Luis Rodrigo
El sistema eléctrico argentino tiene rota su cadena de pagos. No sólo deben las empresas distribuidoras de todas las provincias. También crecen los incumplimientos de las industrias electro-intensivas.
Luis Rodrigo
El gobierno santafesino decidió cerrar en mil millones la deuda que durante 2015 dejó crecer, al comprar (y no pagar) la energía eléctrica mayorista. La Empresa Provincial de la Energía se endeudó con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa), que es el organismo nacional que actúa como intermediario entre el sector de la generación y el de la distribución.
La EPE alcanzó con su rojo (en rigor, superó) la cifra que le debe el gobierno nacional a esa empresa provincial, por no subir sus tarifas durante dos años, desde 2014.
Aunque los funcionarios públicos no lo han dicho, y siempre han sostenido en cada declaración a la prensa que su criterio es el de honrar las deudas y mantener sanas las cuentas de la EPE, el no pago se parece mucho a una decisión política. “No nos pagan lo prometido, no les pagamos lo consumido”, sería la expresión capaz de resumir la situación.
Debe advertirse que el rojo santafesino no es ninguna originalidad. En el sector eléctrico argentino la cadena de pagos está rota. Y al tratarse de un insumo tan vital para cualquier economía -cuya producción, transporte y distribución no puede ser detenida- un atraso en los pagos es mucho más serio que en cualquier otro rubro.
El desequilibrio era hasta ahora un asunto estatal o cuasi estatal. Las compañías de los Estados provinciales o sus empresas privadas sostenidas con subsidios nacionales se endeudaban (desde hace ya más de tres años) sin límites con Cammesa. Ahora el no pago también involucra a las llamadas industrias electro-intensivas, es decir, aquellas que tienen tan altos consumos que firman contratos directos con el sector de la generación (sin la intermediación del distribuidor local).
Según los datos que divulga el sitio de Internet elinversoronline.com hoy las industrias deben unos $ 11.500 millones.
“Las industrias que consumen más de 300 kilowatt (KWh) por bimestre de electricidad acumulan una deuda monstruosa con Cammesa porque no pagan el precio pleno de la energía que consumen. En rigor, los Grandes Usuarios Mayores (Guma), Menores (Gume) y de Distribuidora (Gudi), un universo que agrupa a más de 3000 industrias, deben a la administradora del mercado mayorista (Cammesa), una entidad mixta que es controlada ad hoc por el gobierno, más de $ 11.500 millones, según datos oficiales actualizados a septiembre de este año”, dice un artículo de Nicolas Gandini.
Un festival
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa) acumula nada menos que 12 mil millones de pesos. Si se analiza el peso de lo adeudado por la EPE respecto del rojo total con Cammesa, se verá que es equivalente a una doceava parte del total (1/12). En el mercado eléctrico argentino, la empresa santafesina por la energía que distribuye, por sus clientes, por la extensión de sus redes, por su grado de desarrollo, tiene un peso relativo equivalente de algo más de una décima parte (1/10).
Las empresas eléctricas de Córdoba, Mendoza, Corrientes y Santa Fe encabezan la lista de morosas. Pero debe advertirse que los números de unas y otras (y su capacidades de pago) son muy diferentes.
La EPE santafesina es comparable a la Epec, cordobesa. Y mientras la primera debe algo más de mil millones, la segunda adeuda casi cinco veces más: muy pronto será de cinco mil millones el pasivo de la compañía mediterránea.
Subsidios y planes
La Argentina gasta cinco veces más en subsidios a las tarifas eléctricas que en la Asignación Universal por Hijo. La comparación se hace en el sector eléctrico desde hace años y a esa cifra (lo que el Estado nacional pone para que no aumente el precio mayorista de la energía) ahora hay que sumarle todo lo que el sistema no logra pagar.
Debe advertirse que la mayor parte de los subsidios eléctricos tienen como destino los clientes residenciales, y que dentro de esa franja de consumidores las familias que más electricidad gastan en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires se llevan la mayor parte.
Según los datos anuales disponibles, cuando terminaba 2014 el país destinaba $ 84 mil millones en subsidios a la tarifas eléctricas y $ 16 mil millones al mencionado plan para las familias más pobres.
La Nación debe 900 millones del congelamiento de tarifas