Miércoles 27.11.2019
/Última actualización 22:56
Aunque no alcanzará el quórum propio, el Frente de Todos se convertirá en la primera minoría de la Cámara de Diputados una vez que entre en vigencia la nueva composición parlamentaria, ya que -en espejo al Senado- la bancada que presidirá Máximo Kirchner logrará anexar a legisladores de partidos provinciales aliados al PJ. .
El 40 por ciento obtenido por la coalición Juntos por el Cambio, que cruzará a partir del 10 de diciembre a la vereda de la oposición, la consagraba como primera minoría en Diputados con la suma de 119 legisladores.
Sin embargo, Cristina Kirchner movió fichas en el Congreso, que será su coto de caza en el reparto de poder con Alberto Fernández, y le escamoteó a Cambiemos ese premio consuelo.
Con la confirmación en el Senado de la unidad con la absorción de los legisladores santiagueños del Frente Cívico y de los misioneros del Frente Renovador de la Concordia, la misma operación se replicará en Diputados.
El acuerdo se zanjó en el Senado con la decisión de la líder de Unidad Ciudadana de relegar a los propios en el esquema de autoridades para colocar a Claudia Ledesma Abdala, esposa del mandatario santiagueño Gerardo Zamora, como presidenta provisional del Senado, y al misionero Maurice Closs como vicepresidente primero, además de entregarle la jefatura del bloque al formoseño José Mayans.
Antes de la jugada de unificación que esgrimió la vicepresidenta electa, tanto Sergio Massa (futuro presidente de la Cámara Baja) como Máximo Kirchner contabilizaban para Diputados 109 integrantes, 10 bancas menos de las que detentaría Juntos por el Cambio.
Pero al adicionar a los siete santiagueños, a los tres misioneros y a Omar Félix, quien finalmente no formará un monobloque separado, el Frente de Todos llegará a 120 miembros. .
En los cálculos más optimistas, la bancada del próximo oficialismo podría seguir creciendo hasta 124, mientras que la de Juntos por el Cambio podría sufrir alguna deserción, como por ejemplo la banca de Pablo Ansaloni, del Partido Fe, o incluso si los amagues secesionistas de los diputados que responden a Emilio Monzó pasaran a ser una realidad concreta.
Pese a la ‘remontada‘ del Frente de Todos en cantidad de bancas, la preocupación de Massa y de Máximo Kirchner será conseguir el quórum de 129 legisladores para habilitar sesiones con temarios conflictivos.
El operativo seducción apuntará la mira hacia los tres puntanos que reportan a los hermanos Rodríguez Saá; a los diputados de partidos patagónicos provinciales como Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino) y Luis Di Giácomo (Juntos Somos Río Negro); y a los cuatro cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti.
Y es una incógnita si también se acoplarán los integrantes de Consenso Federal, bloque que preside Graciela Camaño, o al menos si será posible ‘partir‘ esta bancada, donde conviven miradas más afines al Frente de Todos con otras más críticas. .