Casa Rosada atravesada por la ley bases, la geopolítica, el dengue y la economía
Mientras sus alfiles juegan la partida parlamentaria, el presidente continúa su raid discursivo en reportajes individuales y actos públicos en los que se encarga de hablar de economía y alineamientos geopolíticos.
Casa Rosada atravesada por la ley bases, la geopolítica, el dengue y la economía
En el contexto de una nueva intentona para que la Ley Bases y el paquete fiscal sean aprobados en el Congreso, los mediadores gubernamentales volvieron a recibir en Casa Rosada a los gobernadores, pero en este caso sólo de Juntos por el Cambio. El santafesino Maximiliano Pullaro llegó a la sede del Poder Ejecutivo Nacional esperando irse al menos con un borrador de las iniciativas oficiales. Guillermo Francos (Interior) y Nicolás Posse (Jefatura de Gabinete) se mostraron más diplomáticos que nunca, sin embargo no hubo texto, al menos hasta el momento. La promesa fue enviarlo en los próximos días, tanto a los mandatarios provinciales como a los jefes de sus bloques acuerdistas. Por lo pronto, ninguno de ellos pidió reuniones individuales, pero claro, hasta que no tengan los textos en mano el trámite no tiene sentido.
Frente a la pregunta de rigor, sobre qué va a pasar con los caudillos disidentes, esos que son comandados por el gobernador bonaerense de Unión por la Patria, la respuesta de un alto funcionario fue que "Kicillof es un tipo raro y que no va a importar demasiado lo que opine", para añadir que "él es uno de los más afectados por la coparticipación y debería ser el primero en sentar el traste y hablar con nosotros". Desde ese espacio, más allá de la pirotecnia verbal, el riojano Ricardo Quintela, Sergio Ziliotto de La Pampa y Gustavo Melella (Tierra del Fuego) hacen silencio de radio. La estrategia parece ser esperar hasta que aclare. De hecho, hasta el potencial anfitrión del Pacto de Mayo, Martín Llaryora (Córdoba) ha entrado en el cono del silencio.
La reunión de los gobernadores de Juntos por el Cambio con el ministro de Interior.
Los operadores libertarios infieren que el tratamiento en comisiones y en el recinto de la Cámara baja debería darse entre el 17 y 24 de abril. "Los tiempos son acotados pero estamos esperanzados", afirman en Balcarce 50. Antes del último cónclave con los negociadores oficiales, hasta Gustavo Valdés había salido con los tapones de punta a decir que "el correntino no se amansa a guachazos". Sin embargo, uno de los dirigentes libertarios que participa de las negociaciones expresó que lo del radical "es un acting, se hace el duro pero después se flexibiliza, los jodidos son los patagónicos que laburan en tándem", declaró ese legislador de LLA, que además añadió: "Primero te pega Torres (Chubut), después Vidal (Santa cruz) y al rato el gordo Weretilneck, así se van turnando", comentó descontracturado.
La discusión sigue girando en torno a los mismos temas. Uno es Ganancias, de las que en estos tres días de una semana corta -pero no por eso menos movida- se comentó que podría tener un piso promedio del mínimo no imponible de $1.800.000, aunque luego las propias usinas oficiales salieron a desmentirlo en off. Con respecto a la modificación de la Ley de Educación para evitar el adoctrinamiento en las escuelas se explicaron dos cosas. Una, que irá por separado, como podría ocurrir con la reforma laboral, y que es una normativa que "viene de antaño y ya está escrita". Podría haber debate sobre estos y otros ítems pero sí se mantienen "los diez mandamientos", como denominan en los pasillos rosados a los puntos del acuerdo que Javier Milei propuso sellar en la Docta el 25 de mayo. Un evento en el que los capitostes de La Libertad Avanza reconocen podría no estar los veinticuatro caciques distritales del país juntos en la foto.
Alineamientos
Mientras sus alfiles juegan la partida parlamentaria, el presidente continúa su raid discursivo en reportajes individuales y actos públicos en los que se encarga de hablar de economía y alineamientos geopolíticos. La presencia de la general del Comando Sur norteamericano en Casa de Gobierno y luego en Ushuaia, Laura Richardson, le dio vértigo a la relación con China y sus aliados vernáculos. De hecho, en medio de la preocupación estadounidense por la base espacial oriental en Neuquén y el puerto -con vía antártica- en la ciudad más austral del mundo, el gobernador fueguino Melella anticipó que no recibiría a la militar estadounidense. Lo que decidió a Milei a realizar una improvisada travesía de más de cinco horas con vientos de 180 kilómetros en contra con el objetivo de acompañar a la delegación militar de EEUU, que pocas horas después le donó un avión Hércules C-130 a la Fuerza Aérea Argentina.
Milei mantuvo un encuentro con Laura Richardson en la Patagonia.
Uno de los hombres más cercanos a los Milei se atrevió a arrojar un osado comentario en las galerías del poder. "Tengo la sensación de que en algún momento la estación de los chinos va a dejar de existir". Consultado en referencia a cuál sería el procedimiento que justificase la medida, la fuente oficial se refirió a "los convenios que estamos revisando". De todos modos, aclaró (aún sin fecha para efectuar una inspección técnica), "tenemos entendido que ahí no hay nada raro", y mencionó que la presencia militar del gigante asiático es mínima y se dedica única y exclusivamente a la protección interna del complejo.
Bajo asedio
En estas últimas jornadas, en el palacio gubernamental se mezclaron los lineamientos internacionales con los mosquitos incontrolables que continúan esparciendo el dengue. La situación llevó a decidir que el ministro de Salud, Mario Russo, se expusiera ante las cámaras de un canal de noticias, evitando dar una conferencia de prensa, debido "a su falta de expertise con la prensa", argumentaron desde el área de comunicación estatal. Más allá de las denuncias que el funcionario efectuó en relación a presiones de laboratorios y medios kirchneristas, en el palacio de Gobierno advirtieron: "Sabemos de dónde viene la operación de las vacunas, pero salir a hablar mucho es comprar el discurso del brote y la epidemia, algo que no vamos a hacer porque en la cuestión del federalismo también está la cuestión de las cajas".
En torno al pedido de ejecutar campañas acerca del avance del virus, en Rosada expresaron que el Ejecutivo tiene espacios gratuitos que le deben ser concedidos porque las licencias del espectro de las frecuencias de los medios pertenece al Estado. Asimismo, se manifestó que los recaudos contra la enfermedad se tendrían que haber iniciado hace unas 44 semanas, "algo que nos lleva a septiembre del año pasado". Es decir que la administración entiende que es tarde para dicha tarea, que vale decir, tampoco se inició desde el 10 de diciembre cuando asumió el mileísmo.
Haciendo cuentas
Fuera del efecto mediático del vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti invitando a boxear al vocero Manuel Adorni -y su posible e irónica respuesta positiva- debido al reclamo de más presupuesto para poder arrancar el segundo cuatrimestre, lo que se expuso desde los despachos del poder central es que "las universidades son autárticas pero quieren hacer lo que se les canta con la plata de otro". Lo que se busca es auditarlas dentro del marco legal, cuestión que está en estudio. El alto funcionariado libertario asegura que "hubo aumentos de partidas del 70% pero de eso no dijeron nada", cuestionaron.
El capítulo económico tuvo el protagonismo del jefe de Hacienda, Luis Caputo, que así como salió a destacar públicamente la baja de precios en una cadena de supermercados y afianzar así la idea de que la inflación de marzo rondará el 10%, viaja en las próximas horas a EEUU con el objetivo prioritario de conseguir respaldo para salir del cepo cambiario cuanto antes.
Con mucho optimismo, una de las más encumbradas huestes libertarias sostiene que "todo el plan estuvo diseñado teniendo en cuenta posibles sacudones que no sucedieron", adjuntando además que "cuando retiramos la ley de Bases de Diputados decían que se iba a desmadrar todo y no pasó nada, hasta algunos propios lo pensaron", confesó el interlocutor oficial, tal vez a modo de advertencia a los gobernadores, sus congresistas, y a lo que conjeturan que puede llegar a favorecerlos aunque el parlamento no acompañe.