La última sesión del Senado santafesino registró dos detalles que para los observadores habituales no pasaron por alto. Por una parte, volvió a ordenar la reunión desde el estado de la presidencia la vicegobernadora, Alejandra Rodenas, que no lo había hecho desde que se celebraron las elecciones provinciales. Por otra, fue ella la que al advertir que el gobernador electo Maximiliano Pullaro había ingresado al recinto para intercambiar algunas palabras con integrantes del bloque radical, pidió un aplauso. "El gesto que corresponde", murmuró un cronista. "Se ve que aunque no pudo venir seguía las sesiones a la distancia", respondió otro. En efecto, fue también la primera vez que el diputado provincial ingresaba al hemiciclo de 19 bancas tras su triunfo.