Miércoles 18.12.2024
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La expulsión del entrerriano Edgardo Kueider del Senado, tras haber sido detenido en Paraguay con u$s 200 mil dólares sin declarar y ser acusado de contrabando, fue el sorpresivo resultado de una sesión en la que se discutía si tomar esa medida o limitarla a una suspensión. La sesión se vio atravesada por un fuerte debate político de especulaciones y acusaciones cruzadas vinculadas al hecho de que la banca del legislador, votado en la boleta del kirchnerismo pero últimamente alineado con La Libertad Avanza, pasará a ser ocupado por una integrante de La Cámpora, y modificará la relación de fuerzas en contra del oficialismo. Pero, de manera también inesperada, la discusión posterior viró a la validez de la reunión, considerando que durante su desarrollo fue presidida por Victoria Villarruel, que en ese momento debió estar a cargo del Poder Ejecutivo nacional, con el presidente Javier Milei en viaje hacia Italia.
Este viernes, Kueider había solicitado a la Justicia que se declare inválida la sesión, alegando que Victoria Villarruel se encontraba a cargo del Poder Ejecutivo, ante la ausencia de Javier Milei, y no podría presidir el Senado. En la mañana de este lunes, la defensa del senador de Entre Ríos amplió la medida cautelar, agregando declaraciones radiales del Presidente, en donde asegura que la sesión es "inválida".
Edgardo Darío Kueider, ex senador nacional por la provincia de Entre Ríos. Archivo El LitoralDesde la defensa de Kueider, señalaron que esa "manifestación pública" fue una "confesión expresa extrajudicial", y agregó: "No puede rebatirse en este proceso en forma alguna que Victoria Villarruel ejercía el cargo de presidente al momento de los hechos denunciados". Al día siguiente de la destitución, desde Casa Rosada, capturas de chat de por medio, afirmaron haberle comunicado a la vicepresidenta de la Nación que el jefe de Estado estaba partiendo hacia Italia.
Debate jurídico
El escrito, de 43 carillas, señala como momento clave el cuarto intermedio que hubo a las 15.08, antes de la votación del Senado. "Ese cuarto intermedio genera la suspensión de la asamblea y fracciona la continuidad del acto. Ante ello, si bien al inicio de la sesión la misma es válida y durante su primera parte la Sra. Villarruel actuó en una solución de continuidad, el cuarto intermedio opera como una interrupción del acto originario y de esa solución de continuidad", planteó el abogado.
También, en esta segunda presentación, desde que la Cámara alta aprobó la remoción de Kueider por unanimidad, fueron contempladas las expresiones de Milei respecto a que la sesión fue "inválida", quien también señaló que "se podría hacer nuevamente" y que "la escribanía interactuó" con la secretaria de la presidenta del Senado.
Villarruel presidió la sesión de la expulsión de Kueider con Milei en el exterior y el presidente la calificó como "inválida".La discusión formal sobre la situación de Kueider se cifra en que su expulsión no corresponde, porque la sesión era inválida, y la sesión era inválida porque Milei estaba fuera del país. Esta afirmación se basa a su vez en la premisa de que una vez que el Presidente sale del país, el vicepresidente automáticamente queda al frente del Poder Ejecutivo, aunque el acta de traspaso del poder la firme más tarde. Y que, con acta o sin acta de transferencia formal del mando (el escribano la llevó para la firma de la vice a las 19, después de la sesión), Villarruel estaba al frente del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, para muchos, como el presidente provisional del Senado Bartolomé Abdala, eso tampoco inhibe a Villarruel de presidir la sesión del Senado, porque no vota (excepto en un caso de empate, como fue con la ley Bases, pero no en este caso).
La votación para expulsar a Kueider. Pero más allá de la validez o no de la sesión, otro punto central del debate formal tiene que ver con las garantías de Kueider, es decir, si se siguió el debido proceso. La pregunta que se hace al respecto es si, más allá de la "flagrancia", se puede expulsar a un legislador sin darle la oportunidad de que haga su descargo.
Otros casos
Algunas respuestas a estas cuestiones pueden encontrarse en los antecedentes, sin que sirvan como definición categórica y aplicable a todos los casos. Pero habilitan un repaso.
El antecedente más inmediato es el del diputado Juan Emilio Ameri, a quien se resolvió expulsar luego de que, durante una sesión a mediados del 2020, que estaba realizándose en formato virtual a raíz de la pandemia de covid-19, quedó escrachado por realizar "exhibiciones obscenas" junto a su mujer, a quien le besó los pechos creyendo que la cámara estaba apagada. Ameri no llegó a ser echado, sino que renunció a su banca.
El 25 de octubre de 2017, el entonces diputado nacional Julio de Vido fue desprovisto de sus fueros en una sesión en la que los miembros de su bloque, el Frente para la Victoria, se ausentaron mayoritariamente, mientras que seis votaron a favor. La votación ocurrió ocho días después de que una Cámara Federal ordenara su detención por la causa de presuntas irregularidades en el manejo de fondos públicos vinculados a Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
En 2005, el Senado suspendió a Raúl Ernesto Ochoa hasta el final de su mandato en diciembre de ese año. La medida se basó en que había votado dos veces en las elecciones celebradas el 14 de octubre de 2001, y a la espera de que la Justicia deje firme la sentencia.
En tanto, la diputada Norma Ancari de Godoy también estuvo a punto de ser expulsada, pero renunció a su banca el 8 de abril de 2002. La bonaerense había amenazado de muerte a un dos integrantes de un programa televisivo, según quedó grabado en imágenes, en inmediatamente la comisión de Asuntos Constitucionales dictaminó la exclusión del cuerpo de la diputada por "desórdenes de conducta".
En 1995, el diputado Eduardo Varela Cid fue sancionado por corrupción tras haber admitido que pidió coimas a empresarios postales a cambio de cambiar artículos clave de la controvertida ley de privatización del Correo argentino. En este caso tampoco se le aplicó la expulsión, sino una suspensión hasta el final de su mandato.
En 1988, el diputado bonaerense carapintada Horacio Cambareri usó los medios institucionales de la Cámara baja para manifestar su apoyo a la sublevación militar en Monte Caseros, liderada por Aldo Rico contra el Gobierno constitucional de Raúl Alfonsín. Su actitud fue calificada como "desórdenes de conducta" y fue suspendido sin goce de dietas solamente por tres sesiones.
La Cámara baja también declinó los pliegos de los diputados nacionales electos Antonio Domingo Bussi por Tucumán (en 1999) y Luis Abelardo Patti por Buenos Aires (en 2005) dado que estaban implicados en causas por delitos de lesa humanidad. Pero en estos casos no fueron expulsados ni suspendidos, sino que se les impidió asumir.
El 18 de abril 1991, el diputado catamarqueño Ángel Luque fue expulsado por "indignidad moral" por afirmaciones vertidas en una entrevista periodística vinculada a la desaparición de la joven María Soledad Morales, cuando su hijo Guillermo quedó detenido y acusado de participar en el homicidio. "Un padre siempre va a proteger y a encubrir a su hijo, cualquiera sea su condición social. Y yo tengo el suficiente poder y la estructura como para que ese cadáver, si lo hubiera matado mi hijo, no apareciera nunca más", había expresado Luque.