(Secretario de Desarrollo Ecosistémico y Cambio Climático en Ministerio de Ambiente y Cambio Climático Santa Fe)
"Ahorrar energía en nuestras viviendas está en nuestras manos", sostiene en este texto un investigador que forma parte de los equipos del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático.
(Secretario de Desarrollo Ecosistémico y Cambio Climático en Ministerio de Ambiente y Cambio Climático Santa Fe)
El último balance energético 2021 de la Secretaria de Energía de la Nación establece que el sector residencial es el que más energía consume después del de transporte, con un 27% del consumo final.
Desde el punto de vista de la crisis climática, es tan relevante la eficiencia energética que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) reporta en su último informe que "para 2050, los estudios muestran que se podría mitigar hasta el 61% de las emisiones globales de los edificios. Las políticas de suficiencia que evitan la demanda de energía y materiales aportan un 10% a este potencial, las políticas de eficiencia energética aportan un 42% y las políticas de energías renovables, un 9%". O sea, que por lejos las políticas públicas de mayor impacto frente a la crisis climática que podemos realizar en nuestras viviendas, comercios, hospitales, establecimientos educacionales, etc. son las de eficiencia energética.
Las viviendas argentinas, de acuerdo a distintos estudios, pierden energía por varias partes, lo que limita seriamente su confort y genera gastos innecesarios. Las viviendas eficientes aumentan el confort térmico y reducen el consumo de energía. La eficiencia energética no consiste únicamente en reducir su consumo, sino en aprovechar al máximo la que se usa y evitar el malgasto. Así, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es importante pensar que la construcción o la remodelación de una vivienda mirándola como una necesidad para aumentar su eficiencia, supone la incorporación de materiales aislantes térmicos en paredes, techos, puertas y ventanas, y el uso de fuentes de energía renovables. Además, están las soluciones tecnológicas, como la iluminación con luces LED, los electrodomésticos eficientes y los sistemas inteligentes de control y optimización de los consumos.
El aislamiento de la envolvente de una vivienda además previene la aparición de patologías como filtraciones, humedades o moho, causantes de enfermedades respiratorias.
La provincia de Santa Fe es la única que tiene una Ley de "Etiquetado de eficiencia energética de inmuebles destinados a vivienda" (Ley N° 13.903), que fue reglamentada por el decreto 458 de 2022. Permite etiquetar las viviendas construidas o certificar las que se van a construir.
La etiqueta, al igual que en los electrodomésticos, indica la eficiencia con letras de la A (inmueble eficiente energéticamente) hasta la G (inmueble sin eficiencia energética). Las clasificaciones A y B pueden ser las más eficientes, mientras que la C y la D hacen referencia a una eficiencia media. La E y la F indican que la construcción es poco eficiente, y la G que se encuentra en el punto más bajo de la escala de certificación.
Al comprar o alquilar una vivienda la Etiqueta de Eficiencia Energética (EEE) es un dato importante para que se pueda tomar la decisión correcta, si alquilar o comprar, o no hacerlo; qué tipo de refacciones debo hacer, como aislar térmicamente la vivienda; o reemplazar electrodomésticos por aquellos de bajo consumo.
La mejora de la eficiencia energética de espacios habitables puede ayudar a reducir el consumo de energía para acondicionamiento térmico interior en más del 50%, lo cual impactará tanto a nivel individual como a nivel nacional.
Los beneficios que brinda el etiquetado de eficiencia energética en las viviendas lo podemos resumir de la siguiente manera:
Reduce el consumo de energía. Conocer las características constructivas y las instalaciones de una vivienda permite identificar las causas que producen humedades y patologías, déficits en la calefacción, falta de confort, entre otros problemas que generan aumento del consumo energético. Identificando estos puntos de conflicto, se puede actuar sobre ellos para eliminar problemas y disminuir instalaciones y uso en climatización/refrigeración, reduciendo la demanda de energía.
Ahorro económico. Reducir el consumo de energía baja las facturas de electricidad y gas.
Diferenciar en el mercado inmobiliario. Una vivienda que tenga la EEE, permite comparar, agrega valor al inmueble.
Mejora las condiciones de confort. Una vivienda con calificación A requiere muy poca calefacción o ninguna durante el invierno o del aire acondicionado en verano.
Respeto por el medio ambiente. Se reduce el consumo de muchos recursos naturales no renovables, lo que contribuye a preservar y cuidar el medio ambiente.
Comparación de tarifas
"Hagamos un ejercicio analizando cómo se comporta una vivienda según su consumo de energía eléctrica en verano y luego comparamos el costo según las tarifas de algunas empresas distribuidoras de energía eléctricas. Esto lo hacemos para el caso de ingresos altos según la segmentación energética que se aplica, para ello comparamos las tarifas de EDENOR, EPE y ENERSA", indica una nota de colaboración de la Secretaría la Desarrollo Ecosistémico y Cambio Climático en Ministerio de Ambiente y Cambio Climático Santa Fe.
"Suponemos que la vivienda analizada consume 539 (kWh/mes), este valor se obtiene en función de los equipos instalados (USOS) y las horas de funcionamientos consideradas", sigue el informe oficial.
"Como vemos el mayor consumo energético se da en la climatización/refrigeración de la vivienda. Desde ya, en Argentina, como en la mayoría de los países en climas templados o fríos-templados, el consumo de refrigeración es el mayor consumo doméstico. Normalmente esto se debe a que las viviendas tienen pérdidas, estas se producen en las paredes, techos, aberturas, piso, etc. y las renovaciones de aire son necesarias para la salubridad y confort de la vivienda", explica la fuente oficial.
"Por tal motivo es importante trabajar para mejorar la envolvente de la vivienda mediante la utilización de aislación térmica, que tendría un impacto muy significativo en el consumo de energía, para ello existen tecnologías disponibles, que se encuadran en las normativas de IRAM, los ahorros de energía estarían en el orden del 50% al 65% de lo usado en refrigeración".
"Ahora veamos cuanto gastaría la vivienda en función de las tarifas energéticas de las empresas distribuidoras, para ello consideramos el Cargo Fijo o Cuota de Servicio y un cargo variable en función de la energía consumida (kWh/mes), haciendo las consideraciones que correspondan según la forma que tiene cada empresa de facturar esta energía, es importante aclarar que no se consideran los impuestos que correspondan", indica.
"Como vemos existe una importante diferencia de los que se paga por la energía eléctrica que se ha consumido, esto justifica en trabajar para tener viviendas más eficientes, y podemos concluir que la renovación de la envolvente de una vivienda no solo proporciona importantes ahorros de energía y un menor impacto ambiental, sino que incide directamente en el bienestar y en la calidad de vida de las personas", subraya.
Resolución nacional
La Secretaría de Energía de la Nación creó recientemente por la resolución N°5 el Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas. En Santa Fe ya existe, por una ley del gobierno provincial anterior, que el actual ha reglamentado por decreto en marzo del año pasado.