Miércoles 24.2.2021
/Última actualización 19:07
Cuando en la Empresa Provincial de la Energía se estaban haciendo algunos números para que las tarifas se ajusten a sus costos (muchos de los insumos eléctricos están atados al dólar, amén de la inflación), un aumento del nivel mayorista del kilovatio para las industrias alteró el panorama nacional y también provincial.
Se trata del retiro de los subsidios del Estado nacional a la generación que, por segmentos, ha iniciado el gobierno nacional. El primer paso de la Casa Rosada para recomponer la cadena de pagos en el sector eléctrico tuvo lugar a fines de 2020, e intenta cortar el no pago de la energía mayorista por parte de las empresas distribuidoras, un ítem en la que la Epe está en el lamentable podio de las más deudoras, después de las privadas Edenor y Edesur. (En esta edición, el ministro de Economía Walter Agosto brindó precisiones al respecto).
En el país, ahora es oficial el aumento para los 6.200 grandes usuarios (fábricas y grandes comercios) que tendrá un impacto de entre el 50 y el 70%, y que la Epe trasladaría sin atenuantes a sus 300 clientes de esa categoría. El uso del potencial en el verbo es casi una expresión de deseos, porque la realidad indica que será muy difícil que pueda si quiera hacer menos onerosos esos aumentos.
Como ocurre con cada medida nacional, los técnicos de la empresa provincial trabajan sobre la letra chica de la resolución de la Secretaría de Energía de la Nación porque son muchas las complejidades de los cuadros tarifarios, en unas 440 empresas alcanzadas.
Manuel Alberto FabatíaA la novedad nacional para las industrias, deberá agregarse otra mala noticia para los usuarios. En este caso, todos. Falta la "actualización" del VAD. Ahí también la Epe tiene números muy altos que cubrir.
El Valor Agregado de Distribución es el componente de las tarifas que sostiene el funcionamiento material de la Epe: tanto la compra de los bienes de esa mega estructura –la más grande la provincia- como su mantenimiento. Una parte de esos costos fijos están atados al valor del dólar, además de la inflación en pesos. Y el VAD debe ser aumentado de acuerdo con esas variables.
Retrasar la inversión o directamente caer en la desinversión tiene efectos en el corto y el mediano plazo. El caso más claro es el de los apagones que sufren porteños y bonaerenses en la última década. Si la Epe tomara ese rumbo los usuarios serían los primeros en enterarse, demasiado tarde.
La discusión del VAD es netamente santafesina. Cada empresa distribuidora según sus números (y su eficiencia) tiene en las tarifas un componente mayor o menor.
Por primera vez en su historia, la EPE discutió el aumento del VAR en una audiencia pública en noviembre de 2016. Y esa saludable costumbre se repitió durante el gobierno anterior.
No se trata de una obligación legal sino de una decisión política. Llevar a cabo una audiencia pública implica exponer ante los usuarios las razones para los aumentos. Y también escuchar sus quejas y también las críticas de la oposición.
Aún no está definido si habrá o no en la Epe una audiencia pública para subir el VAD. Está claro que las regulaciones que existen sobre la compañía eléctrica santafesina permiten semejante discrecionalidad. Sin ente de control, ni un marco regulatorio moderno, el atraso es de tres décadas si se lo compara con el agua potable y las cloacas.
Archivo El LitoralEn Santa Fe, 440 empresas
El aumento de la energía para las industrias, dispuesto a nivel nacional y trasladado a nivel local, afectará a 440 industrias y grandes comercios de la Provincia de Santa Fe. De acuerdo con la información oficial suministrada por la Empresa Provincial de la Energía ese es el número de grandes usuarios alcanzados por el retiro de una parte de los subsidos del Estado nacional en generación.