- Decís que la gente ahora lo conoce a Milei y a Macri ya lo conoce de antes. ¿Con cuál de los dos creés que compite Massa en el balotaje? ¿Cuál es el adversario?
El ministro de Transporte de la Nación, y diputado electo por Santa Fe, dijo que con Sergio Massa como presidente se viene un tiempo de reformas y de unidad nacional.
- Decís que la gente ahora lo conoce a Milei y a Macri ya lo conoce de antes. ¿Con cuál de los dos creés que compite Massa en el balotaje? ¿Cuál es el adversario?
-Digamos que se unificó la personería de la propuesta ortodoxa liberal en Argentina. Eso no quiere decir unificar voluntades, porque la gente no es arriada por nadie. Esto no es una suma sino lo contrario. Yo creo que es una clara identificación de lo que piensan y de lo que quieren hacer. Argentina se debate entre dos proyectos y lo único que lamento es que, como ya ha sucedido, aumente la agresividad y la violencia verbal. La verdad es que esto muestra claramente el contenido antidemocrático de una de las propuestas. Uno descalifica al otro porque no tiene ningún argumento. Creo que estamos en un momento donde algunos tenemos posiciones de diálogo democrático y otros posiciones de lógica de guerra, la idea de la eliminación del contrario. Y la Argentina por ese lado no sale.
-Decís que está muy clara la disputa de dos modelos. La presencia de Macri, que parece el conductor de Milei, trae de la mano un modelo económico que ya fracasó cuando fue presidente. De hecho, es hoy el dirigente político con peor imagen en la sociedad.
-Es un acompañamiento desesperado, de último momento y que significa la negación de todo lo que se dijo en campaña. Creo que ese acompañamiento aislado le resta, pero desde el punto de vista de las propuestas democráticas sirve para identificar adónde quieren ir, representan un retroceso al siglo XIX, a la ley de la jungla, en que cada uno se arregle como pueda. Además, ahora tiene una identificación más clara con el gobierno de Macri, lo que permite una mirada mucho más auténtica del tipo de país que quieren, donde no solo tenían el problema de la inflación, sino que además tenía el de la recesión, de la caída del empleo, el cierre de 23.000 pymes. Ese país está cerca. Las ideas extremas que hoy plantea este grupo como la venta de órganos, significan la aplicación de la ley de mercado al extremo. Yo creo que esto va a servir a la consolidación de la propuesta de Sergio Massa porque propone un camino de unidad nacional y prosperidad para los argentinos, no solo para 150 familias. Massa te muestra el camino del litio, el de la agroindustria, el de la infraestructura, con el gas ya lo está haciendo.
- ¿Cómo toman apoyos inusuales como los del Partido Socialista, de un sector del radicalismo y de la CGT de Córdoba?
-Creo que el apoyo de estos sectores tiene que ver con una comunidad de valores. Nosotros hemos tenido diferencias dentro del debate democrático, pero hay valores de fondo que comparten buena parte de la política argentina. ¿Qué iba a decir el partido que tiene a Hermes Binner como uno de sus referentes principales? Binner fue uno de los hombres que construyó la idea de la salud pública en la práctica. ¿Qué podían decir respecto de la idea del voucher para atenderse en los hospitales públicos? ¿Qué puede pensar el radicalismo, que es el fundador de la universidad autónoma con la Reforma de 1918? ¿Qué iba a decir? Que la universidad arancelada y privatizada es un grave error. Me parece que son actos de sinceramiento político y de que la Argentina, por más que tengamos problemas, no puede negarse a sí misma, negar los dos hechos más importantes de la Argentina moderna, que es la Reforma Universitaria del 18 y el 17 de octubre del 45, cuando aparece el concepto de justicia social.
- ¿Qué piensan del concepto de neutralidad? ¿Cómo toman que sectores del radicalismo y también del PRO se declaren neutrales, entre ellos el gobernador electo de Santa Fe?
-Nosotros respetamos y valoramos que cada uno diga lo que piensa. Hay que ver si eso es suficiente para defender los valores de la Argentina. Pero son manifestaciones propias de la democracia. Nosotros estamos siempre abiertos al diálogo, a los valores de la democracia. Lamentablemente, en esta etapa de la democracia, después de 40 años, la Argentina se debate entre una visión humanista de progreso, y una visión que profundiza las lastimaduras. O directamente las genera. Estas dos versiones de la Argentina tienen seguidores. Ahora nosotros tenemos claro dónde estamos parados. Y creo que la sociedad ya detectó cuál es la disyuntiva. Por eso Sergio Massa gana la elección general por casi ocho puntos en todo el país.
-La elección en Santa Fe fue muy buena, de hecho, Sergio Massa ganó en Rosario por 8 puntos y también la ciudad de Santa Fe, cosa que hace mucho no sucedía con una candidatura nacional del peronismo, donde más que duplicó los votos respecto a las PASO. ¿Por qué creen que pasó eso?
- Y estuvimos muy cerca de ganar la provincia. Creo que ha sido un proceso de revelación. Hubo una primera postura de enojo y una segunda de análisis crítico respecto de lo que está pasando y de cuáles son las opciones. Y creo que la sociedad advierte que esto no se arregla ni incendiando un banco, ni rompiendo con la motosierra al Estado, ni eliminando las conquistas sociales. La sociedad empieza a actuar en defensa propia y se da cuenta de que las ideas extremas son solamente divertidas cuando las mira por televisión, pero cuando le impactan en la vida cotidiana son lastimaduras. Lo hice yo con el tema del transporte, cuando decidí a nivel nacional plantear el impacto sobre la vida de cada uno de la eliminación de los subsidios. Creo que eso reveló una situación y le dio a la gente la posibilidad de elegir. Quiero ser muy respetuoso con todos, pero quien está con Milei y lo va a votar ya puede renunciar al subsidio. Y hasta el día de hoy lo han hecho solo un poco más de mil de los 14 millones de usuarios. ¿Por qué? Porque cuando te toca directamente no te gusta que te impongan leyes de mercado en cuestiones que tienen que ver con lo social.
-En el contexto de una situación económica difícil ¿Cuál crees ha sido la capacidad de Massa para atravesar esta situación manteniéndose competitivo electoralmente?
-Las miradas y las respuestas. Este momento de crisis tiene muchas causas, entre ellas la deuda fenomenal que contrajo Mauricio Macri, 45.000 millones de dólares en dos semanas, para ganar una elección que después perdió. ¿Cómo se transita esa barbaridad? Ya tenemos la respuesta de Milei: recesión, privatización, enfriamiento de la economía, ley de la jungla, mercado. La posición que ha tenido Massa hoy ya los argentinos la están viviendo, porque esta es la forma de resolver las cosas. Ahora, no el 10 de diciembre. Hoy el asalariado ya no paga Ganancias, 16 millones de personas perciben la devolución del IVA para los productos de la canasta familiar, hay millones de personas que acceden a créditos para salir de esta emergencia. Todas estas medidas de contención que implementó Massa han hecho que la sociedad interprete quién te cuida y quién te lesiona. Y la incorporación de Macri en la campaña deja las cosas mucho más claras porque ya sabemos que van a la baja del empleo, a la eliminación del Estado. Uno puede enojarse con el Estado y siempre hay que mejora, pero su eliminación, el planteo de que es una organización criminal…Eso puede estar dicho en un libro de algún economista del siglo XVIII o XIX y queda entre las teorías para estudiar en la universidad. Pero la realidad de eso es inaplicable, es cruel y deshumanizante. Cuando están en juego los valores de la Argentina, más allá de los errores y de los rumbos, aparece el radicalismo de la autonomía universitaria, el peronismo de la justicia social, el socialismo de la salud pública. Aparecen aquellos que guardan los valores de la Argentina.
- ¿Qué tipo de campaña esperan hasta el 19 de noviembre?
-Lamentablemente quienes se quedan sin argumentos, entran en la agresión personal y la descalificación. Eso ya lo hemos visto en Estados Unidos con Trump y terminó con la toma del Capitolio, una cosa demencial. Lo hemos visto con Bolsonaro en Brasil y terminó con la ocupación del Planalto. Lo único que uno tiene que evitar son posiciones extremas, de violencia. Porque la violencia verbal está a un paso de lo permitido para otras cosas. Yo espero que cada uno diga lo que piensa, vote en consecuencia y reflexione sobre el impacto que tiene sobre su vida diaria y la de sus hijos y sus nietos y sus abuelos. Y aceptemos el resultado de la democracia y no la agresión persona, algo que aparece cuando se percibe que la sociedad no acompaña.
- ¿Qué país imaginan gobernar el año próximo en caso de que Massa gane el balotaje?
- Vamos a tener un 2024 primero de mucho diálogo político, de mucha apertura. Y segundo de mucha determinación. Después del ballotage el presidente va a tener un porcentaje muy alto de acompañamiento y eso le va a dar una legitimidad política que le va a permitir hacer las reformas que él quiere. Y esa es la desesperación de algunos sectores que ven que pierden. Vamos a tener un Massa con el 55% de acompañamiento como mínimo. Viene un tiempo de reformas y lo más importante de unidad nacional. Eso es lo que nos va a marcar el paso. Cuidando a los argentinos.
-Una de las principales propuestas de Massa es el gobierno de unidad nacional. Más allá de la obvia voluntad de llevarlo adelante ¿Creen que se puede concretar en el actual contexto con un sector de la sociedad enojado, agresivo?
-Siempre es posible. Porque quienes esperaban ganar en primera vuelta tienen que aceptar los resultados. No solo no han crecido electoralmente, sino que han disminuido su apoyo. Las posiciones extremas en la Argentina terminan por diluirse, ya hemos tenido muchas experiencias negativas con los extremismos que no construyen nada y terminan siempre por tirar por la borda los pocos acuerdos a los que se arriban en el país. Nosotros vamos a trabajar para lograr nuevos consensos dentro de la realidad que vivimos y me parece que Massa es el hombre indicado porque lo ha implementado en su administración. Su equipo en el ministerio de Economía lo armó no con sus amigos ni con los que somos parte de su espacio político sino con los mejores, con personas que apenas conocía y que hoy están dentro de su equipo en lugares principales porque buscó a los mejores, a los que él cree van a responder a las necesidades de Argentina.