El académico Manuel García-Mansilla defiende este miércoles en el Senado en audiencia pública su postulación a juez de la Corte Suprema de Justicia, impulsada desde el Gobierno junto con la del juez federal Ariel Lijo.
A diferencia de Ariel Lijo, el candidato no tiene impugnaciones desde el punto de vista académico, ni por su desempeño. Pero el debate está planteado en orden a sus posturas sobre cuestiones de derechos, y en particular el aborto legal. En ambos casos, se trata de un desenlace con final abierto.
El académico Manuel García-Mansilla defiende este miércoles en el Senado en audiencia pública su postulación a juez de la Corte Suprema de Justicia, impulsada desde el Gobierno junto con la del juez federal Ariel Lijo.
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Primeras declaraciones
“Los jueces tienen la función de resolver causas judiciales concretas aplicando el derecho vigente tal como fue sancionado por el Congreso y respetando la Constitución, no apelando a sus convicciones personales, sean de índole moral, política o religiosa”, afirmó García Mansilla.
“Creo que a partir de mi experiencia de vida y del recorrido profesional y académico que les relaté, puedo hacer un aporte genuino a nuestro más alto tribunal, la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, consideró.
"¿Qué quiere decir "administrar justicia bien"? Hacerlo de forma independiente, imparcial, sin favoritismos, sin prejuicios y sin animosidad en contra de ninguna de las partes, con rectitud e integridad”, agregó.
“El control de las constituciones provinciales originalmente lo tenía el Congreso. Ese artículo se reformó para dar un margen de mayor de libertad a las provincias para que dictaran sus propias constituciones y establecieran sus propios sistemas de gobierno”, dijo García Mansilla.
Lijo tiene mucho más alto perfil y exposición política que García-Mansilla, y así quedó en claro la semana pasada, cuando hizo su presentación durante casi ocho horas. Los cuestionamientos hacia el magistrado se vinculan en buena medida a su bajo perfil académico, y en otra a su desempeño como juez federal.
Es lo contrario a lo que ocurre con García-Mansilla, cuya trayectoria académica es reconocida de manera unánime, y por otra parte nunca ha desempeñado un cargo público. En su caso, las impugnaciones apuntan a cómo podrían incidir en su futuro desempeño en la Corte las posturas que ha sostenido en temas como el derecho al aborto legal y otros derechos personalísimos. Por esa razón, el debate con los senadores se concentra en esos puntos.
García-Mansilla fue propuesto por el Gobierno para reemplazar en el máximo tribunal a Juan Carlos Maqueda, quien cumplirá 75 años el próximo 29 de diciembre.
Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, el abogado participó en 2018 de los debates por la interrupción voluntaria del embarazo, dentro de los expositores que se manifestaron contra el aborto legal.
Al enviar su pliego, el Poder Ejecutivo lo calificó como "un prestigioso académico con una sólida formación en derecho constitucional" y, respecto de las opiniones a favor de su postulación, señaló que las mismas "se sustentan en su acreditada idoneidad para el desempeño del cargo de que se trata, su trayectoria como docente universitario, los numerosos artículos del que es autor y su reconocida solvencia intelectual".
"Ha dado muestras a lo largo de su trayectoria personal y profesional de respeto irrestricto a nuestra Carta Magna, al sistema democrático, y compromiso con la defensa de los Derechos Humanos, todo lo cual lo erigen en un digno aspirante a ocupar un sitio en la Corte Suprema de Justicia", agregó el PEN.
Sobre García-Mansilla se presentaron una veintena de impugnaciones y cinco adhesiones ante la Comisión de Acuerdos. El académico rechazó las críticas referidas a su postura sobre el aborto legal, al considerar que "omiten o directamente tergiversan las opiniones doctrinales que expresé".
"Se derivan escenarios imaginarios a todas luces infundados sobre cómo podría decidir casos a futuro (algo que jamás adelanté)", indicó en su descargo.
García-Masilla argumentó que las impugnaciones basadas en sus opiniones "están descontextualizadas, tergiversadas y confunden el rol académico con el judicial". Sostiene también que sus publicaciones representan menos del 5% de su producción académica y que sus posiciones doctrinales son consistentes con los derechos humanos y la jurisprudencia de la Corte Suprema.
Respecto a la diversidad de género, indicó que comparte los ideales igualitarios, pero que no puede expedirse sobre el tema debido a los procesos judiciales en curso.
Aunque son menos que las impugnaciones, entre los documentos publicados por el Senado también hay adhesiones a la candidatura de Mansilla. Entre ellas, la organización de abogados Será Justicia argumentó que "en su persona se conjugan, de un modo que es poco frecuente, antecedentes que lo califican con la excelencia que uno espera hallar en una persona postulada para cubrir una vacante en la Corte Suprema de Justicia de la Nación y por el otro, valores morales y republicanos necesarios en cualquier magistrado".
Si el nivel de apoyo que pueda tener García-Mansilla es el suficiente para sumarse a la Corte Suprema es, en este contexto, una incógnita, dado que las posturas atraviesan de manera transversal a los distintos bloques, y opera también como condicionante (al margen de la figura del candidato) el hecho de que no se haya elegido a una mujer para cubrir ninguna de las dos vacantes.
Por otra parte, tampoco está definido qué va a suceder con Ariel Lijo al momento de emitirse los dictámenes, y de su posterior tratamiento en el recinto, ya que el kirchnerismo (que cuenta con la llave de los dos tercios de votos necesarios) no ha tomado una postura oficial de apoyo o rechazo. Y, por otra parte, la posición del gobierno es atar ambas postulaciones, y que el respaldo sea para ambos, o para ninguno.
Sobre García-Mansilla se presentaron una veintena de impugnaciones y cinco adhesiones ante la Comisión de Acuerdos. El académico rechazó las críticas referidas a su postura sobre el aborto legal, al considerar que "omiten o directamente tergiversan las opiniones doctrinales que expresé".
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