Para los memoriosos fue la primera vez que la presidenta de la Cámara de Diputados tuvo que encabezar la última sesión desde la altura similar a sus pares legisladores. Es que la lesión sufrida por Clara García en el empeine de una de sus piernas le impide subir al estrado. Entonces, García junto a los secretarios parlamentarios se ubicaron en el habitual lugar de los taquígrafos y éstos tuvieron como lugar de trabajo la presidencia. Parece que la situación se repetirá por los 60 días en que la socialista tendrá su bota de yeso.