Durante la mañana, y luego de una breve espera del ministro de Hacienda el presidente Mauricio Macri encabezó la reunión de gabinete en la que Hernán Lacunza explicó en detalles a funcionarios de distintas áreas las últimas medidas en las que se implementaron restricciones a la actividad cambiaria.
Lacunza, al igual que el presidente y los distintos funcionarios evitaron el contacto con la prensa en el ingreso a la sala de reuniones.
Según las opiniones de expertos, por estas horas el gobierno está rompiendo su propio sistema de creencias en materias sustanciales de la gestión. No solo diseñó un plan de restricción cambiaria que utiliza herramientas similares (aunque es verdad que mucho más livianas) al cepo implementado en octubre de 2011, luego de que Cristina Fernández de Kirchner ganara con el 54% de los votos.
También abandonó la subestimación a la televisión como medio privilegiado de comunicación, alentando la presencia de Lacunza en las pantallas de dos canales de aire que subieron sus ratings ante la presencia del ministro explicando los alcances de las medidas.
En la reunión de gabinete, el funcionario explicó el proyecto de reprogramación de la deuda en pesos y en dólares, la llamada reperfilación, que tendría que ser enviado este lunes al Congreso a través del Senado.
Según trascendió, el texto ya estaría concluido, pero se espera la opinión de los líderes parlamentarios de Cambiemos antes de su envío.
En cambio, ya está oficializada la convocatoria para el miércoles a las 15 la reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Deuda Externa, donde está prevista la presencia de Lacunza.
El ministro Lacunza, sostuvo que las restricciones para la compra de divisas es “una medida incómoda” para el gobierno, pero remarcó que “es necesaria para evitar males mayores, como que se escape el dólar”.
“Es una medida incómoda para nosotros que ya tuvo la Argentina. No nos gusta. La consideramos transitoria, dependiendo del resultado electoral. Pero es necesaria para evitar males mayores, como que se escape el dólar”, remarcó este domingo en declaraciones al Canal América.
El funcionario dijo que la prioridad es “mantener el dólar a 61 pesos” y señaló que tiene con el Banco Central “un diagnóstico común de que el dólar en estos valores está exageradamente alto”, mientras que admitió que, a partir de este lunes, “va a haber dólar blue”.
“Son medidas muy duras para asegurarnos de que no haya más medidas restrictivas y, si nos pasamos, podemos luego retroceder”, planteó Lacunza, quien remarcó que la voluntad del Gobierno con estas iniciativas es “garantizar que el barco llegue al puerto con el dólar como está, gane quien gane las elecciones”.
Por otro lado, consultado por la posibilidad de que se introduzca un “corralito”, dijo que eso es “un disparate” y remarcó las diferencias que existían entre la situación económica del país en 2001 y en la actualidad.
En las redes sociales los economistas reaccionaron con comentarios sobre el nuevo control de cambios dispuesto por el Gobierno.
Daniel Artana consideró que el Gobierno “eligió el mal menor” y sostuvo que la “solución ideal” vendrá con quien asuma la Presidencia el 10 de diciembre. “Estas nuevas medidas las estaba reclamando el espacio opositor. De alguna manera, el Gobierno lo está escuchando”, admitió.
Claudio Loser, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, advirtió que “las medidas sobre control cambiario, o sea el cepo light, me preocupan, porque puede agravar la situación. Va a aparecer una brecha entre el tipo de cambio oficial y el blue y eso va a desinflar las presiones sobre el Banco Central, pero la gente va a tener miedo y podría sacar su dinero” de las entidades financieras, puntualizó.
“Lamentablemente, Macri terminará su mandato con control de cambios, tal como había llegado. Todos sabemos que no es una medida eficiente de mediano plazo, pero si lo hubieran hecho a principios de la semana pasada, hubieran evitado el default”, lamentó Diego Martínez Burzaco.
El exviceministro de Economía Emanuel Álvarez Agis criticó con dureza al presidente Mauricio Macri al señalarlo como “irresponsable” por tomar medidas de control de cambios en forma tardía, cuando las reservas perdieron 13.000 millones de dólares en dos semanas. “Estas decisiones nos han puesto en una situación muchísimo más compleja de la que había después de las elecciones primarias”, sostuvo.
Rodrigo Álvarez, CEO de Analytica, opinó: “Hay que defender las reservas, era restricción a la compra de dólares o quemar las reservas y condicionar al próximo gobierno a un reperfilamiento de deuda mucho más agresivo”.
Para el economista Christian Buteler, “la medida más fuerte es que las empresas no pueden comprar dólares para atesoramiento”.
En tanto, Javier Marcus, gerente de Negocios de Southern Trust, advirtió: “Esto no es 2002. Los bancos están líquidos en dólares porque no colocaron la totalidad de los depósitos en dólares al sector privado. Solo otorgaron préstamos cubiertos por ingresos en dólares. Los depósitos están a salvo”, subrayó.