El Litoral / LaNacion.com
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Ya son más de 20 los empresarios que pasaron por los tribunales de Comodoro Py para declarar en el marco de la investigación que lleva adelante Claudio Bonadío en el marco del escándalo de los cuadernos . De ese total, cinco ya cedieron el manejo de sus compañías, acorralados por el escándalo.
Armando Losón, Aldo Roggio, Juan Chediack, Manuel Santos Uribelarrea y Gerardo Ferreyra son los hombres de negocios que decidieron hacerse a un lado en la conducción de sus empresas. Algunos les dejaron al mando a hijos o hermanos, y otros se inclinaron por tomar un tiempo de licencia.
El 9 de agosto pasado, Armando Losón, ahora ex titular del Grupo Albanesi, renunció a su cargo en medio del escándalo por los cuadernos de las coimas. La comisión directiva de la compañía aprobó la salida y resolvió el pase de la dirigencia de la compañía a su hijo -quien lleva su mismo nombre-, que antes ocupaba el cargo de director suplente.
‘El Sr. Losón ha manifestado que funda su decisión en su intención de avocarse en forma plena a la resolución de su situación personal de público conocimiento, así como también preservar a la sociedad de las acusaciones de las que está siendo objeto a título personal, a modo de que la Sociedad pueda continuar con el curso ordinario de sus negocios‘, consignó la comunicación enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El titular de la compañía dedicada a la energía -en los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, se mencionaba como ‘Loxon‘- pasó una semana detenido hasta que decidió hablar frente a la Justicia.
Según informaron fuentes de la empresa, pese a la situación de Losón, aún continúa la ejecución del ‘plan de inversiones 2018-2020‘, que involucra expansiones de capacidad en la Central Térmica Modesto Maranzana en Río Cuarto (Córdoba) y la Central Térmica en Ezeiza (Provincia de Buenos Aires).
El empresario Aldo Roggio también renunció al cargo de presidente de su empresa, Benito roggio e Hijos S.A. que se aprobó frente a la Comisión Nacional de Valores (CNV). En este caso, la compañía quedará a cargo de su hermana Graciela.
‘Ha presentado su renuncia al cargo de Presidente y Director de la Sociedad, propiciando la actuación de la misma, ratificando el camino de progreso y fomentando su desarrollo. En virtud de ello, la presidencia de la Sociedad será ejercida por la Sra. Graciela Amalia Roggio‘, expresó un comunicado de la empresa Benito Roggio e Hijos S.A. a la CNV.
Roggio reveló ante la Justicia en su declaración indagatoria que pagó un soborno equivalente al 5% del dinero que recibió como subsidios para Metrovías, en la concesión del subterráneo.
Por su parte, Gerardo Luis Ferreyra, director y vicepresidente de Electroingeniería, presentó un pedido de licencia con duración ‘hasta la próxima asamblea general ordinaria‘ de la empresa. Osvaldo Acosta, presidente de la empresa, aceptó el pedido y lo informó frente a la CNV, donde, además, explicó los motivos que expuso Ferreyra.
‘Tomo esta decisión a fin de evitar que los ataques y acusaciones de las que estoy siendo objeto en el orden personal trasciendan a Electroingeniería SA, que no ha sido sometida a proceso y que me ha honrado con dichas designaciones‘, decía el documento.
Ferreyra no buscó ampararse en la figura del arrepentido.
Juan Chediack, expresidente y actual vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), también renunció a la dirección de la constructora Chediack S.A., según figura en el Boletín Oficial.
La empresa que quedará en manos de la familia: Marcela Chediack (su hermana) asumió como presidenta y Clara Chediack (hija de Juan), como vice.
Juan Chediack ocupó cargos en la CAC desde 1992 y llegó a la presidencia después de la gestión de Carlos Wagner -otro de los arrepentidos en el marco de la causa de los cuadernos-, entre 2014 y 2016.
Chediack S.A empezó a trabajar en el ámbito de la construcción en 1947 en San Luis. La empresa hizo la Autopista Ezeiza - Cañuelas, la Autopista Ruta Nacional N° 7, que conecta Luján - Buenos Aires, el Aeropuerto de Río Gallegos. Tuvo las concesiones viales con cobre de peaje de las rutas nacionales 5 y 7; y del centro unificado de frontera entre Santo Tomé (Argentina) y Säo Borja (Brasil).
Además, se adjudicó la obra de la presa Las Lajas (Córdoba), para controlar las crecidas sobre el Arroyo Las Lajas; la rectificación del cauce del Río Salado; la construcción del dique de La Alumbrera (Catamarca) y participó del proyecto minero Pascua - Lama (de la empresa canadiense Barrick) en San Juan.
En agosto de 2016 - en ese momento presidía la Cámara Argentina de la Construcción -, dijo que sabía de la existencia de coimas en el sector constructor. ‘Cristina Kirchner, Julio De Vido y José López sabían que había empresas que cobraban antes que otras. Por supuesto que sabía que había coimas en Vialidad. Nosotros lo hemos dicho. La Cámara siempre estuvo en contra de esto. Hay causas abiertas desde el 2008 que nunca avanzaron y avanzan ahora. Lo había denunciado Elisa Carrió‘, reconoció.
Por último, Manuel Santos Uribelarrea, productor sojero y titular del grupo de energía eléctrica MSU Energy se tomó una licencia de ocho meses - durará hasta el 7 de abril del próximo año - y es reemplazado por su padre, Manuel Santos de Uribelarrea Duhau, que se desempeñaba como accionista controlante, según los comunicados presentado ante la CNV y la Bolsa de Comercio.
Uribelarrea fue citado a indagatoria por el fiscal Stornelli.
Uribelarrea apareció en los cuadernos del chofer en las anotaciones del 6 de agosto de 2015. Allí se sostiene que le entregó US$ 250.000 a Nelson Lazarte, el secretario privado de Roberto Baratta.
Centeno afirmó en los cuadernos que el productor le entregó ese dinero en el domicilio de UCSA, su constructora, en Cerrito 1266, el 6 de agosto de 2015, pocos días antes de las elecciones primarias.
La constructora de Uribelarrea es una de las que firmó contratos durante el kirchnerismo. En la gestión de Mauricio Macri, se lanzó a invertir decididamente en generación eléctrica.