El funcionario dice que además de canales y defensas se requieren políticas hídricas más allá de las jurisdicciones de cada provincia. Y “potenciar la forestación”.
Luis Rodrigo
politica@ellitoral.com
—¿A qué obedece la emergencia que vive Santa Fe?
—En lo macro, al cambio climático y a las lluvias muy importantes en toda la región. También a las napas muy altas, que pueden deberse al modelo productivo o a un ciclo natural... Ése es un tema sobre el que el INA y el Inta pueden decir más. Y obviamente, a que nos faltan obras e intervenciones, pequeñas en algunos casos y, en el caso del departamento Castellanos, una inversión de gran magnitud. Algunas se están ejecutando y otras se van a ejecutar a través de los Comités de Cuencas y de algunas localidades.
Además, carecemos de un plan director para todas las cuencas y en eso estamos trabajando. Queremos un plan que en la provincia identifique y cuando sea necesario redefina las cuencas, que priorice acciones estructurales y mantenimientos periódicos.
Por otra parte, queremos trabajar sobre medidas no estructurales, con el INA y con las facultades de Ciencias Hídricas y con las ingenierías, vamos a plantear cambios en el uso del suelo y para potenciar la reforestación. Son políticas macro que hay que trabajar, y se debe hacer a nivel regional, no se trata de intervenir en un distrito, en un departamento o en la provincia con este tipo de medidas no estructurales.
La impermeabilización del suelo nos preocupa especialmente. Uno supone que el agua que cae en un 70% debería ser absorbida y que menos de un 30% drenar por la superficie y correr por los canales. Pero vemos que no es así, que hoy es muy poco lo que el suelo toma de cada lluvia.
—En algunos aspectos parece faltar un plan director a nivel nacional.
—Es que también la promoción de cambios en las políticas productivas deben ser nacionales. Tenemos que fortalecer el funcionamiento de los Comités de Cuencas. Este año logramos mejorar el de La Picaza que involucra a Santa Fe, a Córdoba y a la Nación y el del Carcarañá. Este año nos planteamos con funcionarios cordobeses avanzar con el comité del Vila-Cululú.
—¿Está conforme con la respuesta ante la emergencia del Estado, sobre todo su Ministerio?
—Sí, creo que producida la emergencia hubo una respuesta correcta. Nos pusimos al servicio de Protección Civil, que iba definiendo las instancias de aportes de equipos o de técnicos, incluso para hacer una evaluación. Tuvimos una fuerte presencia en el territorio, peroobviamente que nos agarró en un momento en donde estábamos planteando un cambio de equipo desde hace un mes y medio, y encima en enero, con mucha gente de vacaciones. Las respuestas inmediatas las brindó Defensa Civil y nosotros el apoyo técnico con equipos propios.
—La evidencia de que hubo rutas que se cortaron ¿plantea prever infraestructura para otro tipo de inundaciones, o se piensa que éste es un fenómeno excepcional con pocas chances de repetirse?
—Nosotros veníamos trabajando con pequeñas intervenciones como ampliaciones de alcantarillas, la limpieza y el ensanche de canales. Evidentemente, el futuro Plan Director tendrá que tener en cuenta que hay nuevas variables para calcular la infraestructura en cuanto a recurrencia. E insisto, también debe planificarse teniendo en cuenta cuál es el nivel de absorción del suelo normal, porque no es lo mismo hacer obras para un suelo impermeable o de napas altas que para otro con condiciones normales o tradicionales. Hoy casi toda la lluvia va a los canales. —Desde hace un año largo se habla de las obras en Córdoba que aceleran sus excedentes hídricos, ¿influyeron en Santa Fe? —Hay que ver cada cuenca en particular, tenemos tres en común. Y es por la del Carcarañá que estamos en tensión con Córdoba. No corresponde hablar de litigio ni de diferendo. Lo que hace Córdoba con esa cuenca sólo tiene efectos aguas abajo en el Carcarañá. En su Comité de Cuenca, cuando Córdoba planteó que necesitaba hacer obras, nosotros las condicionamos a tres cosas: el desarrollo de un plan director, que va a contratar la Nación y que analice el real impacto de esas obras, que Córdoba dice que no es mayor al 15% la aceleración de caudales en el San Antonio. Y queremos que ese plan director indique si hay que hacer alguna otra obra de regulación en la cuenca alta de Córdoba de ese canal. Segunda condición: hacer otra obra en ese canal, que se hizo en el año ‘40 y saca los excedentes de la zona en común en el límite interprovincial. Es una inversión de $ 770 millones que la Nación ya anunció, va a contratar e incluye infraestructura para dar más seguridad a la localidad de Tortugas, que es la que más en riesgo está por esos caudales que provienen de Córdoba. La tercera condición es trabajar en un aliviador a la salida del río Carcarañá para bajar el efecto que éste tiene sobre la localidad de Oliveros. —¿Y en el resto de la provincia? —En el resto de nuestro territorio provincial todos los problemas que sufrimos son localizados, son propios. Salvo la cuenca alta del Vila Cululú. Por eso queremos que haya un Comité de Cuencas con Córdoba y la Nación. Allí se hicieron obras para regular el ingreso de agua de la provincia vecina a Santa Fe. Vamos a hacer una auditoría para ver si ha dado el resultado que esperábamos. Nos hemos comprometido con los productores y los vecinos de esa zona a ver si el alteo del camino, que está en el límite interprovincial, en la ruta 70 a San Francisco ha sido eficaz. Tampoco está claro el efecto de esta ruta sobre Ramona y otras localidades. El agua siempre ha venido de otras provincias y lo seguirá haciendo. El tema es si se alteró o no su aceleración aguas arriba y con qué canales.
Con el decreto a mano —Da la impresión de que además de obras faltó información; una información de base respecto de cuáles son los volúmenes de agua en Córdoba, de cuáles las proyecciones por lluvias locales o los efectos, reales o no, del modelo productivo... —Sí, puede ser. Pero también nos faltan obras, esa es la realidad. A veces no se han podido hacer canales por conflictos entre productores, y se han demorado muchas veces por la posibilidad de poder lograr el consenso de todos los involucrados. Pero el gobernador ha decidido cambiar esto y agilizarlo. Vamos hacer las obras con el derecho que tenemos los santafesinos de pasar por el campo de quien sea para garantizar el escurrimiento de las aguas. Vamos a desarrollar algunos procesos para acelerar esto. —¿Leyes concretamente? —No necesariamente. Lo vamos a tratar de desarrollar por decreto ante la emergencia. Por otra parte, pensamos sí en políticas públicas de planificación que requieren de una ley de aguas.
Menos agua El ministro Garibay prefirió no hacer pronósticos respecto de cuándo podrían terminar de desagotarse las áreas inundadas de continuar las actuales condiciones climáticas. Dijo que los canales en Santa Fe están cerca de su régimen normal y que subsisten problemas “en Melincué, La Picasa y en Castellanos”. Y agregó: también hay ahora bastante ingreso de agua por Santiago del Estero en Villa Minetti”.
Recursos Hídricos, aún sin secretario