Entre las múltiples lecturas posibles que una elección arroja, y más tratándose de unas Paso, que no definen todavía los cargos, quedan muy visibles en un primer punteo -entre otros-, los siguientes “datos” para un análisis provisorio.
Los números de Milei, la victoria de Bullrich sobre Larreta y la elección de Massa; son algunos de los tópicos para desmenuzar.
Entre las múltiples lecturas posibles que una elección arroja, y más tratándose de unas Paso, que no definen todavía los cargos, quedan muy visibles en un primer punteo -entre otros-, los siguientes “datos” para un análisis provisorio.
1) La enorme elección de Milei, el disruptivo candidato liberal. Sin aparato provincial, con pobres perfomarnces en las elecciones provinciales previas, Milei sobrepasó cualquier sondeo. La cantidad de votos cosechados a lo largo y a lo ancho del país, lo postulan como algo más que una novedad o una amenaza o un “quita votos”.
Es el candidato más votado individualmente y con él, también su construcción está primera en la preferencia de los votantes, por delante de Juntos por el Cambio y relegando al Peronismo como tercera fuerza. Y es, desde ahora y a fuerza de votos propios, un candidato muy firme a la presidencia.
2) La gran victoria de Patricia Bullrich en la “interna atractiva” de Juntos por el Cambio. La incógnita antes de las Paso era saber quién enfrentaría al oficialista Massa (¿o se puede aventurar también ahora: quién enfrentará a Milei?), la primera espada del justicialismo en cualquiera de sus variantes.
Con resultados contundentes, también Patricia Bullrich sacó chapa de candidata firme a la presidencia, frente a Rodríguez Larreta, que venía sellando acuerdos sucesivos con figuras que lo veían como el posible ganador…
3) La débil elección de Sergio Massa. Se esperaba un castigo hacia el oficialismo y hacia el gobierno nacional. Pero también desde allí esperaban una elección que deje mejor parado al candidato justicialista: no ocurrió.
Massa no fue individualmente el candidato más votado, como se esperaba en algún momento. Fue -está siendo al cierre de esta edición- el segundo candidato más votado, como marcaban los más pesimistas y más cerca de pelear con el tercero que con el primero...
El retocado peronismo ahora como “Unión por la Patria” quedó tercero, detrás de los libertarios y de Juntos por el cambio. Números bajos, muy bajos...
4) Un marcado giro hacia la derecha. La suma de votos de Milei y de Bullrich (opciones más extremas), a las que se pueden sumar las más moderadas de Rodríguez Larreta y de Schiaretti, indican que hay un giro muy marcado hacia “la derecha”.
Incluso, los eslóganes de campaña de los dos grandes ganadores de estas Paso (Milei y Bullrich) eran parecidos, y “extremistas”, terminantes, maniqueos. Milei hablaba de punto y aparte. Bullrich eligió “Si no es todo, es nada”. La gente, hasta aquí, parece elegir también cambios de fondo, modificaciones profundas y estructurales…
5) Escenario de “tres tercios”. La aspiración de un escenario de tres tercios, como sucedió en otras oportunidades, era buscado y bienvenido desde el kirchnerismo, como una suerte de “explosión controlada” destinada a derrumbar y “comer” votos de Juntos por el Cambio.
La deflagración fue mayor y el peronismo perdió votos que ponen en serio riesgo (incluso más que hasta ayer) su continuidad en el poder.
Todo queda abierto (incluso un escenario de balotaje con cualquiera de los tres adentro) para las generales, las que definen los cargos. Es, a pleno, la teoría de “los tres tercios”. En octubre sabremos cómo termina (o cómo comienza realmente…) esta historia.
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