Juan Chiummiento / [email protected]
Es uno de los anuncios que espera realizar el gobernador Omar Perotti durante el primer semestre. La herramienta será de carácter público privada y forma parte de una estrategia integral para el sector
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Con un ecosistema que incluye universidades, centros de investigación, institutos científicos y grandes empresas de base tecnológica, el gobierno santafesino tiene en el sector de la economía del conocimiento una de sus grandes apuestas. En este marco, uno de los anuncios que Omar Perotti espera concretar durante el primer semestre es el lanzamiento de un fondo de inversión por 30 millones de dólares, destinado a potenciar proyectos tecnológicos. Será una iniciativa que involucrará a los tres niveles estatales, así como también al ámbito privado. Se trata de la más ambiciosa de las estrategias oficiales, en el marco de un plan que desde el Ejecutivo definen como "360", por la diversidad de herramientas que habrá sobre la mesa.
La coordinación de las diferentes acciones en la materia está bajo la dirección de Francisco Buchara, a cargo de la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que depende directamente del gobernador. Se trata de un funcionario que Perotti "importó" desde la Municipalidad de San Nicolás, donde venía desarrollando tareas ligadas a lo productivo. Anteriormente, también tuvo a cargo el diseño de la estrategia de desarrollo del parque industrial y tecnológico de Bariloche.
Desde que asumió, Buchara viene organizando el Foro Transformando Santa Fe, un ámbito de discusión para posicionar a la provincia como referente en conocimiento, talento e innovación. La última reunión tuvo lugar en diciembre y allí Perotti destacó que "el impulso a la Economía del Conocimiento no puede ser una iniciativa para unos pocos; tiene que ser una agenda inclusiva que democratice el acceso a la tecnología y que funcione como puente entre la educación y los trabajos del futuro”. Acto seguido, el secretario de Asuntos Estratégicos indicó que entre los desafíos más importantes para 2021 estaban "buscar formas creativas de establecer alianzas público-privadas", al tiempo que anticipó la conformación de un fondo de coinversión para financiar proyectos innovadores.
Ese fondo es el que está terminando de definirse por estos meses, pero según pudo corroborar este medio el objetivo de la Casa Gris es que ascienda a 30 millones de dólares y que se consolide como política de Estado durante la próxima década. La idea es que participen de esa iniciativa tanto las grandes firmas del rubro (Bioceres y Terragene, entre ellas) como los distintos niveles de gobierno (nacional, provincial y local), pero también compañías de otros sectores, como las aseguradoras. "La participación del sector privado es lo que sostendrá esta herramienta con el paso de los años", confiaron desde el Ejecutivo.
En un artículo publicado en El Litoral a finales del 2020, Buchara ya había subrayado que el financiamiento es un obstáculo "importante" para impulsar el ecosistema de innovación. Respecto al fondo, lo planteaba como una evolución del Estado, que pasará "de únicamente dar subsidios a la ciencia a un nuevo concepto: invertir en ciencia y tener un retorno que luego se reinvierta en el sector científico tecnológico".
Los objetivos que se pusieron desde el Foro Transformando Santa Fe son bien ambiciosos. Por ejemplo se plantea la creación de 500 startups para 2030, duplicar la tasa de inversión en I+D+i privada, así como también la de cantidad de patentes. Para sustentar este plan, desde el gobierno sacar a relucir algunas de las cifras del "contexto santafesino": 14 universidades, más de 48.000 empleos en servicios basados en el conocimiento, más de 47.000 estudiantes de ingeniería, programación y computación y 15 centros, polos y cluster tecnológicos, entre otras.
El millonario fondo será igualmente una de las tantas estrategias con las que la Provincia piensa atacar este tema. Otro, que avanza por estas semanas, es el registro de equipamiento tecnológico, para conocer "qué tecnología tenemos que ayudar a financiar o ampliar. Hay mucho equipamiento obsoleto o con falta de mantenimiento", según confió una fuente del Ministerio de la Producción, que también trabaja en el plan. "Todo lo que una empresa gasta para desarrollar su tecnología debería invertirlo en la integración, para así acortar la brecha para que una startup se impulse", agrega. Una segunda herramienta que pondrá a disposición el Ejecutivo es el desarrollo de una red de mentores especializados en vigilancia e inteligencia de mercados, para que asistan a emprendedores en aspectos tales como patentes, protección y validación técnica de proyectos, entre otros puntos.
Aquello que mencionaba Buchara como uno de los obstáculos “importantes”, desde el sector privado es entendido como “trascendental”. El escalado de los proyectos tecnológicos termina siendo una posibilidad para unos pocos, mientras que otros tantos quedan en el camino. Entre los primeros puede citarse el caso de la rosarina Terragene (ver aparte), que inició sus operaciones asociadas a biotecnología en un pequeño inmueble del barrio de Pichincha y hoy opera en un parque industrial del área metropolitana. Gran parte de ese crecimiento se fue apalancando con fondos propios.
“Nosotros necesitamos un mercado de capitales apto para la economía del conocimiento. Si salis a buscar dinero en plaza, hay gente que te ofrece, pero te pide de garantía del 180%. Eso no sirve porque es la figura del prestamista”, reflexionó Carlos Cerruti, referente del Polo Tecnológico de Rosario (PTR), que subrayó que “el problema no es solo del sector público, para nada”.
El titular del Parque Tecnológico Litoral Centro (PTLC) Eduardo Matozo, por su parte, reconoció que el capítulo del financiamiento es un desafío a trabajar en el futuro, “sobre todo en lo que es capital de riesgo”. Por ello, celebró las iniciativas en danza, tanto desde el ámbito público como privado: en el primer grupo se cuentan el mencionado fondo y en el segundo distintas alternativas, como el fondo de inversión X4 Company Builders, fundado por cuatro firmas del PTR en 2018. "La pandemia no solo fomentó la actividad sino que le abrió los ojos a mucha gente sobre el potencial que tiene la economía del conocimiento", describió Diego Shocron, director operativo de X4 Company Builders, integrada por las firmas TBM, Colinet Trotta, Geminelli y Pampa Business Ideas.
Shocron aseguró que para los próximos tres años el objetivo es acelerar y hacer inversiones iniciales en 12 startups, por un valor cercano al millón y medio de dólares. Además, una parte del fondo será destinada a las llamadas inversiones follow-on (de seguimiento), para aquellas que tengan un mayor crecimiento en los primeros años y necesitan despegar aún.
El contexto se presenta como inmejorable para el sector, fundamentalmente en lo que respecta al escenario fiscal. “Por un lado, a la hora de sumar capital está lo dispuesto por la ley de Apoyo al Capital Emprendedor, que permite a aquellos inversores deducir de la base imponible de Ganancias los aportes que se hagan a diversos tipos de emprendimientos”, contó Shocron. Pero en segundo término se destacan las novedades que trajo la reglamentación de la Ley de Economía del Conocimiento, con beneficios fiscales como el régimen de retenciones cero para las exportaciones. A ello se plegó Santa Fe, con incentivos locales que contemplan la exención del pago de impuestos sobre los Ingresos Brutos, sellos e inmobiliarios. Además, se brindará estabilidad fiscal por 10 años.
La empresa rosarina Terragene, especializada en biotecnología y genética, arrancó 2021 con una nueva unidad de negocios, asociada a uno de los insumos clave en la lucha contra el coronavirus. Es que ya tiene todo listo para iniciar la fabricación de hisopos nasofaríngeos, que comenzarán a vender tanto en el país como en el extranjero. Para esta iniciativa, la firma invertirá 700.000 dólares y espera facturar, al menos, unos 6 millones de dólares anuales para 2022.
"Cuando comenzamos a estudiar el mercado, nos dimos cuenta que no hay ningún jugador de Latinoamérica que los fabrique", comentó Adrián Rovetto, titular de Terragene, que espera comenzar a reemplazar a los actuales proveedores de hisopos, oriundos de China, Europa y Estados Unidos.
Rovetto comparte la titularidad de la compañía con Esteban Lombardía. Juntos conducen a los más de 400 colaboradores que trabajar a diario para Terragene, con base operativa en el Micro Parque Industrial de Alvear. Allí mismo están levantando una nueva planta, orientada exclusivamente a la producción de bioinsumos: se trata de una nave de 4.000 metros cuadrados, en la que trabajarán 80 personas en el marco de una inversión por 4 millones y medio de dólares. Esperan inaugurarla para el segundo semestre.