Martes 5.3.2024
/Última actualización 22:47
Los capitostes de la administración central estiman que la convocatoria hecha a los mandatarios provinciales para empezar a delinear un preacuerdo al Pacto de Mayo se está encaminado favorablemente. “Los gobernadores que se muestran más duros son los que tienen más pretensiones y más necesidad de que se abra esta mesa de diálogo”, advierten desde el entorno de Javier Milei. “De hecho, muchos de ellos venían reclamando reuniones con (Luis) Caputo, (Guillermo) Francos y (Nicolás) Posse desde antes de que se anunciara lo de Córdoba”, agregan voceros informales que deambulan por el Patio de las Palmeras, mientras se organiza desde el Ministerio de Economía el cónclave que este miércoles encabezará el jefe de Hacienda ante sus pares provinciales de todo el país, con el objetivo de ir trazando las primeras líneas de un posible nuevo pacto fiscal.
El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, y el ministro de Interior, Guillermo Francos, se reunieron este lunes en Casa Rosada.El titular de la cartera de Interior ya salió a confirmar, como un gesto a los caudillos regionales, que se enviará al Parlamento un proyecto de ley con el propósito de que se les restituyan los fondos que recauda el impuesto a las Ganancias. Algo que los mismos titulares de los ejecutivos distritales que apoyaron la candidatura de Sergio Massa, concedieron, ante la promesa del líder del Frente Renovador, de que si ganaba las elecciones equilibraría sus finanzas coparticipando el impuesto PAIS. Un juramento que se desintegró con la derrota electoral de Unión por la Patria y hoy se ha convertido en una de las principales demandas al gobierno libertario.
Las declaraciones altisonantes de Axel Kicillof, asegurando que no va a formar parte de lo que en el kirchnerismo denominan “contrato” o “pacto” de adhesión –muy parecida a una imposición- no hacen ruido en las galerías de Balcarce 50. La respuesta que dio uno de los asesores presidenciales a la postura del gobernador bonaerense fue: “Es como (Ricardo) Quintela. Si ganaba Milei renunciaba ¿y qué pasó?”, alegan irónicamente. En la sede del Poder Ejecutivo deducen que es la Nación la que tiene la sartén por el mango, porque, a su entender, la imagen positiva del jefe de Estado sigue estando por encima de los mandatarios provinciales y sus legisladores en el Congreso.
El mítico Patio de las Palmeras de la casa gubernamental.Las voces que se escuchan en off en Casa de Gobierno suscriben que lo propuesto por el presidente de cara al 25 de mayo en la Docta está supeditado a que se apruebe la Ley Bases, al menos, hasta la cantidad de artículos en los que fue retirada por decisión del Gobierno de la Cámara Baja. Menos de la mitad del megaproyecto original. Una versión diferente a la que Francos manifestó pública -y privadamente- según expresan algunos de los hombres cercanos a los jefes provinciales.
Otro factor que pone de manifiesto un alto grado de optimismo en el oficialismo, es la presión que las cámaras empresarias y del campo le están poniendo, tanto a peronistas como radicales, para acordar con la gestión de LLA esos diez puntos que expuso Milei el viernes pasado ante la Asamblea Legislativa, y que pretenden ser el establecimiento de una serie de políticas de Estado a corto y largo plazo que den previsibilidad a todo el sector productivo.
El presidente habló junto al diputado Espert en ExpoAgro.No escapa a quienes eligen el camino de la confrontación con el Gobierno -y miran el reloj electoral- que la coyuntura tan compleja que atraviesa esta Argentina donde aún no se estabilizan los índices inflacionarios y tampoco hay una recuperación salarial acorde a las necesidades de un plan de ajuste que requiere más recortes en busca del tan ansiado déficit cero, que el costo recae en el saldo negativo del mileísmo. Fijar esas metas es el ancla en la que el primer mandatario y sus aliados del PRO buscan establecer las banderas contra ese populismo que combaten discursiva y técnicamente, pero que de todos modos escudriña la manera de volver favorecido por el tiempo y sus circunstancias.