El debate por la incorporación del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a Juntos por el Cambio dejó una virtual línea divisoria de aguas dentro del espacio opositor entre los que están a favor y quienes están en contra.
Las posturas, con Larreta y Bullrich a la cabeza, son opuestas.
El debate por la incorporación del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a Juntos por el Cambio dejó una virtual línea divisoria de aguas dentro del espacio opositor entre los que están a favor y quienes están en contra.
La idea está avalada por el precandidato presidencial y jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien impulsa la llegada del cordobés con la vista puesta la "gobernabilidad" en caso de llegar a la Casa Rosada en diciembre próximo.
El presidente del radicalismo, Gerardo Morales, también comparte esa visión y pide al PRO no convertir a Juntos por el Cambio "en una secta cerrada". Para el gobernador de Jujuy, sumar a Schiaretti serviría para "fortalecer" al espacio.
En la misma línea se encuentra el titular de Encuentro Republicano Federal, Miguel Ángel Pichetto, quien este lunes se sacó una sugestiva fotografía con Rodríguez Larreta. "Ampliar la base de sustentación es bueno para el país", ejemplificó el auditor general de la Nación.
El presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, al igual que la líder de ese espacio, Elisa Carrió, aceptan a Schiaretti y aseguran que están "a favor de ampliar y de que se converse" el tema. Carrió se muestra desde hace tiempo muy alineada con la estrategia del jefe de Gobierno porteño.
"Trabajamos para ganar Córdoba y apoyamos la ampliación de Juntos por el Cambio", señalaron fuentes cercanas a Martín Lousteau, al expresarse a favor del desembarco del mandatario provincial.
Otro que está en ese camino es el precandidato presidencial Facundo Manes, quien señaló que le gustaría una fórmula entre un radical y un peronista como Schiaretti.
Encabezando la contraria está la precandidata presidencial del PRO Patricia Bullrich, que no quiere la incorporación del gobernador de Córdoba, con dos interpretaciones.
Por un lado, no quiere "desperfilar" al frente opositor -argumento que esgrimió este lunes su alfil y presidente del PRO, Federico Angelini, en la reunión de JxC- y, por el otro, sospecha que es otra de las maniobras de Rodríguez Larreta para restarle votos.
El senador nacional y candidato de Juntos por el Cambio a gobernador de Córdoba, Luis Juez, expresa también un profundo rechazo y es, si se quiere, el que tiene más razones y justificativos para oponerse, ya que enfrenta al postulante de Schiaretti, Martín Llaryora, en las urnas el próximo 25 de junio.
"Yo quiero ganarle a Schiaretti en Córdoba, hago campaña con eso, y después vienen y me lo ponen en la lista", se quejó Juez este lunes en las puertas del Comité Nacional de la UCR en Alsina al 1700, tras llegar de sorpresa y sin ser invitado.
El ex presidente Mauricio Macri tampoco acepta la llegada del cordobés, aunque tiene una buena relación con "El gringo".
"No está de acuerdo con la forma ni con el momento", manifestaron fuentes de su entorno. Este martes se mostrará con Juez en Córdoba y dejará en claro su negativa.
El diputado y referente de Republicanos Ricardo López Murphy, alineado con Bullrich, también fue este lunes al Comité de la UCR a expresar su descontento con la idea de sumar a Schiaretti.