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El ex vicepresidente Amado Boudou insistió hoy en que no conoce a Alejandro Vandenbroele, quien para la Justicia es su testaferro, y mencionó al banquero Raúl Moneta como quien facilitó los fondos para levantar la quiebra de la imprenta Ciccone Calcográfica.
El ex funcionario kirchnerista está acusado de haber estado detrás del levantamiento de la quiebra de la imprenta que tenía capacidad para imprimir billetes y de su venta al fondo de inversión The Old Fund, que tenía como titular a Vandenbroele.
El también ex ministro de Economía pidió volver a hacer uso de la palabra en el juicio en su contra luego de que concluyeran las indagatorias de los demás imputados y comenzó su exposición aclarando que debía "defenderse" y que "no conocía", ni conoce más allá de la causa penal, al hombre acusado de ser su testaferro. "Es muy difícil poder probar ciento por ciento que no conozco a Vandenbroele. Uno esperaría que aparezca la foto o el video mío con él, algo que decían que estaba y nunca apareció", sostuvo Boudou tras decir que en el proceso judicial se valoraron más las declaraciones que los documentos.
Al referirse al levantamiento de la quiebra de Ciccone Calcográfica, el ex funcionario sostuvo que "es fundamental que podamos dirimir de quién era la plata que fluyó", y luego lamentó que la causa estuviera "diseccionada" y que la parte referida a la ruta del dinero todavía no hubiese llegado a juicio oral. "El flujo de fondos vino de (Raúl, ex banquero) Moneta. Estuvo funcionando por canales formales", sostuvo el ex vicepresidente y dijo que eso estaría problado cuando concluya el peritaje ordenado por el juez federal Ariel Lijo.
"Quería dejar en claro estas cuestiones y tener la posibilidad de expresarlas. Porque si bien la acusación que sube no es concreta, sí por lo menos traza cuáles son los ámbitos donde se podría haber dado. Yo creo que los papeles desmienten cada una de esas cuestiones", sostuvo Boudou para rechazar las acusaciones en su contra.
En su exposición de una hora, Boudou también trató de despegar del caso a su ex jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía, Guido Forcieri, al señalar que le tocó ocupar ese cargo en un momento muy delicado de la economía mundial y que no atendía cuestiones domésticas. "Las tareas que llevó adelante el señor Forcieri tenían que ver con esta agenda internacional. En esa época estaba más tiempo afuera que adentro del país, porque asistía a los sherpas del G20. Fueron años de reforma en el mundo. Estas fueron mis instrucciones y a eso se dedicaba", aseveró.
Las referencias al papel de Forcieri, también imputado en la causa, tuvieron que ver con que antes el ex jefe de gabinete de Asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner había dicho que en una oportunidad se había reunido con él en el Ministerio de Economía y que le manifestó el interés que existía en el salvataje de la empresa.
Minutos antes, Resnick Brenner prestó declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 4 y apuntó contra ex titular de AFIP Ricardo Echegaray, al sostener que "no se movía ni un papel" sin que él lo supiera. Resnick Brenner dio extensas explicaciones, se convirtió en el primer acusado en responder preguntas de los jueces desde el inicio del juicio oral y lamentó que el juez Lijo continuara aún investigando a Echegaray y no lo hubiera elevado a juicio oral.
"No tiro para arriba para tratar de zafar, lo que estoy diciendo es una realidad”, agregó el ex jefe de Asesores de la AFIP al remarcar que un primer pedido de plan de pagos hecho a la AFIP por Olga Ciccone, antes de la venta de su empresa, demoró 110 días en tramitarse y no llegó a ningún resultado, y luego, cuando ya estaba a cargo de Vandenbroele como titular de "The Old Fund", se presentó y se resolvió en 12 días.
“Nada pasaba sin el conocimiento del administrador federal”, agregó sobre Echegaray y lo acusó directamente de haber sido quien resolvió otorgar a la empresa el plan de pagos cuando ya había sido vendida. "Tampoco tenemos una relación de familiaridad o amistad con Echegaray para que le ande preguntando el por qué, era una relación jerárquica", aclaró, tras asegurar que el se había manifestado en contra de conceder el plan de pagos a la imprenta.
Echegaray fue indagado en marzo pasado por Lijo en relación a la llamada "ruta del dinero" de la causa Ciccone, pero todavía no se resolvió su situación procesal, en una causa que Resnick Brenner dijo que parece andar a ritmo de "bicicleta fija". Resnik Brenner, quien sigue siendo empleado de AFIP, es investigado por supuesto incumplimiento de deberes en el entramado que derivó en el levantamiento de la quiebra de la empresa y el otorgamiento de un plan de pagos cuando ya estaba en manos de Vandenbroele.
En ese contexto, sostuvo que la imprenta, única en Latinoamérica que podía imprimir papel moneda, "era estratégica" y por eso cuando solicitó el plan de pagos se consultó a otros organismos, entre ellos el Ministerio de Economía, porque había además "deuda cruzada" con el Estado Nacional y se pedía compensarla.
Otro de los acusados, el amigo, socio y supuesto testaferro del ex vicepresidente, José María Núñez Carmona, se negó a declarar porque la querella de la Oficina Anticorrupción (OA) pidió incorporar nueva prueba vinculada a visitas al Ministerio de Economía, en el 2010, cuando Boudou comandaba esa cartera.Fuentes judiciales informaron que Núñez Carmona pensaba declarar, pero cambió de opinión a último momento ante las presentaciones de la OA, y que pedirá ser indagado en la próxima audiencia, una vez que esos elementos sean contemplados por su defensa.
El juicio a cargo de los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñiguez continuará la semana que viene con la declaración testimonial de Laura Muñoz, la esposa de Vandenbroele, que denunció el vinculo con Boudou.