Sábado 12.12.2020
/Última actualización 19:51
El National Security Archive, una entidad académica de los Estados Unidos, publicó recientemente documentos desclasificados de la diplomacia de ese país sobre el arquitecto Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1981, en los cuales los funcionarios de la última dictadura militar intentaban desprestigiar la figura del fundador del Servicio de Paz y Justicia como un promotor del “terrorismo”.
La información figura en al menos 13 documentos que se encontraban en los archivos de la CIA, el FBI y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, que dan cuanta de las repercusiones que generó entre las autoridades castrenses argentinas la noticia de la obtención del Nobel para Pérez Esquivel.
“En todos los materiales vemos un esfuerzo por desprestigiar la figura de Pérez Esquivel y ligarla con las organizaciones armadas y el terrorismo. Algo que en más de una ocasión era desacreditado por los funcionarios estadounidenses que remitían los cables diplomáticos hacia Washington”, señaló en diálogo con Télam Carlos Osorio, director de documentación del National Security Archive para el Conosur.
Este organismo con sede en Washington se dedica revelar la información y los documentos de la diplomacia, las agencias de seguridad y las instituciones militares de Estados Unidos sobre conflictos políticos y sociales.
Gracias a un convenio la información compilada por este organismo estadounidense puede consultarse en la página web de la Comisión Provincial de la Memoria.
“Los esfuerzos argentinos por desacreditar su reputación no sorprenden. Su caso claramente socava la propaganda del GOA [Gobierno de Argentina] de que sólo terroristas violentos fueron víctimas de la ‘guerra sucia’”, puede leerse en uno de los materiales desclasificados que pertenecen al Departamento de Asuntos Humanitarios del Departamento de Estado.
Este documento se redactó el 20 de octubre de 1980, seis días después de conocerse la noticia de que Pérez Esquivel había sido elegido para obtener el premio Nobel de la Paz.
“Reacción del GOA (Gobierno Argentino) al Premio Nobel”, el título de un documento elaborado por la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires.
Allí se describía la versión de los militares de que las actividades de Pérez Esquivel permitieron que las organizaciones guerrilleras “obtuvieran inmunidad, en el medio de la 'guerra interna' que se libraba en el país desde 1969”.
A fines de 1980, el consejero de seguridad nacional Zbigniew Brzezinsky informa sobre el titular del Servicio Paz y Justicia que “el gobierno (argentino) ha sugerido indirectamente que puede haber contribuido al terrorismo".
“Nuestra Embajada no tiene conocimiento de información que corrobore el cargo. De hecho, es un firme defensor de la no violencia ghandiana”, sostiene el funcionario estadounidense.
“Lo que se ve en los materiales de este caso o de otros es que existe una tensión en la diplomacia de Estados Unidos de ese entonces. Una línea quería denunciar las violaciones a los derechos humanos que se cometían y otra era partidaria de tener una mirada más contemplativa con los militares”, indicó Osorio, chileno que lleva varios años radicado en Estados Unidos.
La detención de Pérez Esquivel, ocurrida en 1977, fue un asunto de “alto interés” para la embajada estadounidense e incluso varios congresistas que intervinieron para su liberación, algo de lo que se da cuenta en estos trece documentos.
“Hay documentos sobre la agregaduría militar de Estados Unidos donde se desmiente de forma categórica que se pueda considerar a Pérez Esquivel como un terrorista”, apuntó Osorio.
Los materiales revelados pertenecen a una desclasificación sobre la dictadura argentina llevada a cabo el año pasado tras un pedido cursado por el Gobierno argentino.
El National Security Archive trabaja con información desclasificada sobre la dictadura tras un pedido que en 2002 realzaron al Departamento de Estado las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
En la actualidad, el organismo trabaja en la publicación de documentos sobre la detención de ciudadanos chilenos en Buenos Aires en 1976, en una operación vinculada al Plan Cóndor, la coordinadora represiva desplegada por las dictaduras militares del Conosur en los años ’70.