Evo Morales: "La OEA ya no sirve, porque es solo un instrumento de Estados Unidos"
El ex presidente boliviano estuvo tres días en Santa Fe y se llevó proyectos para su país la industria del biodiesel. Confirmó que está en sus planes la posibilidad de volver al poder y sostuvo la necesidad de relanzar la integración regional a través del Mercosur y la CELAC.
"A mí me quieren más fuera de Bolivia que en Bolivia. Será por eso que tengo tantas invitaciones", bromeó Morales. Crédito: Mauricio Garín
La entrevista de El Litoral con Evo Morales se desarrolla en el hall del hotel, después de tres postergaciones y con plazo acotado. Ambas circunstancias son producto de la apretada agenda cumplida por el ex mandatario boliviano durante los tres días que estuvo en Santa Fe, y la dificultad de sostener los tiempos.
"¿Tú eres el que me iba a entrevistar ayer?", arriesga Morales, tras las presentaciones de rigor. Y luego, a modo de explicación, da cuenta de la serie de actividades que, acompañado por el diputado provincial Leandro Busatto, expandió notablemente la convocatoria original, que era exponer en la Feria del Libro Nacional y Popular, donde acabó compartiendo mesa con el presidente de la Nación, Alberto Fernández.
"La verdad es que he estado entretenido, fueron como 8 o 9 reuniones interesantes que nos han organizado Leandro y su equipo. Estoy sorprendido por el cariño, el respeto y hasta la admiración por las políticas económicas que implementamos en 14 años", sostiene.
Y luego, un poco quizás en broma y otro en serio, añade: "A mí me quieren más fuera de Bolivia que en Bolivia. Claro, el pueblo sabe reconocer. Será por eso que tengo tantas invitaciones. Este mes tengo cuatro: Argentina, Colombia, Ecuador y Perú. Y en diciembre a Rusia, Europa, no alcanza el tiempo. Y siempre compartiendo una gestión pública con hermanos y hermanas también en otras luchas, porque las luchas sociales son una cuestión del estado de Bolivia.
- Esta no es la primera vez que viene a Santa Fe, pero sí en la que se involucra más en recorridas y reuniones…
- Es la segunda visita a Santa Fe. Leandro con su equipo ha organizado reuniones con el sector privado. Estoy sorprendido del desarrollo en biodiesel. Visitamos una pequeña empresa de bioenergía. Linda experiencia. Porque en eso Bolivia tiene un problema, allá tenemos mucha subvención en combustibles líquidos. Así que quería conocer esto, para ver cómo con biodiesel Bolivia puede bajar la subvención, generar fuentes de trabajo y más movimiento económico. Voy a compartir esta pequeña experiencia con los sojeros y esperamos que algunos técnicos expertos me puedan acompañar a Bolivia. Porque además estas son las cosas que nos permiten pensar en la Patria Grande, y no caer en la dependencia económica.
"Cosas como el biodiesel nos permiten pensar en la Patria Grande, y no caer en la dependencia económica". Crédito: Mauricio Garín
-Todo esto parece ir en línea con planes en su futuro político, después de las circunstancias en que debió dejar el poder en 2019.
- Si. Ya me han preguntado si voy a ser presidente, y yo digo que sí: de la Federación Boliviana de Fútbol (se ríe). Me encanta el deporte y apoyar a los clubes de mi región. En cuanto al tema político, recién faltando un año para las elecciones (N. de R.: el mandato de Luis Arce, de su mismo partido, culmina en 2025) vamos a debatir profundamente. Sentar las bases: qué requisitos debe cumplir actualmente un futuro presidente. Puede pasar de todo: faltan tres años para las elecciones, dos años para discutir las candidaturas. Y después vamos a ver con los movimientos sociales. Si hay dos o tres candidatos, internas; con el total respeto a quien las gane. Pero vamos a tratar de llegar a consensos, y tener un solo candidato. Porque las internas siempre traen algunas fricciones, algunos problemas, y mejor no llegar a eso.
- ¿Pero usted está en carrera?
- Eso no depende de mí, depende del pueblo. Como me han dicho expertos políticos y distintas personalidades: "Evo, ahora tu vida no depende de ti, depende del pueblo". Y es así. En mi experiencia, tanto en las compulsas sindicales como las políticas, uno no busca el cargo, el cargo te busca. Y eso lo define el pueblo. Yo no tengo afanes personales, pero sí mi obligación es cuidar nuestro movimiento político. El MAS hizo mucho historia, es el proyecto político más grande de la historia de Bolivia. Es obligación cuidarlo, para que se fortalezca, y sigue siendo una esperanza para los bolivianos.
- En un momento en que su país está atravesando por una crisis complicada, con la huelga por el censo, bloqueos y enfrentamientos en la zona más productiva.
- Si, el grupo de los golpistas, fascistas, racistas, queda todavía en el casco viejo de la ciudad de Santa Cruz. No sé como se financian, para movilizar con salarios, con viáticos, no entiendo. Nosotros nos movilizamos sin ningún pago, todos aportan para luchar. Pero acá es todo pagado, no sé como se financia.
- ¿Para usted esto se trata de una cuestión ideológica?
- Es que la derecha cuando pierde no lo quiere reconocer. Nos pasó cuando ganamos con Lucho (Arce) presidente, en octubre de 2020. Esposas, hijos, familiares de los funcionarios del gobierno de facto, de rodillas en la puerta del cuartel, pidiendo una junta militar. Es lo que ahora está pasando en Brasil: piden un golpe de estado. No son hechos aislados, es parte de la política de Estados Unidos, quieren intervenir a gobiernos progresistas, izquierdistas o antiimperialistas.
- ¿Esto aplica también a Biden? Porque, por ejemplo, fue uno de los primeros en reconocer el triunfo de Lula en Brasil.
- En EEUU ganen los republicanos o los demócratas no va a cambiar nada. Los intereses del imperio y del capitalismo son una política de estado. Lo más importante está pasando en América Latina, principalmente en Sudamérica. El presidente Obama, Trump, organizaron el Grupo de Lima, con ex presidentes de Argentina, de Perú, de Chile, de Colombia, de México. Ahora nos preguntamos para qué era el Grupo de Lima: para tumbar a (Nicolás) Maduro en Venezuela. Por eso digo que ahora hay una rebelión democrática, para decir 'basta', que no vengan a molestarnos. Que no pueden hablar de América Latina como un 'barrio' de EEUU, como hizo el Comando Sur de ese país. Pero hay en ese pronunciamiento una cuestión importante: dijeron que 'estamos preocupados por el litio'. EEUU no quiere que demos valor agregado a nuestros recursos, como es lo que pasa con el litio. Mejor todavía si no somos estados industrializados. Esa es la dura lucha que tenemos con EEUU
- En su momento se generó un fuerte eje geopolítico con usted, los Kirchner, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Lula en Brasil, el rechazo al ALCA (acuerdo de libre comercio con EEUU). ¿Qué lectura hace del actual mapa de Sudamérica?
- Tengo mucha esperanza de que el año que viene ganemos en Paraguay. Ya con Lula a la cabeza lo que viene es un renacimiento de Unasur, que es un organismo de integración. Fortalecer el Mercosur, ojalá vuelva Venezuela, y nosotros queremos entrar legalmente. Y fortalecer la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), como otro centro de integración, que es otra OEA, pero sin EEUU. Yo estoy convencido de que OEA (N. de la R.: cuyos informes cuestionando el proceso electoral en Bolivia fueron la base para provocar la renuncia del entonces presidente en 2019) es un instrumento del imperio norteamericano. Y antes, cuando expulsaron a Cuba, daba miedo ser expulsado de la OEA. Ahora es un orgullo retirarse. Hay países que lo hacen; yo lo hubiese hecho, de no ser por el golpe de estado, como lo hicieron Venezuela, Nicaragua. La OEA no nos sirve de nada, no es más que otra instancia de intervencionismo, solo que no armado ni uniformado. Pero es eso: un gran instrumento del imperio norteamericano. Por qué digo ésto: porque los resultados de las elecciones en distintos países van en sentido totalmente diferente a las políticas de EEUU y la OEA. Ya no sirve la OEA. Por eso es importante relanzar y fortalecer el Mercosur, y especialmente CELAC
- Usted tiene una relación particular con Argentina, y estuvo viviendo recientemente acá. ¿Cómo ve hoy su situación política?.
- Argentina tiene mi total respeto. De niño fue mi primera escuela. Como dirigente, como mandatario, siempre nos llevamos muy bien. Y después del golpe, Argentina me salva la vida. Tengo muchos recuerdos con respecto al hermano Alberto, a la hermana Cristina, al pueblo, así como de otros presidentes. Si no hubiese sido por Maduro, por el presidente de México y especialmente el de Argentina, no sé qué hubiese sido de mi vida. Entonces no tengo mucho que comentar. Y es importante conversar, respetando las distintas preocupaciones, compartir modelos económicos y preocupaciones sociales en gestión pública.
Atento a los tiempos pautados y al lenguaje no verbal del ex presidente, siempre amable pero ya más apremiado en el tono de las respuestas, la entrevista llega a su fin y Morales se apura a levantarse de la silla. Pero se despide con otra sonrisa, y prometiendo que el próximo diálogo "va a ser en Santa Cruz". Aunque no precisa si sus deseos son que sea en condición de presidente de la Nación, o de la Federación Boliviana de Fútbol.