Epe: tiene números de la Nación la suba del kW para 700 mil usuarios
En unos días habrá información oficial sobre el impacto en los hogares con mejores ingresos, así como en comercios e industrias de Santa Fe. Ya hay especulaciones: entre el 55 y hasta el 90% en el primer caso y de un 10 a un 15% en el segundo. La Secretaría de Energía de la Nación no se apartó del esquema aprobado en 2022 para los residenciales N1, pero lo morigeró a fábricas y negocios de venta al público, seguramente por temor a sus efectos inflacionarios.
Epe: tiene números de la Nación la suba del kW para 700 mil usuarios
Con la firma de la secretaria de Energía de la Nación, Claudia Royón, es ahora oficial el aumento de la energía eléctrica para parte de los hogares en todo el país, los inscriptos como N1 en el Registro de Acceso a los Subsidios de la Energía. Los usuarios residenciales que cuentan con mejores ingresos (o que no se anotaron en el Rase) ya no tendrán ni un centavo de sus tarifas subsidiadas por el Estado nacional. Por otra parte, por el mismo instrumento, se morigera la suba prevista inicialmente para el valor del kW mayorista para las industrias y los comercios.
En el caso de Santa Fe, se estima que en la Epe recibirán parcialmente el impacto unos 419.268 usuarios residenciales y que, en una proporción marcadamente menor, lo mismo les sucederá a los clientes comerciales e industriales de la Empresa Provincial de la Energía. Todo indica que será similar lo que suceda con las cooperativas eléctricas, que poseen aproximadamente un 10% del mercado eléctrico santafesino.
Mientras en la compañía estatal se inicia el proceso de revisión de sus cuadros tarifarios para esas categorías de usuarios (residenciales N1, comercios e industrias), ya hay especulaciones sobre cuánto más cara será para ellos la energía eléctrica.
Hay datos ventilados en la audiencia pública del último ajuste tarifario de la Epe para actualizar el Valor Agregado de Distribución, que permiten algunas especulaciones. Entre ellos, que en el promedio de las facturas de los clientes de la empresa cada vez pesa más el costo del Kw (que la distribuidora compra en el mercado eléctrico mayorista, a través de Cammesa). Hay casos de hasta un 50%, cuando históricamente ha sido de un tercio, lo que habla de retraso del VAD.
Entre esas consideraciones y el impacto ya estimado para los hogares N1 en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, se estima que en Santa Fe llegarán subas que como mínimo se ubicarán en un 55% pero que podrán alcanzar hasta un 90%. Con este último movimiento, se termina por completo el subsidio para quienes no se inscribieron en el Rase, ante el llamado del gobierno nacional a registrarse para seguir recibiendo subsidios a la energía eléctrica o el gas, o porque sus ingresos los califica en el grupo de los hogares con mejores ingresos. En pocas palabras, se trata del fin de las ayudas nacionales al consumo de metros cúbicos de gas natural y de kilovatios/hora de energía eléctrica a la franja social más pudiente. Para ese segmento, en términos del valor de la energía mayorista (que es parte de la tarifa) la suba es de un 120%.
En cambio, para industrias y comercios, en especial las Pymes, se supone que será diferente el sinceramiento ya que en esos casos se les otorga un precio por megavatio sustancialmente menor que el que regirá para los N1, con una retracción de las ayudas fiscales que ronda el 30% por kW y que debería significar en las boletas finales un 10 ó 15%.
De todos modos, los porcentajes que se comentan en estas líneas no son más que especulaciones de conocedores del mercado eléctrico a nivel nacional y de la realidad de la empresa distribuidora provincial. Para conocer los aumentos y su impacto en el bolsillo de los clientes residenciales más acomodados, en las industrias y los comercios, habrá que esperar los cuadros tarifarios y el anuncio oficial de la Epe.
Desde este lunes, 1ro de mayo, rige lo que el ex ministro de Economía Martín Guzmán intentó durante su gestión llevar a cabo, que prometió a los organismos internacionales de crédito para enderezar las cuentas fiscales, pero que no logró llevar a cabo -aparentemente- por la interna en el oficialismo.
Desde que los subsidios universales del kirchnerismo para la energía eléctrica y el gas natural por redes forman parte del debate sobre el déficit fiscal, se grafica con el valor irrisorio de las boletas por esos servicios en Puerto Madero, generalmente mucho más bajas que en el interior del país en general y en Santa Fe, en particular.
Ya no será válida esa imagen poderosa de la distribución de la riqueza K a la inversa, de millonarios subsidiados. A partir de ahora, si el Registro de Acceso a los Subsidios de la Energía se parece a la realidad, ya no quedará subsidiado ni un centavo de sus consumos energéticos.
A partir de ahora, las ayudas a los hogares llegará únicamente a los N2 (los sectores con los ingresos más bajos) y los N3 fácilmente asimilable a la clase media, que también es el grupo menos numeroso.
Según la segmentación que diseñó el Ministerio de Economía en tiempos de Martín Guzmán y que ahora pone en marcha la gestión de Sergio Massa, en Santa Fe había para febrero de este año 419.268 clientes residenciales N1 (que ahora podrán decir que pagan por entero por sus consumos energéticos); otros 638.358 que corresponden al nivel N2, el de más bajos ingresos; y 206.509 del N3, ubicado en el medio.
Guzmán firmó el 6 de junio de 2022 el decreto 332 que creó el plan de segmentación para la quita progresiva de los subsidios a la generación y el transporte de la energía eléctrica y la producción de gas. A ese texto acude ahora, la secretaria de Energía Claudia Royón del equipo de Massa para establecer las nuevas tarifas.
Un par de datos más: para cuando Guzmán firmó aquel plan que era casi un sacrilegio para el kirchnerismo, el dólar blue costaba 206 pesos para la compra. Y para cuando el ex ministro pegó el portazo, el 2 de julio del año pasado, ya estaba en 236. Al asumir Massa, el 3 de agosto, en 291.