estuvo mal, que había que investigarla. Tampoco fue un pedido de disculpas tan contundente".
Bravo teme que el antecedente permita un avance de sectores contrarios al sistema. "Faltó poner lo que hay que poner cuando se discuten temas serios como estos", añadió.
La justicialista se sienta dos butacas detrás de Granata y no se cruzaron el pasado jueves. La venadense habló sobre el final de la sesión cuando ya Granata se había retirado. La mayoría de los justicialistas hablaron al momento de las manifestaciones. "Yo le hablé al cuerpo porque todos ahora son cómplices de esta situación, de no haber permitido llevar el debate al recinto para discutirlo. Hubo una escalada agresiva que empezó con el tuit y siguió con esas amenazas que ahora dicen son chistes".
El proyecto de exclusión de Granata firmado por Bravo fue el punto 95 de los Asuntos Entrados en la jornada del jueves. El expediente lleva el número 49215 y fue girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales y de Legislación General.