Las tres principales figuras del gabinete nacional al que el presidente denominó "triángulo de hierro" se mostraron este martes en unidad intentando echar por tierra las especulaciones sobre conflictos internos.
Tras una serie de rumores sobre tensiones entre los tres funcionarios más cercanos al presidente, Karina Milei, Guillermo Francos y Santiago Caputo se mostraron juntos en redes sociales, acompañada de una irónica frase: "Todos peleados".
Las tres principales figuras del gabinete nacional al que el presidente denominó "triángulo de hierro" se mostraron este martes en unidad intentando echar por tierra las especulaciones sobre conflictos internos.
La imagen muestra sonrientes al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor Santiago Caputo. Fue subida a redes sociales por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, acompañada de una irónica frase: "Todos peleadas".
En las últimas semanas, las versiones de un enfrentamiento en la cúpula del gobierno nacional (integrada por Guillermo Francos, Karina Milei y Santiago Caputo) se habían vuelto cada vez más persistentes. El origen de estos rumores estuvo vinculado a la polémica en torno al decreto que modifica la Ley de Acceso a la Información Pública.
Dicho decreto, que fue duramente criticado por la oposición, levantó sospechas de un posible quiebre dentro del equipo gubernamental, especialmente después de que Francos se mostrara abierto a la posibilidad de introducir modificaciones para aliviar las preocupaciones de los sectores opositores. Sin embargo, poco después, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que no habría cambios en el decreto, alineándose con la postura más dura de Caputo y Karina Milei. Esto llevó a especulaciones sobre un distanciamiento entre Francos y los asesores más cercanos al presidente.
El supuesto malestar de Francos con Caputo, que algunos rumores sugirieron que había contribuido a un problema gastrointestinal que llevó al jefe de Gabinete a ser internado, fue negado rotundamente tanto por el entorno de Francos como por el de Caputo. “Nadie más que Santiago quiere que a Guillermo Francos le vaya bien”, aseguran fuentes cercanas al asesor presidencial según describe la agencia Noticias Argentinas.
A pesar de las constantes negativas, los rumores persistieron, y algunos analistas sugirieron que las tensiones eran inevitables en un gobierno donde los roles de los asesores y los funcionarios no siempre están claramente definidos.
En este marco, la foto publicada por Catalán fue interpretada como un intento de calmar las aguas y presentar una imagen de unidad dentro del gobierno.
La publicación coincidió con una serie de derrotas políticas que el oficialismo había sufrido en el Congreso, entre ellas, la elección de Martín Lousteau como presidente de la bicameral de Inteligencia, una derrota atribuida en parte a la insistencia de Caputo en apoyar a un candidato que no contaba con el consenso necesario. Otros reveses legislativos, como la modificación jubilatoria y el rechazo a los fondos girados a la nueva SIDE, también generaron tensiones dentro del oficialismo, y algunos sectores comenzaron a señalar a Caputo como responsable de estas derrotas.
La publicación, con los tres funcionarios de máxima confianza del presidente sonrientes, es interpretada en los pasillos de la Casa Rosada como una señal inequívoca de que el gobierno está lejos de divisiones internas.
A pesar de estos intentos de desmentir las peleas internas, algunos observadores políticos señalaron que la foto no necesariamente solucionaba los problemas de fondo dentro del equipo de gobierno.
La relación entre Francos y Caputo, dos figuras con roles distintos pero igualmente importantes dentro del gobierno, había sido objeto de escrutinio desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Mientras Francos, exministro del Interior y ahora jefe de Gabinete, es visto como el funcionario más político y dialoguista del equipo, Caputo, por su parte, es considerado el estratega detrás de las decisiones más controvertidas del gobierno, especialmente en temas de comunicación y manejo de crisis.
En una entrevista reciente, el propio Francos buscó calmar las aguas al afirmar que “no hay pelea ni discusión” con Caputo y que ambos cumplen roles bien delimitados dentro del gobierno. “Santiago Caputo es un asesor muy importante para el presidente y Guillermo Francos es el jefe de Gabinete. Puede haber una visión distinta sobre un tema, se discute y se resuelve”, señaló el funcionario, insistiendo en que la opinión pública tiende a exagerar las diferencias internas.
Sin embargo, la publicación de la foto sugiere que, a pesar de las desmentidas, el gobierno es consciente de la necesidad de mostrar una imagen de unidad ante las crecientes especulaciones sobre posibles fracturas internas en tiempos de importantes desafíos de gestión por delante.