Luis Rodrigo | politica@ellitoral.com
En Santa Fe hay pocos impuestos para bajar y el foco no se mueve de los costos internos de la EPE.
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El planteo del gobierno nacional de quitar impuestos provinciales y municipales a las tarifas de energía eléctrica en las provincias tropieza con un inconveniente en Santa Fe: no son relevantes los gravámenes que cobra la provincial.
En cambio, sí tiene un peso relativo destacado el Impuesto al Valor Agregado, que pagan todos los usuarios del país. Además el IVA constituye el impuesto más importante para la coparticipación a las provincias.
En las tarifas de la Empresa Provincial de la Energía hay un 21% del IVA (como en todas las boletas del servicio en la Argentina), y sólo un 1,5% de un impuesto que agrega recursos a la provincia de Santa Fe: el Fondo de Electrificación Rural, creado por la Ley Nº 13.424, en 2014, que además obliga al Estado santafesino a realizar el mismo aporte que el conjunto de los usuarios de la EPE.
Composición de las facturas mensuales de energía eléctrica
En cambio, sí tiene un peso a considerar en las facturas, el fondo creado por la Ley 7.797, de 1975, que dispone que un 6% de la factura de cada usuario sea aportado por la EPE a las comunas y los municipios. La norma nace como una suerte de resarcimiento porque las ciudades y pueblos de la provincia resignaron su poder concedente en favor de la entonces Dirección Provincial de la Energía (DPE).
Discusión
El planteo de bajar tarifas de la energía eléctrica, mediante una quita de los impuestos, fue formulado por el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, a sus pares de todas las provincias.
La exposición técnica fue acompañada por una serie de reproducciones de tarifas del interior del país que contienen otros rubros en las boletas del servicio, completamente ajenos al sector.
Aranguren fue el responsable de dar la explicación técnica de este pedido; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien expresó que se trataba de un pedido expreso de Macri.
Por Santa Fe, la secretaria de Energía, Verónica Geese, reclamó que no haya más quitas de subsidios durante 2018, durante la reunión que fue paralela a un pedido público del presidente Mauricio Macri desde Vaca Muerta, de bajar impuestos y el consumo irracional. Según fuentes bien informadas, el pedido de la funcionarIa santafesina no fue bien recibido por el ministro de Energía, quien dejó entrever que si la política no le pone un límite expreso seguirá adelante con la quita prevista para octubre o noviembre (que subirá otra vez el precio de la energía en el nivel mayorista).
Luego, durante la discusión planteada por el gobierno nacional para que las provincias también aporten recursos a los subsidios de sus usuarios con tarifas sociales de gas natural por redes, Geese “chicaneó” a Frigerio, quien rió cuando la santafesina deslizó: “A los subsidios para las tarifas de gas descuéntelas de la deuda del gobierno nacional con Santa Fe, reconocida por un fallo de la Corte de 2015”. Obviamente, se trata de una cifra muy menor (unos 10 millones de pesos) frente a los más de $ 55 mil millones que siguen pendientes de pago.
Las más caras del país, en provincia de Buenos Aires
El cuadro que el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, entregó a sus pares provinciales no deja lugar a dudas: la provincia de Buenos Aires es la que tiene las tarifas más caras del país.
Obviamente, el dato no tiene en cuenta al conurbano bonaerense que está servido por las mismas empresas de Capital Federal (Edenor y Edesur, bajo la órbita del Estado nacional) sino a las concesiones que son responsabilidad de la gobernadora María Eugenia Vidal. Habrá que ver los efectos de su muy oportuno anuncio de rebaja impositiva, mientras tanto, sus tres empresas están entre las cuatro peores: Edes ($ 1.487 por 300 kW mensuales), Eden ($ 1.406) y Edea ($ 1.225).
En ese grupo se cuela Epec, de Córdoba ($ 1.308), y les siguen la entrerriana Enersa ($ 1.2014), la neuquina Epen ($ 1.210) y en séptimo lugar queda la EPE santafesina ($ 1.205).
En cambio, si lo que se mide es sólo el peso del Valor Agregado de Distribución (VAD), es decir los costos internos exclusivos de cada empresa, la EPE pasa a estar en quinto lugar, de mayor a menor.
Otra vez, la empresa más ineficiente es una compañía de la provincia de Buenos Aires. El VAD de Edes es $ 604 y es la única en el cuadro de Aranguren que supera la barrera de los $ 600.
Más abajo quedan la neuquina Eden ($ 573), la bonaerense Edes ($ 550), la cordobesa Epec ($ 541), la EPE santafesina ($ 493), la cooperativa neuquina Calf ($ 490), la entrerriana Enersa ($ 436) bonaerense Edea ($ 427) y la salteña Edesa ($ 407).
La comparación hecha por el gobierno nacional parte de un consumo típico de clase media. En el caso de la EPE, entre un 70 y un 75% de sus clientes residenciales consume en promedio por mes entre 250 y 300 kW por mes.