El Litoral / LaNacion.com
Es una pieza clave en el rompecabezas de los cuadernos de las coimas.
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El empresario Carlos Wagner, otrora mandamás de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y de la constructora Esuco, llegó hoy a un acuerdo con la Justicia para convertirse en imputado colaborador y quedar en libertad.
El empresario ‘favorito‘ de los Kirchner, de 76 años, es una pieza clave en el rompecabezas de los cuadernos de las coimas, porque conocía de cerca la distribución de la obra pública.
Wagner fue detenido la semana pasada, luego de ser buscado por la Justicia durante algunos días. El empresario no se encontraba en Buenos Aires cuando se libró la orden de detención.
Tras entregarse, primero, su defensa pidió una eximición de prisión, pero después el empresario decidió colaborar con la Justicia.