A medida que se acerca la apertura de sesiones ordinarias, que por decreto se cambió a horario nocturno (21 hs. de este viernes 1° de marzo), Casa Rosada activó una maratón de reuniones que no cesan desde el lunes pasado.
Evitar pujas internas y seguir los lineamientos que hasta ahora le permitieron avanzar con su plan económico, fue el pedido del presidente a los legisladores de LLA.
A medida que se acerca la apertura de sesiones ordinarias, que por decreto se cambió a horario nocturno (21 hs. de este viernes 1° de marzo), Casa Rosada activó una maratón de reuniones que no cesan desde el lunes pasado.
Con el conflicto de Chubut como telón de fondo, fueron pasando por las oficinas de Guillermo Francos (Interior), el gobernador chaqueño, Leandro Zdero, el salteño Gustavo Sáenz y el rionegrino, Alberto Weretilneck. Todos dejaron frases alusivas a encontrar soluciones a las diferencias entre Nación e Ignacio Torres y sus pares de la región petrolera y gasífera. “Lo que tenemos que hacer es tratar de calmar las aguas”; “encontrar consensos y diálogo”, remarcando que “la intención de los gobernadores de la Patagonia es hablar y conversar”.
En esa línea, el jefe de Estado convocó a mitad de semana a los legisladores de La Libertad Avanza. Luego de dos horas de cónclave, donde hubo algunas ausencias, los diputados manifestaron casi al unísono que su jefe les había marcado, antes que nada, evitar pujas internas y seguir los lineamientos que hasta ahora le permitieron avanzar con su plan económico.
Milei trazó un diagnóstico positivo de estos casi 80 días de gobierno en los que se alcanzaron metas inesperadas. Entre ellas, destacó los superávits gemelos, la baja inflacionaria y el comienzo del equilibrio contable en el Banco Central. Un dato que reuniría las condiciones necesarias como para que la entidad desactive el cepo -sin necesidad de endeudamiento- pero que, de todos modos, según señaló, todavía requiere un compás de espera más amplio.
La idea de segmentar el megaproyecto, que él mismo decidió bajar de la cámara baja, no fue señalado como un punto que necesite celeridad. “Por ahora no vamos a enviar nuevas iniciativas al Parlamento”, apuntó uno de los dirigentes que estuvo presente en el encuentro, y que agregó: “Vamos a continuar en la misma línea. Si no hay apoyo de los mandatarios provinciales y sus representantes en el Congreso, bueno, nos sobran las herramientas institucionales para sostener nuestro plan y objetivo de máxima que es el déficit cero”.
La diputada María Celeste Ponce manifestó que “analizaron que las expectativas de la sociedad son positivas”, y añadió: “Sabemos que es una situación difícil, pero la verdad es que la gente está dispuesta a acompañarnos”. En referencia al discurso que va a ofrecer en horas el titular del Ejecutivo en el palacio legislativo, puntualizó que “espera a Javier Milei, al mismo de siempre, al que viene siendo desde antes de ser presidente y el que es ahora”.
Por la tarde hubo un invitado especial a la mesa del primer mandatario, nos referimos al jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, quien fue convocado por el propio líder libertario bajo la consigna de armar una estrategia parlamentaria conjunta entre el macrismo y LLA, de cara a un año que se percibe con mayores resistencias desde los grupos opositores que se sienten avasallados por la impronta de la administración central que no deja de recortar recursos en diversas áreas del sector público.
Al salir por la explanada de Casa de Gobierno, el titular de la bancada de Propuesta Republicana también optó por bajar los decibeles a las discusiones por los fondos coparticipables, al remarcar: "Escuché últimamente a Nacho Torres, y se va encaminando el diálogo, que tenemos que recorrer, mucho más, aquellos que pensamos en el cambio".
Con respecto a la situación general, Ritondo comentó que con el presidente Milei "hablamos de la situación económica, de cómo los números empiezan a ir a la baja, de la acumulación de reservas que está haciendo el BCRA, el camino del ajuste fiscal, del resultado que está dando la política económica, lógicamente, de la herencia recibida de 56% de pobres en la Argentina", y subrayó que “es una herencia muy dura para un plan económico que necesita de un ajuste”.