Según estudios la “Organización Social del Cuidado” está atravesada por dos factores predominantes: el socioeconómico y la cuestión de género.
Surgieron hace más de once años como una medida para apoyar a las familias que no tenían capacidad económica de dejar a los niños y niñas al cuidado de un privado mientras desarrollaban sus tareas laborales. Desde la Cámara de Diputados buscan convertir este programa en Ley.
Según estudios la “Organización Social del Cuidado” está atravesada por dos factores predominantes: el socioeconómico y la cuestión de género.
En este sentido, las familias llevan adelante diferentes estrategias de conciliación para poder dejar a los niños y niñas al cuidado de un adulto responsable. Generalmente, esta labor suele recaer en el rol de las mujeres, produciendo una sobrecarga por la combinación de trabajo remunerado con los cuidados domésticos.
Asimismo, la situación se ve influenciada por la realidad socioeconómica de los actores, la cual determina si la solución es intrafamiliar o externa, dependiendo de las posibilidades de solventar gastos de entidades privadas o particulares especializados.
Este último factor toma especial relevancia si consideramos que la última Encuesta Permanente de Hogares arrojó que un 57% de niños y niñas que tienen entre cero y catorce años de edad, viven en la pobreza.
En este contexto, el diputado provincial Sergio “Checho” Basile presentó una Ley para regular y adecuar el trabajo de los Centros de Cuidado Infantil en la provincia de Santa Fe. Los CCI vienen trabajando desde el 2009 bajo la órbita del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como programa provincial. El objetivo de la normativa es modificar esta situación y que se convierta en un derecho adquirido.
Al respecto el legislador expresó que “esta propuesta viene a consolidar el trabajo que se viene realizando en la provincia desde hace más de once años con programas como “El trabajo no es cosa de chicos”. En una encuesta realizada en 2019, el 85% de las personas relevadas sostenían que el trabajo de los CCI era “Muy importante” para la comunidad. Creemos que es necesario que los programas exitosos como estos, tengan un aval jurídico para que no puedan ser eliminados por la administración de turno”.
“Tenemos que garantizar estos espacios de atención integral a niños y niñas hasta los doce años de edad ya que son una gran herramienta para la erradicación del trabajo infantil. Hay que priorizar el derecho al cuidado de niñas y niños y apoyar a los adultos responsables en su rol de contención, recreación, alimentación y cuidado, mientras éstos concurren a sus jornadas laborales” expresó Basile.
Para finalizar, el radical llamó al debate entre los distintos actores: “Nos debemos una discusión profunda e informada en la agenda pública y política sobre cómo se cuida, cuál es la oferta de servicios, su calidad y cobertura, cuáles son los desafíos pendientes y las necesidades a cubrir. Debemos lograr un trabajo articulado entre el Estado, las empresas, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, centros educativos y otros actores para visibilizar a la primera infancia desde una perspectiva integral, comprendiendo la interrelación entre los derechos a la educación, el cuidado de los niños y niñas, y el derecho de los adultos a poder ejercer su trabajo sin descuidar a los más chicos”.