Ivana Fux
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El gobernador reunió a autoridades locales de diversa extracción partidaria.
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“No hay que subestimar a la gente. No es como dicen algunos que la gente está preocupada por la seguridad, por las tarifas; y que no le interesa para nada una reforma constitucional. No es cierto. Hay que analizar un poco mejor lo que piensan los ciudadanos y nos vamos a encontrar con que todos los temas que están contenidos en este proyecto son de interés para algún sector de la sociedad”. Con esa particular reflexión, el gobernador Miguel Lifschitz presentó ante intendentes y presidentes comunales de toda la provincia y de diferentes extracciones partidarias su proyecto para intentar reformar la Constitución provincial. Y apeló a esa frase para graficar que a diferencia de otros años, esta vez, la eventual reforma cuenta no sólo con un “amplio consenso político”, sino también con un arraigo en la sociedad.
“Por primera vez están dadas las condiciones. Si no es ahora, difícilmente en los próximos años encontremos un momento mejor; un momento donde haya tanto consenso, tantos acuerdos y una expresión de apoyo plural como en este caso. Y donde, además, haya una predisposición social”, afirmó.
Más tarde, en declaraciones a la prensa y ante la consulta de El Litoral sobre su convencimiento respecto de las preocupaciones prioritarias de la gente, Lifchitz suavizaba y corregía. “La gente -dijo- está muy preocupada por su situación; todos estamos preocupados por los problemas cotidianos. Ninguna duda. Pero creo que además de eso, la gente piensa otras cosas; no sólo está absorbida por los problemas cotidianos, sino que también piensa en el futuro y en el futuro de sus hijos. La gente se informa, y nuestra percepción es que le presta atención a los debates que tienen que ver con el futuro”, planteó. Indagado, entonces, sobre cuáles serían los beneficios de la nueva Constitución para esa “gente”, el gobernador habló de “una cantidad de temas; los derechos, la garantía de la independencia del Poder Judicial respecto de la política, la autonomía de los municipios, la seguridad de que la Caja de Jubilaciones o los servicios públicos no vayan a ser privatizados o nacionalizados, el derecho al agua y al hábitat, entre otras cosas”.
La convocatoria
El acto se realizó en La Redonda. Asistieron casi 200 presidentes comunales y más de cuarenta intendentes. En una tarde agobiante, el gobernador se ubicó en el estrado junto a tres jefes distritales del PJ: Roque Chávez de Villa Guillermina, Mauricio Tartagliani de Villa Eloisa y Mario Fissore de Gálvez. También sumó a Ezequiel Ruani de San José de la Esquina (FPCyS) y al radical Dionisio Scarpín, de Avellaneda. Todos hablaron. Hubo coincidencia de los dirigentes en celebrar la decisión de la reforma para extender de dos a cuatro años el mandato de los presidentes y para consagrar las autonomías municipales, aunque también plantearon la necesidad de revisar el actual régimen de distribución de recursos. Fissore, particularmente, verbalizó el apoyo a la iniciativa “en nombre del Foro de Intendentes”, pero aclaró a renglón seguido, que será convocado el Congreso provincial del PJ “para fijar una postura institucionl”.
Más allá de los oradores, entre el público se contaron a casi 200 jefes comunales y a unos 44 intendentes.
El cierre
Lifschitz cerró los discursos. La apertura había estado a cargo de Oscar Blando, quien destacó el proceso de discusión generado como “inédito”. El gobernador planteó la “necesidad de dejar afirmado en este año un conjunto de consensos básicos” a través del texto constitucional. Y aludió a características de su gestión: “Nosotros no tenemos cuentas en el exterior; cuanto más nos controlen, mejor”, se jactó. “Necesitamos que ésta sea la Constitución de la independencia de la justicia para que no se meta en la política, como ha sucedido a nivel nacional con uno de los partidos más importantes”, sostuvo, en alusión a la intervención al Partido Justicialista.
Lischitz agradeció la convocatoria; dijo que había superado sus expectativas, y valoró la presencia de referentes, sobre todo de la oposición. Enunció, después, los ejes centrales del proyecto de reforma: estatización de servicios básicos, igualdad de credos, paridad, terminar con reelecciones indefinidas, entre otros puntos.
El mandatario pidió el apoyo “de todas las fuerzas políticas”, y reclamó un “esfuerzo de comunicación; necesitamos contarle a la gente de qué se trata esta reforma. Si lo logramos, habremos dejado nuestra huella en la historia. Y si no, igual habremos estado muy cerca. Habremos movilizado a la sociedad en torno de temas importantes. Celebro esta reunión”, concluyó.
Intervención PJ
Lifschitz consideró ayer que “es preocupante” que la justicia nacional haya intervenido el Partido Justicialista “con argumentos muy débiles, porque por lo que pude leer, en todo caso le cabría esa situación a cualquiera de los partidos nacionales o provinciales. (Con ese criterio) mañana podrían intervenir cualquier otro partido. La justicia, así como no debe ser influenciada por la política, tampoco tiene que convertirse en un instrumento de ella”, interpretó.
Fondos, democracia y polémica con Corral
Qué erogación del estado demandará la reforma es otro de los debate generados, a la par del estrictamente político. Inicialmente, desde Cambiemos estimaron que el costo podría ser de 800 millones de pesos. El ministro de Gobierno, Pablo Farías, lo desestimó y habló de 200 millones. Le contestó José Corral, advirtiendo que incluso esa cifra era significativa, puesto que le permitiría construir, por ejemplo, “quince jardines maternales”.
A la polémica se sumó el propio gobernador. “Con ese mismo argumento -dijo Lifschitz- no tendríamos que hacer elecciones porque tienen un costo alto. La publicidad oficial para los partidos, por ejemplo, tiene un costo alto, pero es el costo también de la democracia. Si no, podríamos ahorrarnos todo ese dinero y hacer jardines maternales pero no tendríamos representantes legítimos en un país con democracia. Una Constitución -dijo- se cambia casa 50 ó 60 años. La idea es hacer un proceso muy austero. No habrá internas; sería una elección directa, y eso también ahorrá tiempo y costos”, planteó.
De nuevo reaccionó el intendente. “Eso no es democrático”, alertó Corral acerca de la decisión de suprimir las Paso. “No se puede hacer una Convención sin que sus partidos elijan a sus candidatos. Es otro argumento para demostrar que quieren hacer todo rápido, a las apuradas y empujones”, concluyó.