Las merecidas pero inoportunas vacaciones de un flamante magistrado del Poder Judicial de Santa Fe generó clima de encono en los pasillos del primer piso de los Tribunales capitalinos, pues tras prestar juramento y dictar un puñado de directivas, solicitó dos semanas de licencia, compensatoria de la Feria Judicial de julio. Nadie desde el Poder Judicial niega el derecho del que goza el nuevo miembro de la Cámara de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria, de poder disponer de un tiempo para el esparcimiento personal y familiar. Lo que sí objetan es la "oportunidad" y "el momento" político para salir de escena, apenas 9 días después de haber asumido.