Energía: desde abril habrá subsidios nacionales solo para "los más vulnerables"
Cambiará la segmentación tarifaria. El impacto mayor será sobre la categoría N3, de ingresos medios. Se sumarán los ingresos de todos los convivientes de cada hogar para quitarles la ayuda estatal (hoy solo cuenta el titular del servicio). Se cruzarán las declaraciones juradas con otras bases de datos.
Las empresas distribuidoras de gas natural por redes piden aumentos de entre el 350 y el 700%; las transportadoras sostienen que su pago necesita ser multiplicado por 6. Hoy se debate el costo de la tarifa final a los usuarios, la decisión está en manos de la Secretaría de Energía de la Nación y el Enargás. Crédito: Archivo El Litoral.
El secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, adelantó que partir del 1ro de abril habrá importantes cambios en la asignación de los subsidios a la energía eléctrica y el gas natural por redes para todos los consumidores residenciales que aún cuentan con ayudas del Estado Nacional. Las medidas afectará severamente a la clase media y protegerán "a los más vulnerables", según expresó el funcionario.
En el marco de la Audiencia Pública que discute todos los componentes de la tarifa final del servicio de gas natural por redes, Chirilllo adelantó dos cambios trascendentes para el actual sistema de segmentación tarifaria: por una parte habrá una baja en la asignación de recursos con ese objetivo, es decir, cuánto de las tarifas finales será o no soportado por el sector público nacional; y por otra parte, el Poder Ejecutivo Nacional revisará la totalidad de los ingresos de todos los convivientes de cada hogar, en lugar de considerar solo los del titular del servicio. Se cruzarán los datos existentes en las declaraciones juradas de quienes pidieron mantener los subsidios con otras bases de datos, para así establecer los ingresos "de todos los convivientes de cada hogar", así como si poseen más de una propiedad, automóviles nuevos o bienes suntuarios. El funcionario incluso piensa en cotejar los datos contenidos en el Rase (Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía) con, por ejemplo, la totalidad de planes sociales de cada hogar.
Durante su exposición, en una audiencia que fue completamente virtual, Chirillo dejó en claro el cambio de concepto de los subsidios que solo cubrirán a las situaciones de "de vulnerabilidad". Pese a no poder contar con los cuadros estadísticos que había preparado y los participantes no pudieron ver, por algún problema de conectividad que ni el funcionario ni sus colaboradores pudieron resolver, el panorama que pintó el funcionario es cuanto menos alarmante.
Afirmó que "la segmentación quedó trunca, por la mitad, se intentó eliminar los subsidios escandalosos" que llegaban a los sectores con los mayores ingresos y el plan del gobierno nacional anterior "no contó con el diseño adecuado" para que los fondos lleguen "a quienes realmente lo necesitan", en situaciones de "vulnerabilidad", un concepto que parece excluir a los sectores medios.
Como se sabe, hasta ahora solo los hogares con ingresos más altos, caracterizados como N1 pagan la totalidad de la tarifa. Y hasta ahora las familias más pobres del N2 cuentan con más ayudas, pero también estas llegan a los minoritarios sectores medios del N3.
La segmentación fue puesta en vigencia en 2022, durante el gobierno anterior, a partir de la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía y que durante su gestión intentó -sin éxito- poner en marcha Martín Guzmán, el primer titular de esa cartera del ex presidente Alberto Fernández.
Ahora el gobierno del presidente Javier Milei avanzará con otra etapa en la quita de subsidios nacionales al considerar una baja en esa cobertura y cambiar la forma como se delimitará el acceso a esas ayudas del tesoro.
Tanto el gas natural en todas sus etapas de producción, transporte y distribución tiene fondos del Estado nacional, como en el valor de la generación y transporte de la energía eléctrica, solo a los usuarios de las categorías N2, los más pobres y N3, la clase media
Números que asustan
Aún sin más cifras que las que oralmente dejó Chirillo indicó que el objetivo central de su gestión consiste en revertir lo ocurrido en la balanza comercial energética de la Argentina, que perdió en la última década 30 mil millones de dólares solo en la compra de gas natural al exterior y en la aplicación de subsidios al consumo interno que hicieron que históricamente el gas en boca de pozo fuera pagado por el Estado Nacional a un precio mucho más alto que el que pagó la totalidad de los usuarios. Puso ejemplos puntuales: los contratos para la producción nacional fueron establecidos en dólares a razón de 3,8 el millón de BTU, que luego las distribuidoras vendieron 1,2 a los usuarios durante 2023.
Indicó que hay una grave merma del gas importado desde Bolivia al destacar que se invertirá el flujo del combustible del Gasoducto del Norte para aprovechar el de Vaca muerta e indicó que con un costo de 1,82 dólares por M de BTU del país hermano la Argentina ha acumulado una deuda de 230 millones de dólares. Y que su gestión ha heredado de la anterior el apercibimiento de corte desde el altiplano.
Antes, advirtió: "prefiero exponer verdades incómodas que mentiras complacientes" que -según se encargó de subrrayar- consituyen la causa principal del déficit fiscal. Sostuvo que el Estado realizó "escasa infraestuctura" en "forma tardía ineficiente o costosa" como en el "gasoducto GNK y el Gasoducto del Norte".
Describió el enorme costo de comprar gas natural licuado (GNL) en barcos que se descargan en Bahía Blanca para cubrir la demanda del invierno, a un costo de entre 21 y 15 dólares por M de BTU, que los usuarios pagaron a solo 1,8 dólares.
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