En la actualidad, la Fiscalía Regional N° 1 con sede en la ciudad de Santa Fe, incluidas las unidades de Esperanza, San Jorge, San Justo, San Javier y Coronda, cuenta con 42 fiscales -entre titulares y adjuntos-, de los cuales no todos se encuentran operativos.
En una rápida compulsa, se advierte que cada funcionario cuenta con apenas un empleado "exclusivo" y un pasante "compartido", lo cual resiente especialmente aquellas áreas dedicadas a tareas investigativas, ya sean complejas o no; y recarga a quienes enfrentan todos los días los delitos de flagrancia, que se reparten entre contestar el "caliente" teléfono del turno y llevar las causas más graves a audiencias.
Es decir que la falta de recursos, especialmente humanos, sigue siendo una prioridad para la administración que deberá asumir el nuevo Fiscal Regional Jorge Nessier, cuando el Dr. Carlos Arietti finalice su mandato el próximo 20 de abril.
Acto seguido, lo que se plantea en las bases del nuevo sistema penal, es la necesidad de articular con el Ministerio de Seguridad provincial, para jerarquizar y también dotar de recursos a los empleados policiales que trabajan en las brigadas que reportan a los fiscales del MPA.
Jorge Nessier.
Como en la comisaría del barrio, donde el oficial del turno se queja ante los vecinos porque "no tenemos móvil" y si los hay "no tienen combustible", la escena se repite en las estructuras dedicadas a investigar codo a codo con los funcionarios judiciales.
De fondo subyace otro reclamo que hace a la jerarquización y prestigio del plantel de fiscales -amén de la cuestión meramente salarial- y refiere al pedido de equiparación entre titulares y adjuntos, en tanto todos realizan las mismas tareas y tienen idénticas responsabilidades. Para ello, existe un consenso en la mayoría de los fiscales de Santa Fe, que esperan el apoyo político de la nueva gestión.