La reforma constitucional de 1994, de la que se cumplen 25 años, estableció la reelección presidencial, la creación de la figura del jefe de Gabinete, el tercer senador, el Consejo de la Magistratura y formas de democracia directa como la consulta y la iniciativa populares.
Se trató de la séptima modificación de la Constitución que se sancionó en 1853, y se arribó a ella mediante un acuerdo entre Menem y el ex presidente y líder de la UCR Raúl Alfonsín que se conoció como Pacto de Olivos.
Tras la victoria electoral que el Partido Justicialista obtuvo en las elecciones legislativas de 1993, Menem lanzó una ofensiva política en pos de conseguir una modificación constitucional que le habilitara un segundo mandato presidencial. Un proyecto de necesidad de la reforma impulsado por el Ejecutivo se aprobó en el Senado por dos tercios de sus miembros, tal como lo establece el artículo 30 de la Constitución.
El menemismo necesitaba obtener el mismo resultado en la Cámara de Diputados, algo que parecía improbable en función del recelo que la iniciativa generaba entre los legisladores opositores.
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En este contexto, Menem planteó la convocatoria de una consulta popular para el 21 de noviembre, con el propósito de interrogar a la ciudadanía en torno a la necesidad de modificar la Ley Suprema de la Nación.Una semana antes de que se llevara a cabo esa consulta, Menem y Alfonsín anunciaron, luego de diez días de negociaciones reservadas, que habían alcanzado un acuerdo para reformar la Constitución.
Alfonsín accedió a estas tratativas ante el temor de que en su ambición releccionista, Menem alterara el funcionamiento institucional con tal de obtener un segundo mandato.
El Pacto de Olivos se presentó a la sociedad como “núcleo de coincidencias básicas” y resultó votado por ambas cámaras por los dos tercios.
Las elecciones para elegir constituyentes se llevaron a cabo el 10 de abril, y el oficialismo obtuvo un contundente triunfo que le permitió contar con 134 congresales sobre los 305 del total.
Al cabo de tres meses de deliberaciones, la Constitución se promulgó finalmente con la firma del presidente Menem el 22 de agosto de 1994, en Olivos.
La Convención introdujo de pleno el núcleo de coincidencias básicas que incluían la elección directa del presidente y vice; la del jefe de gobierno porteño; la creación de la figura del jefe de Gabinete y el acortamiento del mandato presidencial a cuatro años con la posibilidad de una reelección.
Además, se sancionó un sistema de segunda vuelta para la elección de presidente; la figura del tercer senador en representación de la minoría; la creación del Consejo de la Magistratura; la cláusula que determina que los jueces del Senado deben ser electos por mayoría absoluta.
También se le concedió rango constitucional a los tratados de derechos humanos firmados por Argentina, como el de San José de Costa Rica, por el cual queda excluida la posibilidad de sancionar una ley que convalide la pena de muerte. Se establecieron derechos ambientales; del consumidor y la prerrogativa que establece la nulidad de todas las normas que se sancionen durante la interrupción del Estado de derecho.
Raúl Alfonsín; Augusto Alasino; Alvaro Alsogaray; Antonio Cafiero; Eduardo Duhalde; Pino Solanas; César Jarolavsky, Raúl Zaffaroni y Elisa Carrio fueron algunos de los congresales destacados de la Convención de 1994.
Este jueves a las 19.30 horas, en el Gran Salón del Claridge Hotel (Tucumán 535, piso 1º, Ciudad de Buenos Aires), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) entregará su Gran Premio de Honor 2019 a la Convención Nacional Constituyente de 1994, realizada en la ciudad de Santa Fe, conmemorando su 25º aniversario.
En aquella oportunidad, uno de los temas trascendentes fue el fortalecimiento de la protección especial de la libertad de prensa en nuestro país, parte fundamental de las garantías centrales para la vigencia de un Estado con instituciones republicanas y democráticas. Uno de los aspectos positivos de la reforma fue brindarle rango constitucional al secreto de las fuentes de información periodística. Hecho que sin duda consolidó el marco del ejercicio de las libertades de prensa y de expresión en la Argentina, en momentos donde había propuestas en sentido contrario, que buscaban restringirlas.
En dicha ocasión, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) tuvo una participación activa en el tratamiento de los temas mencionados, y contó con el compromiso de convencionales de diversos espacios políticos: 25 años más tarde, en este homenaje, se destacará la participación especial de un grupo de convencionales.
Del encuentro participarán editores y directores de medios de comunicación de toda la Argentina y autoridades de entidades colegas, además de dirigentes políticos y representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; de diversos credos religiosos, cámaras empresarias, universidades, academias y otras instituciones relacionadas.