El papa Francisco y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mantuvieron esta mañana un encuentro a solas que se prolongó unos 20 minutos, informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Tras la reunión, el pontífice y la mandataria argentina almorzaron en la residencia Santa Marta, donde se aloja Francisco en estos días hasta que esté preparado el apartamento papal en el palacio apostólico.
Tras el encuentro a solas, el papa saludó a la delegación que acompañaba a la mandataria argentina.
Cristina Fernández ha sido la primera jefa de Estado recibida por el papa Francisco.
“¿Puedo tocarlo?”, le preguntó la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al papa Francisco, quien respondió con un beso, mostrando distensión e informalidad en su primera audiencia con un jefe de Estado en el Vaticano como sumo pontífice.
“Sí, puede tocar, puede”, le respondió el papa, tras lo cual la mandataria argentina lo tomó del brazo diciendo: “¿Puedo tocar? Bueno, gracias”. Y el argentino Jorge Mario Bergoglio la saludó con un beso en la mejilla.
“Nunca un papa me había besado”, exclamó la jefa de Estado, sonriente.
El primer encuentro entre Fernández de Kirchner y Jorge Mario Bergoglio mostró un cambio notable respecto a la tensión y los altibajos que tuvo la relación entre ambos cuando el ahora papa era el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina.
El encuentro de hoy, en cambio, fue distendido y con detalles de la informalidad que Francisco ya demostró en sus primeros días como papa.
Antes de dialogar a solas se intercambiaron varios presentes.
Fernández de Kirchner le regaló un equipo de mate, que se encargó de abrir y mostrar cada uno de sus componentes sacándole el papel de envoltorio. “Vamos a romperlo porque trae buen augurio romper los papeles” de regalos, expresó la dirigente peronista, haciendo referencia a una costumbre argentina.
El equipo contenía un mate de calabaza y plata y su bombilla, un termo para el agua y dos recipientes para la yerba mate y el azúcar. “Yo tomo amargo, pero no importa”, le dijo el papa. “Bueno, pero por ahí viene alguno que le gusta dulce”, respondió de inmediato la jefa de Estado.
Bergoglio le regaló en tanto una mayólica de bronce de la Plaza de San Pedro y un libro con la concluxion de la V Conferencia General del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) celebrada en 2007 en la localidad brasileña de Aparecida, que fue presidida por el ahora papa.
“Ayuda a ‘pescar’ lo que pensamos los obispos latinoamericanos”, le explicó Bergoglio a Fernández de Kirchner.
Según dijo a Efe el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se considera el encuentro como un “gesto de cortesía y afecto” hacia la jefa de Estado y al pueblo argentino, de donde procede el Papa.
El portavoz subrayó que no se trata de una visita formal o de Estado, sino un gesto de cortesía, de cariño hacia su tierra argentina.
La relación entre el papa Francisco, hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, y los Kirchner ha sido bastante tensa en los últimos años, sobre todo tras la aprobación de las leyes sobre el aborto y el matrimonio homosexual.
La última audiencia en privado entre Fernández de Kirchner y Bergoglio tuvo lugar en 2010. (Télam | DPA)