Fiscalía Regional Rosario: desafío prioritario e incierto en un territorio caliente
La ciudad y el departamento más importante del sur santafesino, atravesadas por la violencia y la muerte, son motivo de preocupación. ¿Qué les espera a los nuevos funcionarios?
Fiscalía Regional Rosario: desafío prioritario e incierto en un territorio caliente
Desde el jueves, están aprobados 10 de los 12 postulantes para la conducción del Ministerio Público Fiscal (MPA) y del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, que fueron enviados por el Ejecutivo. Con la novedad de que uno de los rechazados es nada menos que el candidato a conducir la Defensoría Regional (el abogado Gonzalo Armas), se espera que el grupo completo comience a en las cinco regionales que se despliegan en las ciudades más importantes: Rafaela, Reconquista, Rosario, Santa Fe y Venado Tuerto.
La tarea de ninguno será sencilla. Pero quienes en principio tendrán mucho trabajo son aquellos que fueron postulados para la regional N° 2, con sede en Rosario, convertida desde hace un tiempo en la capital de la violencia, con múltiples actos intimidatorios, muchos de ellos ordenados desde las cárceles, balaceras y una seguidilla de crímenes que parece interminable.
La abogada María Eugenia Iribarren fue confirmada como fiscal regional (cargo que ocupa en forma interina desde 2020) mientras que, para la Defensoría Regional (rechazado Armas), se espera que el gobernador envíe nuevos pliegos y que se designe a alguien en forma provisoria. Serán muchos los desafíos por delante, en una ciudad y departamento marcados por la violencia con sello narco y crímenes que van superando todas las estadísticas.
Entre esas estadísticas están los números de la Justicia, que bajaron casi al mismo ritmo que subieron los hechos de violencia, mostrando una merma de más del 20% en el promedio de esclarecimiento de delitos, en especial a la hora de investigar y resolver homicidios.
María Eugenia Iribarren
Ese es uno de los desafíos que tendrán que atender lo antes posible. De la mano viene sumar más fiscales a las distintas unidades, ya que los hechos de violencia se superan día tras día, haciendo que los escritorios de cada uno de los funcionarios judiciales se llenen de expedientes, que juntan polvo con el paso del tiempo.
Otro gran dolor de cabeza que deberán atender más temprano que tarde es la gran cantidad de presos alojados en las cárceles (algo que, vale aclarar, no es solamente un problema del departamento Rosario). No hay soluciones mágicas. No se pueden construir unidades penitenciarias de la noche a la mañana. No se puede avanzar en la resolución de casos porque sí, todo lleva su proceso, su tiempo. Que es mucho más lento del que la sociedad quiere, entiende y espera.