Lunes 1.3.2021
/Última actualización 18:35
El presidente Alberto Fernández aseguró que el gobierno de Mauricio Macri dejó a la Argentina "de rodillas y sumida en el pozo e la desigualdad y la pobreza" por las políticas económicas aplicadas y anunció que su gobierno impulsará una querella criminal contra los funcionarios del macrismo que solicitaron un crédito multimillonario al Fondo Monetario Internacional en condiciones que, dijo, no iban a poder cumplirse.
Fernández se expresó así en la Asamblea Legislativa con la que dejó inaugurado el 139 período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación. En el recinto estaban la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; además, 90 legisladores de todas las fuerzas políticas.
Fernández pidió una "reflexión colectiva con las fuerzas políticas y la sociedad argentina toda" e instó a recordar que en diciembre de 2019 el país "había quedado de rodillas y sumido en el pozo de la desigualdad y la pobreza por las políticas económicas implementadas" por la gestión de Macri.
Señaló que el país afrontó una crisis global, en la que el mundo entero debió aprender sobre la marcha, cuando hubo "escasos mecanismos de colaboración entre los países".
"Argentina tenía un escenario de extrema debilidad, con una economía escuálida y endeudada como antes jamás había estado", dijo el Presidente. Y agregó: "Vivimos una inédita calamidad planetaria. Invito a todos para sentirnos colectivamente reconocidos como sociedad. Hicimos todo lo que estaba al alcance para mitigar la enfermedad y la muerte".
En tanto, enfatizó que "para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país es necesario que endeudarse no sea gratis y dejen de circular impunes dando clases de economía y el mundo aquellos que generan esas deudas", ante aplausos del oficialismo y críticas y gritos de los opositores de Juntos por el Cambio.
Tras ello, anunció: "He instruido he instruido a las autoridades permanentes para que formalmente inicien una querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores y participes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda".
El presidente acusó al macrismo de haber incurrido en "administración fraudulenta" y "malversación de caudales" con el endeudamiento. También disparó contra el organismo multilateral: "A una Argentina en absoluto default el Fondo Monetario le otorgó un crédito de 55.000 millones de dólares, el más alto de su historia. De esa cifra se desembolsaron 44.000 millones de dólares que solo se usaron para facilitar la salida de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces", recriminó Fernández.
Dijo que el acuerdo firmado por el macrismo en 2018 merece una "revisión y tratamiento adecuado a la hora de su renegociación. Tanta mala fe de os tomadores del crédito y tanto desdén de los funcionarios políticos e un organismo multilateral no puede ser visto como un caso más", apuntó.
Y agregó: "Seguiremos nuestras negociaciones con total conciencia y con la firmeza que siempre hemos demostrado. No queremos apresurarnos. Apuro por acordar tienen los picaros de siempre. Nuestro Gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo".
El presidente cargó también contra quienes organizaron "banderazos" para "deteriorar la credibilidad" del Gobierno en medio de la pandemia. "Desde el primer día enfrentamos críticas", cuestionó el jefe de Estado ante la Asamblea Legislativa, y afirmó: "Se hicieron banderazos con la sola idea de deteriorar la credibilidad de un gobierno, que solo quería cuidar la salud del pueblo". En ese marco, defendió la batería de medidas económicas tomadas para paliar los efectos de la pandemia.
También lamentó que en el primer semestre de 2020 por el impacto de la pandemia de Covid-19, pero señaló que esa expansión del flagelo fue menor a la registrada durante el gobierno de Mauricio Macri.
Afirmó que la salida de Ginés González García le causó "mucho dolor", pero la decisión de separarlo de su cargo fue la "que correspondía". "Si se comenten errores, la voluntad es corregirlos de inmediato. Cuando se dijo que ciertas reglas se habían trasgredido, aún cuando en lo personal me ha causado mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían", enfatizó en el Congreso.
"Con el propósito de mejorar la capacidad institucional, pido al Congreso que asuma el control cruzado en la administración de la Justicia. No para interferir en sus decisiones. Hace años vengo advirtiendo sobre estos desvíos", dijo el Presidente. En eses sentido, pidió al Congreso que trate el pliego del nuevo Procurador. Y dijo que enviará un proyecto para un tribunal de garantías y también una reforma del Consejo de la Magistratura.