El juicio al ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou por supuesto cohecho y negociaciones incompatibles en el traspaso de la ex Ciccone Calcográfica durante el kirchnerismo entró este martes en su etapa final con el inicio de los alegatos ante el Tribunal Oral Federal 4.
En este juicio Boudou está acusado de quedarse con el 70% de las acciones de la imprenta Ciccone, donde se imprime papel moneda, a cambio de obtener facilidades para que le levantaran la quiebra por sus deudas fiscales.
El juicio comenzó en octubre del año pasado y los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y María Gabriela López Iñiguez comenzaron a escuchar a los testigos en noviembre, en momentos en que Boudou y su socio y también procesado José María Núñez Carmona habían sido detenidos por orden del juez que todavía investiga parte del caso, Ariel Lijo.
La primera testigo fue la ex esposa de otro juzgado, Alejandro Vandenbroele, la mendocina Laura Muñoz.
Días después de esta declaración, Vandenbroele se presentó en los tribunales federales de Retiro para pedir acogerse al régimen de imputado colaborador y dio detalles de todo lo ocurrido ante el fiscal de instrucción del caso, Jorge Di Lello.
Posteriormente, al prestar declaración indagatoria en el juicio oral, Vandenbroele -ex titular de The Old Fund- ratificó sus dichos como arrepentido y detalló cómo -según él- fue la operatoria para quedarse con la imprenta cuando Boudou era ministro de Economía, con miras a obtener contratos para la impresión de moneda nacional.
El ex vicepresidente argentino se expone a recibir una pena de hasta seis años de prisión por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública.
Con información de Fénix y La Nación.