Por Juan Franco
El senador por el departamento General López aseguró que debatirá con quien sea necesario en defensa de un criterio justo de aplicación de la ley penal y lamentó que la Corte Suprema de Justicia provincial adhiriera a la doctrina del garantista Eugenio Zaffaroni para beneficiar al asesino de Chiara Páez. Además, cuestionó que algunos jueces, sobre la base de conceptos ideologistas, distorsión en el sentido de la letra de la ley penal.
Por Juan Franco
La decisión de la Corte Suprema de Justicia santafesina de ordenar un "recálculo" de la pena de 21 años y medio dictada al femicida Manuel Masilla (17) de su novia Chiara Páez (15), ocasionó el repudio de los familiares y allegados de la víctima, como así también del movimiento “Ni una Menos”, colectivo contra la violencia machista que se originó precisamente con motivo del crimen cometido siete años atrás, en la ciudad de Rufino, por el entonces menor de edad.
La resolución estableció que, de acuerdo a las normas internacionales que protegen a la niñez en materia penal y a la jurisprudencia interna existente al respecto, en este hecho debe aplicarse la ley penal juvenil, que prevé que para los casos de reclusión perpetua -como le habría cabido a Mansilla si hubiese sido mayor-, debe reducirse la sanción si se trata de un menor.
El controvertido fallo también dio lugar a un nuevo contrapunto entre el senador provincial Lisandro Enrico y uno de los jueces del Máximo Tribunal provincial, Daniel Erbetta, luego de que el legislador venadense cuestionara el nuevo episodio de “justicia garantista”.
Mediante un posteo en redes sociales, el legislador había dicho: “El fallo de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, escrito por el juez Daniel Erbetta (votado por todos los jueces menos uno) sigue el lineamiento y la mirada tan particular sobre beneficiar al menor que delinque, del ex juez Eugenio Zaffaroni, cuando era miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Se trató de un caso en el que se estableció, para una sentencia a un menor que robó y mató (el famoso caso “Maldonado”), que la pena correspondiente debía reducirse entre un 33% y un 50% porque el delincuente no tenía 18 años”.
En su réplica al senador por el departamento General López, Erbetta refiere que "lo más fácil para un juez sería hacer lo de Enrico. Pero un juez no puede ser demagogo. Aun cuando tenga que tomar decisiones en situaciones extremas, debe siempre ajustarse a lo que establece la legislación". El ministro de la Corte provincial también pidió al venadense que sea “respetuoso” de las instituciones y que no use el dolor de la gente “para hacer política”.
Senador recargado
Ante la embestida del juez Daniel Erbetta, Sur24 convocó una vez más a Lisandro Enrico, quien ratificó sus dichos y aprovechó para subrayar algunos aspectos en particular: “Este fallo de la Corte provincial me inquieta porque se está tomando el criterio usado en su momento por Eugenio Zaffaroni, cuando era juez de la Corte Suprema nacional, en el episodio de un menor que robó y mató con saña, el recordado "caso Maldonado", en Mendoza, según el cual, a todos los menores de edad se les debe descontar, al menos, la mitad de la pena. Esto se tiene que terminar -exigió el senador- porque si no la condición de menor edad es un vale para zafar de la Justicia”.
“No estoy pidiendo que se cambie ninguna ley ni objetando ningún tratado internacional; en este caso el más grave problema es la interpretación de las leyes por parte de algunos jueces. Y en el tema que nos ocupa, el redactor de este fallo (que beneficia al femicida de Chiara) es el juez Erbetta, el mayor exponente de la doctrina garantista de Zaffaroni en nuestra provincia, que, en pocas palabras, es la mirada de los jueces en favor del delincuente”, simplificó el dirigente boinablanca y sumó: “Nada tiene sentido si los jueces distorsionan la aplicación de la ley de esta manera”.
Tendencia ideológica
“No debemos permitir que esta clase de fallos profundice esa tendencia ideológica que persigue el claro objetivo de que los menores de edad no sean penados por sus delitos, y que si debe aplicarse una pena, sea la mínima, y entonces siguen en libertad y delinquiendo, como lo padeció el joven murphense Juan Cruz Ibañez, asesinado en Rosario por un menor de edad con frondosos antecedentes, al que el Estado le permitió seguir asolando a la sociedad, sin hallar nunca un límite”, reflexionó con disgusto el presidente de la Convención Provincial de la UCR. “No puede ser que sean tratados, como si fuesen niños, personas que comprenden el daño que causan, que no tienen respeto por la vida humana y, en algunos casos, hasta la desprecian”.
“Todos sabemos que los menores tienen un régimen penal diferente al de los adultos, pero en cualquier caso la pena debe corresponderse con el delito cometido. Sin embargo, en este fallo de la Corte provincial, adoptando como referencia una creación de Zaffaroni en la Corte nacional, establece que la pena a un menor debe ser la mitad de la que correspondería, y eso no sólo baja la magnitud de la sanción, sino que en muchas veces la vuelve excarcelable”, razonó Enrico, asegurado además que “esto que pasa en Argentina no ocurre en otros países”.
“Estamos en una República” - Daniel Erbetta, juez de la Corte Suprema de Justicia provincial.
“Daniel Erbetta representa en Santa Fe esta mirada zaffaronista, de que las penas no sirven para nada, y así estamos, con un país lacerado por la delincuencia gracias a la protección ideologista de muchos exponentes del Poder Judicial”, disparó el legislador, sin generalizar; por el contrario, elogió a magistrados del sur santafesino, como el juez de Menores Javier Prado, que condenó a 21 años al femicida de Chiara Páez, y el fiscal de Cámara, Fernando Palmolelli. Y esa misma valoración positiva hizo del fiscal Guillermo Corbella en el caso de Juan Cruz Ibañez, que está pidiendo una condena justa (prisión perpetua o más de 30 años) para ese crimen aberrante.
"Sin embargo, cuando las causas llegan a las instancias superiores, hay jueces que prefieren rebajar las penas y favorecer la impunidad”, lamentó Lisandro Enrico. “No voy a abandonar esta lucha y voy a discutir con quien sea necesario, incluso con los jueces de la Corte Suprema. Si Erbetta piensa que por ser juez es una vaca sagrada y nadie le puede decir nada, está equivocado, porque estamos en una República”.
En esa misma línea impetuosa, en cuanto al planteo del ministro de la Corte sobre una supuesta “interferencia” de su parte sobre otro poder de Estado, Enrico no vaciló en responder: “Si un legislador no puede opinar del fallo de un juez, tenemos que cerrar la puerta e irnos a casa. Los jueces son personas que le deben una explicación de sus actos a la sociedad. Además, jamás le pediría a un juez que actúe fuera de la ley, lo que estoy pidiendo es que se apliquen la ley y los tratados con otro criterio. La ley la elabora el legislador y la aplica el juez. Hoy, más que nunca, la sociedad está exigiendo acabar con la impunidad, y resulta que los jueces de la Corte, en la aplicación de la ley, toman como referencia un fallo de Zaffaroni y hacen todo lo contrario”.