Mayoraz sobre Milei: "No es un voto castigo; es un voto por el hartazgo social"
En diálogo con El Litoral, el candidato a diputado nacional por los libertarios celebró los resultados, y confió en poder "saltear" una segunda vuelta. Su explicación sobre las propuestas más polémicas del sector.
Mayoraz sobre Milei: "No es un voto castigo; es un voto por el hartazgo social"
El actual diputado provincial y candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza, Nicolás Mayoraz, analizó los resultados que obtuvo Javier Milei en la provincia, donde los diecinueve departamentos se pintaron de violeta. Admitió que sorprendió la contundencia de los datos, y aclaró que no fue "un voto castigo", sino una expresión del "hartazgo" de la sociedad.
- ¿Sorprendieron los resultados en la provincia?
- La veíamos venir porque en estas últimas semanas fuimos viendo que Javier despertaba interés y atención; lo comprobamos en la última visita que hizo a la ciudad de Santa Fe. Fue una cosa impresionante. En estos días, la gente iba a buscar la boleta a nuestro búnker en Santa Fe; entraban todo el tiempo pidiendo boletas y se anotaban para fiscalizar. Por lo tanto, esperábamos un muy buen resultado pero no en el nivel de votos que se terminó dando. Eso fue contundente.
- ¿Qué lectura hace sobre el triunfo en los 19 departamentos, incluso cuando en las primarias provinciales, las opciones más votadas fueron otras?
- Cuando nos decían que las elecciones de los sectores de Milei en los comicios provinciales eran malas, nosotros advertíamos que cuando llegara la instancia nacional, eso iba a cambiar porque claramente en las elecciones locales no se estaba eligiendo a Milei. Y no nos equivocamos. Para nosotros y nuestro espacio en Santa Fe, por supuesto que es un aliciente, tanto para nuestros candidatos a diputados provinciales como para concejales. Claramente cuando la gente elige, lo hace sobre la base de lo que le toca vivir; sabe bien qué está eligiendo y para qué cargo. Por eso se dan las situaciones que se dan acá en Santa Fe y lo vemos, por ejemplo, cuando se elige gobernador de un signo y diputados de otro. Tenemos un sistema electoral (en la provincia) que hace que un resultado no esté atada a otro.
- ¿El mensaje que más arraigó es el de 'terminar con la casta política'?
- Ese mensaje se hizo notar pero no es que sea un voto bronca y que después vuelve a otro opción; no es que las PASO se usaron para castigar. Yo creo que la gente lo ha elegido a Javier Milei para que conduzca este cambio y este proceso que va a llevarnos a salir de esta situación de hartazgo. Pongámosle la etiqueta que queramos, pero esto tiene que ver con una cuestión de que la gente no quiere más esto y como dice Javier, una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre. Es dejar de votar a los mismos de siempre.
- ¿El 'que se vayan todos' se plantea como un modelo 'antisistema', teniendo en cuenta que en el espacio hay muchos referentes como usted u otros dirigentes locales que ya están en política?
- En mi caso, no me considero parte del sistema; entré hace tres años y medio, y hago lo que puedo con un bloque reducido dentro de la Legislatura. No somos parte para nada de la estructura política; no hemos gobernado nunca en la provincia. Por eso creemos que podemos representar esas ideas de Javier Milei. Tenemos coincidencias; las hemos hablado más de una vez. El resultado logrado ayer habla de que hubo un trabajo de estructura de parte nuestros equipos. Cuidamos el voto; armamos todo en los últimos meses con voluntarios. Una estructura de trabajo muy buena frente a lo que tienen los grandes aparatos políticos que tienen fiscales en todas las mesas. Logramos cubrir fiscales en todas las escuelas de las principales ciudades y respondieron muy bien. Tenemos que cuidar, repetir y ampliar en octubre esta elección.
- Además del mensaje sobre 'terminar con la casta', Milei ha tenido otros que generaron polémica sobre la pérdida derechos, 'quemar el Banco Central', vender órganos o dolarizar la economía. ¿Qué puede decir sobre ello?
- Muchas de esas ideas implican diferente gradualidad. Pero la primera que tengo que dejar afuera es la de la venta de órganos. Ésa fue una cuestión que Javier usó para explicar cómo funciona el mercado pero no es una política de estado de gobierno; ni siquiera está dentro de las propuestas de Javier Milei. En ese sentido, quiero dejar tranquila a la ciudadanía. Hay otras reformas que son graduales y que requieren distintos pasos previos para su implementación, como la dolarización de la economía o la eliminación del Banco Central. Algunas de esas medidas van a llevar hasta tres generaciones, con lo cual, estamos hablando de que hay cosas que van a llevar muchos años para implementarlos. Pero que en algún punto hay que empezar. Otras son inmediatas, por ejemplo, en materia de seguridad. Tenemos que terminar con el flagelo del narcotráfico; eso no resiste ninguna demora y Javier está dispuesto a hacerlo de entrada. Eso es, 'el que las hace las paga' como una descripción o resumen de lo que tenemos que hacer. Ésa es una decisión tomada; acá faltan gobernantes con decisiones políticas en esa materia. Lo sufrimos y lo padecimos con Omar Perotti; cuando no hay una política de estado ni una decisión política de combatir al crimen organizado, las consecuencias se ven inmediatamente en la calle.
- ¿En materia de salud y educación pública?
- Algunos estaban preocupados porque se acababa la educación gratuita; no se acaba la educación gratuita. Javier Milei lo que lanzó en una discusión en un programa es el tema de los boucher, que se pueden dar gradualmente o de manera experimental. Eso no implica terminar con la educación gratuita, sino devolverle al ciudadano la capacidad o posibilidad de elegir dónde quiere que vayan sus hijos. Es un sistema que se implementa en algunos distritos de Estados Unidos y en otros países. Es una suerte de crédito que lo puede utilizar el ciudadano en la escuela de su preferencia a la que desea enviar a sus hijos, y con eso cubre la matrícula o buena parte de la matrícula. Pero eso no significa que el Estado no siga proveyendo algo tan esencial como la educación.
- ¿Creen que pueden ganar en primera vuelta?
- Sí, claro que sí. Nos esperanzamos con estos resultados. Ahora, tenemos que salir a buscar al electorado que no fue a votar y que quizás es el más reacio a este sistema, o el que menos quiere participar. Ése es al que hay que ir a convencer; gente que a lo mejor desconfía del sistema. Sería el sector con mayor cercanía ideológica a lo que estamos proponiendo. También, a un electorado que tal vez participó de otra interna para favorecernos. Lo mismo con quienes fueron a votar sin mucho convencimiento; tal vez, ante la contundencia de este triunfo, ahora se terminen convenciendo.