A sólo horas de que el gobernador volviese a exigir públicamente la renovación de la Corte, desde Tribunales se conocieron respuestas por dos vías.
El presidente del máximo tribunal, Rafael Gutiérrez, reiteró posiciones en contra de presiones respecto de plazos de retiro. Fue en respuesta al pedido de renovación que reiteró el gobernador. Cuáles son los planes del Ejecutivo.
A sólo horas de que el gobernador volviese a exigir públicamente la renovación de la Corte, desde Tribunales se conocieron respuestas por dos vías.
Por un lado, diferentes actores del sector reiteraron que la información sobre la labor de los juzgados que también de manera pública reclamó otra vez Maximiliano Pullaro, ya fue entregada oportunamente a representantes del Poder Ejecutivo.
Por el otro, el propio presidente del máximo Tribunal ratificó -en declaraciones periodísticas a distintos medios- lo que ya había dicho meses atrás; que sólo dejará la Corte cuando él lo decida. "Me voy a ir de la Corte el día que yo quiera", sentenció Rafael Gutiérrez, a modo de réplica, tras los dichos del mandatario.
El gobernador embistió con sus declaraciones este martes, después de una especie de tensa calma que pareció haberse instalado transitoriamente en la espinosa relación Ejecutivo–Corte.
Pullaro objetó la "falta de honestidad intelectual" en la discusión que se sostiene con la justicia por los juzgados vacantes. Les reprochó no decir la verdad respecto de los trámites para cubrirlos -"...para que tampoco mientan, en este momento hay 109 concursos en marcha", sostuvo-, y consideró que la conducción de la justicia no está en condiciones de responder a las reformas que la sociedad reclama para dicho Poder. Para que no quedasen dudas, advirtió que "si alguno se rebela porque quiere mantener algún privilegio, a mí me va a tener enfrente".
La vehemencia en los dichos del gobernador ratifica la decisión de la gestión de ir por más en la renovación del máximo tribunal, que hasta aquí cosechó el anuncio de retiro de dos de sus integrantes: Mario Netri y María Angélica Gastaldi.
La avanzada podría acelerarse de aquí a fin de año con una estrategia que encuentra en el ámbito legislativo una de sus claves. Allí, la expectativa está cifrada en el proyecto de reforma a la justicia que presentó la semana pasada el socialismo y que ya tiene pedido de preferencia para dentro de dos sesiones –el 14 de noviembre-, con la intención de un giro rápido al Senado y una sanción sin sobresaltos. De ser así, la norma que amplía a siete el número de ministros y fija en 75 el tope de la edad, podría estar aprobada antes de que finalice el mes próximo.
En el devenir, el Ejecutivo aguarda que se cristalice una nueva renuncia –la de Eduardo Spuler-. En ese escenario potencial, entre vacantes efectivas y la generada por la nueva ley, serían cuatro los lugares a completar. Es más, desde las esferas oficiales interpretan que la ley a sancionar fijando un tope en la edad dejaría al alcance de la mano la herramienta de hacer cesar "por decreto" en sus funciones a los ministros que la excedan. Hasta aquí, dicho mecanismo generaba serias objeciones legales y políticas.
Lo expuesto precipita también las negociaciones políticas, incluso con la oposición, para definir los nombres de los futuros miembros de la Corte, cuyos pliegos podrían enviarse –según el pronóstico de los funcionarios más optimistas- antes de que termine el año.