La provincia de Santa Fe adherirá al confinamiento total que anunciara este jueves el presidente de la Nación, Alberto Fernández. Por ahora, la ciudadanía cuenta apenas con el titular que el propio gobernador Omar Perotti se encargó de generar a través de su cuenta en las redes sociales. El resto, los detalles y eventuales matices, sólo se conocerán una vez que se publique el Decreto de Necesidad y Urgencia.
"Nuestra provincia adhiere a las medidas nacionales. Desde ayer (por el miércoles), pusimos en marcha disposiciones hasta el 30 de mayo, inclusive. Con el fin de simplificar y acompañar las medidas federales, unificamos los criterios", escribió el mandatario.
Es que Santa Fe terminaba de estrenar un paquete de medidas restrictivas que implicaban una prohibición de la circulación durante las 24 horas y en todo el territorio provincial, aunque mantenía buena parte de las actividades habilitadas. Es la historia de un decreto – el 647- que tuvo una vigencia de apenas 48 horas, aunque estaba dispuesto para que rigiese hasta el próximo 31 de mayo.
La semana en Santa Fe había arrancado el lunes con el diagnóstico de colapso sanitario; lo habían planteado los directores de los hospitales públicos que habían atravesado un sábado y domingo con las terapias saturadas y prácticamente ocupadas en un ciento por ciento. Por ello, los funcionarios de los nosocomios y hasta los del propio Ministerio de Salud pidieron una reunión al gobernador para solicitarle que se impusiese una Fase 1. El martes, se determinó por resolución ministerial de la cartera educativa que las clases presenciales se suspendieran en los departamentos que habían sido declarados en alarma sanitaria: Rosario, San Lorenzo y La Capital. Mientras tanto, se seguían analizando una serie de medidas para tratar de frenar, sobre todo, la circulación en el resto de la provincia. Esas decisiones se comunicaron mediante la difusión de placas el martes por la noche, pero no hubo decreto hasta el miércoles, y tarde. El texto se difundió después de las 20.30, una vez que el gobernador había concluido su exposición en la reunión virtual que el presidente había convocado con doce mandatarios provinciales, entre ellos, Perotti. Es más, la demora en la comunicación del decreto llevó a muchos a especular con que, quizá, no habría resolución provincial hasta que Nación no definiese sus propias medidas. Pero no, no se esperó; la provincia emitió su decreto y, por 24 horas, quedó desacoplada y desfasada de Nación.
En el encuentro con Fernández, el cuadro de situación de los asesores epidemiológicos había sido descripto sin anestesia: si no se reducía la circulación, el país llegaría a fines de mayo con un promedio de contagios de 65 mil casos diarios. Sobre esa base, y según pudo saber El Litoral, los mandatarios habían convenido brindar apoyo al presidente, si lo que se resolvía implicaba una medida fuerte, drástica, más severa. Y lo fue. Por eso, en la noche de este jueves, Perotti no vaciló – a pesar de lo complejo que había resultado difundir hacía apenas 24 horas las medidas resueltas a nivel local- y anunció que la provincia se sumaría a la decisión de la Casa Rosada. Tampoco tenía mucho margen. La determinación del presidente implica un confinamiento para todas las provincias que se encuentren en alarma y alto riesgo sanitario. Y Santa Fe tiene prácticamente sus 19 departamentos pintados de rojo intenso.
Cuando se conozca la letra fina del nuevo DNU, el gobernador volverá a firmar un decreto, en este caso, de adhesión. Fuentes del Poder Ejecutivo consultadas por este diario adelantaron que los eventuales matices serían comunicados sólo una vez que se contase con el texto de la disposición nacional.