El presidente de la Nación, Alberto Fernández, se reunirá este martes con su par de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Alvorada, de Brasilia, en una visita que hará junto al ministro de Economía, Sergio Massa.
El objetivo del encuentro es avanzar en más acuerdos comerciales, incrementar el comercio bilateral y agilizar mecanismos destinados a disminuir la salida de dólares por las importaciones que se traen desde Brasil.
Una vez oficializado el acuerdo, las compañías importadoras argentinas podrán pagar en pesos sus compras y el gobierno de Brasil los convertirá a reales.
Massa, por otro lado, buscará avanzar en el financiamiento de importaciones a 365 días, un mecanismo que apunta a postergar el uso de divisas y así facilitar las operaciones entre empresas de ambos países.
Si bien esa medida había sido acordada a fines de enero durante la primera visita de Lula a la Argentina, no se la pudo poner en marcha entre febrero y marzo, como estaba previsto, lo que contribuyó a complicar el panorama de las reservas.
Lula da Silva y Alberto Fernández. Crédito: Télam
La intención es similar al acuerdo suscripto con China y anunciado la semana pasada por el cual el comercio entre los dos países se podrá hacer en yuanes, evitando de esta manera presionar aún más sobre las exhaustas reservas del Banco Central.
También se buscará poner en marcha un mecanismo para financiar esas operaciones en el mercado de capitales a través de fideicomisos u otros instrumentos financieros con pagos en reales.
Otro tema de la amplia agenda serán las líneas de inversión que faciliten la construcción del gasoducto en Vaca Muerta, ya que parte de los caños que se utilizan para la obra provienen de Brasil.
El secretario de ejecutivo del Ministerio de Hacienda brasileño, Gabriel Galípolo, explicó que el nuevo esquema prevé dejar entre paréntesis la utilización de moneda norteamericana para comprar insumos desde Brasil, a través de un mecanismo de financiamiento desde el sistema bancario brasileño hacia empresas exportadoras que trabajen con clientes argentinos.
"Llevamos algún tiempo discutiendo lo que llamamos crédito a la exportación. De hecho, es financiamiento para empresas brasileñas que venden a la Argentina, y son estas empresas las que importan servicios y bienes de Brasil", explicó Galípolo.
Señaló que "en los últimos cinco años, por la ausencia de mecanismos en Brasil para financiar las exportaciones brasileñas y las importaciones argentinas, perdimos aproximadamente US$ 6.000 millones de espacio en la balanza comercial con Argentina a China, lo que ha ido posibilitando mecanismos de financiamiento en alternativas en medio del pago", dijo.
Consideró "importante que estas líneas de exportación son financiaciones que pagan directamente a las empresas brasileñas. El riesgo y la complejidad de la situación es siempre menor que el riesgo financiero tradicional, cuando financias una empresa y no sabes si la empresa podrá vender o no, porque la demanda de sus productos existe".
Según detalló el viceministro de Hacienda, alrededor de 210 empresas brasileñas comercian con Argentina, a quien las autoridades del vecino país consideran "un importante socio comercial, principalmente en productos industriales, que tienen mayor valor agregado".
"El problema que existe es la convertibilidad de la moneda. Va a vender en pesos en Argentina, y cuando tenga que pagar ese préstamo acá, lo que va a pasar es que tiene un problema de convertibilidad. ¿Será suficiente el volumen de pesos obtenido de la venta, cuando se convierta a real, para pagar la deuda? Toda la complejidad de la estructura es como logro resolver el problema de la convertibilidad en un comercio que hoy se realiza con una moneda de un tercer país que no participa en ese comercio", dijo Galípolo, en referencia al dólar estadounidense.
Según explicó, el BNDES (Banco Nacional de Desenvolvimento Económico e Social) jugaría un rol decisivo en ese esquema.
"El BNDES tiene mucha experiencia en eso, el financiamiento de exportaciones. El papel del BNDES es fundamental en ese proceso, pero obviamente hay toda una gobernanza interna del BNDES desde el punto de vista de las garantías, requisitos que deben ser cumplidos y el BNDES viene apoyando y participando de esas discusiones", dijo Galípolo.
Sostuvo que "todos los bancos multilaterales hoy hemos tenido un diálogo sobre el tema de Argentina. En el caso del Nuevo Banco de Desarrollo, tiene un peso adicional porque estamos hablando de un segundo país, que actualmente es el principal socio comercial, que es China. Tener un socio como China junto en este diálogo es muy relevante y ayuda mucho".
El esquema permitiría acelerar el ritmo de importaciones: la gran mayoría de estas autorizaciones en el sistema SIRA demoraban 180 días.
Con los yuanes pasarían a ser autorizados en 90 días. El plan oficial incluye programar un volumen de importaciones en yuanes por más de USD 1.000 millones a partir del mes que viene, que reemplazan el uso de dólares del Banco Central.
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