El curso de agua del Riacho Santa Fe parece dividir varias cosas, no solamente márgenes. El movimiento de tierras en el terreno de Daniel Questa promovió la intervención de Provincia y Municipio, además de disparar la participación social en redes con comentarios, muchas veces, desmesurados.
Sin embargo, la margen sur, la correspondiente a Alto Verde no genera los mismos impulsos. Al contrario, parece adormecerlos.
La gran cantidad de viviendas ubicada en terrenos que fueron usurpados no despierta ningún afán de justicia por parte de los administradores. Y no se trata de viviendas precarias. Para nada. Algunas de ellas serían valuadas en varios miles de dólares, al igual que un par de emprendimientos comerciales que se asientan en terrenos que no son propios.
El secretario de Ambiente de la Municipalidad de Santa Fe, Edgardo Seguro, reconoció al El Litoral que “son dos emprendimientos de manejo de escombros y residuos inertes” y que “el relleno que está más al sur ya tuvo intervenciones muestras que datan de más de 3 años y el otro emprendimiento también fue verificado y se laboraron actas de infracción, hoy están en proceso administrativo”.
Pero no hay mucho más. Al parecer es una cuestión de varas para medir. Lo ideal sería que las administraciones manejaran la misma para todos los casos.