Guillermo Dozo | gdozo@ellitoral.com
El diputado socialista Julio Paco Garibaldi considera que la reforma de la Constitución de la provincia es necesaria para actualizar y sumar derechos a los ciudadanos de la provincia de Santa Fe. Descree de quienes enarbolan críticas y sostiene que -en verdad- detrás de muchas de ellas se esconden intereses personales y mezquinos. “Estamos debatiendo este tema desde hace 20 años”, afirma y en su visión hay que dar el debate para actualizar derechos e institutos.
Guillermo Dozo | gdozo@ellitoral.com
Para el diputado socialista Paco Garibaldi las voces de los ciudadanos en la calle, si bien no piden una reforma de la Constitución de la provincia, marcan una serie de temas que “deberían contar con rango constitucional para comenzar a brindar las respuestas” que sean definitivas. No deja dudas que la reelección del gobernador, los plazos o la convocatoria a Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias son obstáculos reales: “Podemos despejar cualquier obstáculo, pero antes tenemos que acordar en reformar una Constitución que necesita actualizarse”, sostiene.
—La propuesta de reforma que impulsa el gobierno ¿le habla a los jóvenes?
—Opino que sí porque habla del futuro. Reformar la Constitución de la provincia es hablar del futuro. Y los jóvenes viven el presente, cuestionan y fundamentalmente miran lo que viene. Porque plantean cosas nuevas. Y más allá de la cuestión de edad, hablar de renovación es ir por lo nuevo, de buscar caminos distintos, de animarse a hacer lo que no se hizo antes... entonces hablar de reformar la Constitución es hablar de juventud. Ahora bien, no sé qué tanto el mensaje de reformar la Constitución está llegando a los jóvenes porque creo que es la cuestión de hacer cercano un mensaje que es cotidiano. Para ser más claro, cuando se empezaba a discutir el tema en este gobierno -porque recordemos que este tema viene desde Binner, Bonfatti y Lisfchitz, pero también con Obeid- parecía una discusión muy lejana hablar de reformar la Constitución. Hoy lo que vemos en la calle, en la gente y en las encuestas es que hay una idea mucho más cercana de que modificar la Constitución implica tocar derechos o reglas de juego de la democracia que nos condicionan día a día.
—Mucha gente percibe la reforma de la Constitución como algo abstracto, lejano. Pero cuando se repasan los temas que se podrán discutir aparecen cuestiones de debate o de militancia, como lo es la problemática de género....
—Exactamente. Por eso mismo, esta situación hace caer ese argumento que algunos usan acerca de que no es momento de hablar de la reforma porque no es prioridad para la gente y no es lo que el ciudadano pide en la calle. Es cierto que la gente no nos dice en la calle “reformen la Constitución”, pero también es cierto que la gente dice “quiero igualdad de derechos de las mujeres”. Y poder incluir esto en la Constitución es el nivel máximo de garantización de un derecho que podemos dar en la provincia de Santa Fe. Es cierto que la gente está preocupada con su bolsillo y con las fuentes de trabajo, por eso, acercar la Constitución a esa idea, también es acercarla a la necesidad cotidiana. Es cierto que hay una gran preocupación con lo que pasa con la seguridad, por eso, garantizar un acceso a la Justicia transparente, dándole constitucionalidad al Ministerio Público de la Acusación, o garantizar que el jefe de la Policía también tenga acuerdo de la Legislatura de todo el arco político y no sólo del gobernador es democratizar una decisión muy importante.
Además la gente pide renovar la política y dotarla de más honestidad y transparencia. Entonces que haya renovación poniéndole límites a los mandatos y que haya más transparencia poniendo en la Constitución instancias de participación ciudadana es dar respuestas. Por otra parte, hoy la única forma de presentar un proyecto de ley es a través de un diputado o diputada, senador o senadora. La gente no lo puede hacer. Tener instancias de participación ciudadana que permitan también iniciativas populares, consultas populares, audiencias públicas constitucionalizadas es hablar de una Constitución mucho más cercana a la realidad que vivimos hoy como a las demandas que vamos a tener mañana.
—Es bueno que figuras de democracia directa tengan un rango constitucional y una vinculación con su resultado. A veces vemos cómo en audiencias públicas se debate intensamente un tema pero luego no tienen mayor peso sobre las decisiones.
—Creo que quienes reniegan de las instancias de participación ciudadana es porque les dan la espalda a la gente o tienen miedo de lo que la gente pueda decir. Creo que la mejor forma de vivir en democracia es cuando cada uno se sienta parte de la sociedad en la que vivimos y, en esto, no hay que tener miedo a lo que diga la gente, por el contrario, hay que abrir el juego y brindar instancias de participación. Y si lo que dice la mayoría es contrario a lo que uno piensa, tendremos que tener la cabeza suficiente para cambiar la decisión y ser permeables a la realidad.
Hace algunos días tuvimos una audiencia pública con el tema del gasoducto de la Costa. Y la verdad es que algunos no querían que esta audiencia se haga. Nosotros, el gobierno provincial y el gobernador impulsamos a que la audiencia se pudiera realizar porque ahí se dijeron las verdades. Ahí no se podía seguir ocultando información y se tuvieron que decir las cosas como son. En esa audiencia quedó muy en claro cuáles eran las posiciones. Por un lado la empresa privada Litoral Gas que quería un rédito económico con la obra del gasoducto. Es lógico que aspire a ello porque es una empresa privada pero tiene una mirada del gas como una mercancía más que como un servicio público y, por tanto, un derecho de la gente. Por el otro lado, la empresa de la provincia que dijo “lo queremos hacer para generar derechos, no para obtener una ganancia”. Esto que aparece tan simple y que se puede decir muy fácilmente, generó muchas vueltas pero en una audiencia pública quedó en claro. Bienvenido si se dan respuestas a la gente. Y, además, agregar tecnología. Que no todo tenga que ser presencial habiendo opciones por vía de la tecnología.
—El proyecto de reforma debe pasar por cinco comisiones en la Cámara de Diputados. ¿qué puede pasar con la cuestión de los debates y los tiempos?
—Yo digo que ésta es una cuestión que no empezamos a discutir hace pocos días cuando ingresó el proyecto que impulsó el gobernador sino que este tema lo estamos escuchando desde hace 20 años con los gobiernos de Obeid, de Binner, de Bonfatti y ahora de Lifschitz. No es nada nuevo. Es el momento de que quienes dicen ser reformistas lo demuestren con su voto. A quienes escuché que se oponen, tienen argumentos muy endebles, muy flacos. Al momento de votar en la Cámara va a quedar evidenciado eso.
Pero también hay quienes se oponen por el tema de la reelección del gobernador y observo que quienes se oponen a ello son quienes tienen aspiraciones a ser gobernador con lo cual lo dicen desde un interés creado. El intendente (José) Corral pide recursos económicos a la provincia para hacer el Museo de la Constitución pero se opone a reformar la Constitución lo que constituye una paradoja muy grande. Además cuanto más estado público y notorio toma este tema, más van cayendo estos argumentos porque son endebles y con la discusión de cara a la gente, se caen.
Es cierto que tiene cinco comisiones aplicadas, y en mi opinión, son muchas. Lo que estamos discutiendo es una ley que declara la necesidad de reformar la Constitución y después vendrá el proceso de elección de convencionales constituyentes, de elección del convencionales.... Hay quienes plantearon que tenía que pasar por todas las comisiones de la cámara pero quedó en estas cinco. Ahora será el momento de que en estas cinco cada uno vote como opina sobre la reforma.
—Más específicamente la cuestión de los plazos, ¿qué observa?
—Están las condiciones dadas para que en cada comisión se pueda dar opinión favorable y se pueda ir pasando a la comisión siguiente. Están quienes plantean que hay que convocar a especialistas... pero eso ya se hizo. Ahora es el momento de poder avanzar. Porque hay que recordar que estaban los que el año pasado decían “no en un año electoral” pero ahora dicen que como no hay elecciones “no convoquemos a la gente a votar de vuelta”. Lo que decimos, con total claridad, es que no queremos apurar a nada ni nadie pero sí queremos que se reforme la Constitución en la provincia de Santa Fe. Nuestro interés máximo y prioritario es tener una Constitución que sea garante de derechos, un piso de derechos y que fije regla de juego claras de cara a lo que viene.
El objetivo principal no es la reelección del gobernador, no es el interés principal sacar un rédito político con esto, lo que sí queremos es tener una Constitución moderna y renovada. Mucho más en este momento de situación compleja en materia económica a nivel nacional, de mucha incertidumbre, donde aparecen crispaciones políticas a nivel nacional y vemos cómo se echan las culpas unos con otros.... entonces si en Santa Fe, todos los actores políticos logramos ponernos de acuerdo respecto al rumbo que tiene que tener la provincia en los próximos años es ponerle el hombro a la realidad nacional, es mostrar una madurez política e institucional en Santa Fe que no existe en otra provincia argentina y creo que tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Veremos quiénes quieren hacer eso o prefieren jugar a la política con un interés cortoplacista y mezquino.
—Hay quienes podrían decir que están de acuerdo con la reforma pero que no están de acuerdo con la reelección del gobernador...
—Que lo digan. Y no hay ningún inconveniente. Si ése es el impedimento, se corre, se deja de lado y se avanza. Pero tanto Obeid, como Binner o Bonfatti dijeron desde un primer momento “nos autoexcluimos de la reelección” y, sin embargo, no se pudo avanzar con la reforma. Entonces, es un argumento o una excusa para no querer garantizar derechos, para no querer avanzar en temas más profundos? A mí me huele más a excusa. Algunos casualmente plantean que el gobernador quiere la reelección detrás de la reforma son lo que tienen un interés creado porque aspiran a ese cargo siendo candidato. Entonces, es argumento o excusa?
—¿Y cómo se comprende el hecho de no convocar a las Paso para la selección de candidatos.
—Es otra cosa a discutir. Para poder concretar la reforma este año, seguramente hay que sortear las Paso y convocar a una elección general pero si alguien plantea que los tiempos no alcanzan y que es necesario prolongarlo, no hay ningún inconveniente, se puede pensar en plazos más extensos. Hay quienes dicen “no desgastemos a la gente con más elecciones en un año no electoral”. Entonces surge el debate porque si hay Paso la gente tiene que votar dos veces pero si no hay primarias tiene que hacerlo una sola vez. Ahora, abramos el debate de este tema si todos estamos de acuerdo con la reforma de la Constitución. Arranquemos al revés alguna vez. ¿Queremos reformar la Constitución hoy? Señor, señora legisladora, ¿está de acuerdo? Si está de acuerdo, de nuestra parte no hay ningún obstáculo si podemos avanzar con ese objetivo: si tiene que haber Paso, que haya Paso; si necesitamos tiempos más prolongados, que los haya; si hay miedo de que Lifschitz sea reelecto, que se excluya esa posibilidad. No hay ningún inconveniente, pero discutamos lo otro: el derecho de la mujer, de los jóvenes, de acceso a la educación..... porque tenemos una Constitución que habla de la obligatoriedad del nivel primario pero no del secundario; donde hoy los pibes nos reclaman contenidos de educación sexual integral. Y como éstos tantos otros derechos importantes.
—¿Y no será uno de los temas que frena el abordar la reforma la limitación de los cargos electivos? Porque estamos en una provincia donde hay funcionarios y legisladores que aparecen como vitalicios...
—Siempre hay mezquindades. Puede ser que sea uno de los motivos. Por eso quienes hablan de la reelección del gobernador lo que decimos es que no estamos discutiendo reelección sí o no. Lo que estamos discutiendo es la reelección de todos los mandatos en la provincia de Santa Fe. Hoy los intendentes, concejales, presidentes de comuna, senadores o diputados tenemos reelección indefinida. Pongamos limitantes. Seguramente habrá resistencias pero lo que digo es, ¿estamos poniendo los intereses de los diferentes colectivos por encima de todo o priman los intereses individuales? Opinamos que tenemos que hacer valer los colectivos por sobre los individuales y en la Constitución más que en la próxima elección.