El aumento de demanda por atención urgente en alimentos que vienen manifestando distintos sectores sociales y oficiales de la provincia, es una realidad palpable también en las Cáritas parroquiales. Allí, la iglesia desarrolla una tarea de promoción social pero también de asistencia de las necesidades más acuciantes. Y el precio de la leche, uno de los insumos principales para atender a la población vulnerable, sobre todo a niños y niñas, es un tema de preocupación constante.
Así lo explicaron a este diario la directora de Cáritas arquidiocesana Marta Greppi, y la vicedirectora, Graciela Godina. “Lo que estamos viendo es la mayor demanda y, si bien cada Cáritas parroquial tiene su comunidad que aporta alimentos, están haciendo mucha falta, sobre todo la leche que se ha ido muy cara”.
Es que la demanda va en aumento, tanto en las copas de leche que atienden las Cáritas parroquiales como las que dependen del Prosonu, con fondos que aporta, en tiempo y forma -aclaran- el gobierno provincial.
Mientras tanto, todas las Cáritas parroquiales ofrecen ayuda: “Donde hay una sede, hay auxilio en alimentos y ropa”, señalaron. Y, si bien no hay un momento exacto para medir el aumento en la demanda, observan que el proceso inflacionario y el contexto económico actual con un poder adquisivo cada vez más restringido, hace que el pedido de auxilio sea cada vez mayor. Pero hay otro termómetro que ambas observan y es el que proporciona la propia realidad: “los carros, la gente en situación de calle, los jóvenes buscando entre la basura son indicadores de que la situación empeoró”, coinciden. Y ponen el foco especialmente en los más chicos y los más viejos, como los tramos más vulnerables.
Con todo, apuestan a la promoción humana y destacan que, a través de convenios con el ministerio de Trabajo sostienen talleres de oficio en panificación, corte y confección, y acompañantes gerontológicos, con la consigna de “enseñar a pescar” y la convicción de que son actividades con salida laboral, a la vez que destacan la solidaridad de la gente que es grande y, “después de la inundación de 2003, es mayor”.
Para el próximo viernes a las 21, en la Parroquia María Auxiliadora (Alberti 2555) se organizó un “Arroz de la caridad”. A cambio de una entrada solidaria, arroz y agua será el menú ofrecido como una forma de “ponerse en el lugar de quien está sufriendo”, dicen desde Cáritas. Quien se sume a la invitación, podrá colaborar -además- con donaciones.