Martes 5.12.2023
/Última actualización 11:30
Las propuestas de campaña indicaban que por estas fechas aparecería Victoria Villarruel frente las cámaras para anunciar a las personas encargadas de ejercer el comando de los ministerios de Defensa y de Seguridad, respectivamente. Los resultados de las elecciones generales, la alianza con el macrismo, el triunfo en ballotage y las consecuentes negociaciones hicieron que todo eso se esfume como una promesa más de Javier Milei.
En el nuevo escenario, donde los alfiles de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich fueron clave para asegurar el control del triunfo libertario, la ex candidata presidencial tiene una relevancia impensada tiempo atrás en el armado gubernamental de la nueva gestión. Así es como, con una cintura política que sacó a relucir apenas conocido el resultado de las elecciones generales, ahora logró hacerse personalmente de la cartera de Seguridad y ubicar a su compañero de fórmula, Luis Petri, como flamante ministro de Defensa.
El radical mendocino, del riñón de Alfredo Cornejo, fue diputado nacional. Allí presidió la comisión de Defensa y también fue vicepresidente del cuerpo legislativo. En reiteradas ocasiones, en conversaciones y entrevistas con el autor como acreditado en el Congreso de la Nación, se refirió a la situación de las Fuerzas Armadas en la crisis económica y de presión ideológica de la actualidad.
Macri, Bullrich y Petri. La fórmula presidencial de JxC desembarca en el gobierno de Milei.Más allá de que Petri se mostró con un perfil académico y formado especialmente en los debates entre los vicepresidentes, en el ámbito militar genera incertidumbre su llegada al nuevo cargo. Las dudas no giran principalmente en torno a su desarrollo previo en la materia, sino a los antecedentes radicales en la misma función en el gobierno de Mauricio Macri y a que se esperaba que Villarruel, con un fuerte discurso en defensa de la virtud militar, hija de un veterano de Malvinas y señalada por Milei como la “encargada” de monitorear Defensa, Seguridad e Inteligencia, finalmente no tiene ninguna intervención en la cuestión.
A partir de ahora, el círculo más cercano al mendocino trabaja para definir al cuerpo político que lo acompañará y a los militares que designará en los más altos niveles de las jefaturas de las Fuerzas Armadas. Con la expectativa de que haya un trabajo mancomunado con Seguridad (que en algún momento algunos actores pretendieron fusionar) para dar un “golpe de efecto” de cara a la inseguridad, el narcotráfico y la crisis militar, Petri deberá caminar sobre el fino equilibrio de darle fin a la carrera militar y política de aquellos que abiertamente trabajaron en favor del kirchnerismo por encima de sus obligaciones como funcionarios públicos y designar a oficiales y civiles con la actitud, determinación y experiencia suficiente para conducir instituciones que fueron fuertemente ideologizadas en los niveles más altos, mientras se profundizaron gran cantidad de problemas vinculados al escaso presupuesto en la materia (salarios, medios, racionamientos, etc.).
Villarruel y Milei, de la Cámara de Diputados al Poder Ejecutivo nacional. Crédito: ReutersEn esa línea, se espera que Patricia Bullrich tenga una participación directa y hay dudas sobre la actitud que tomarán los espacios libertarios a partir de ahora en esos temas. Todos coinciden en que el éxito en las gestiones de Defensa y Seguridad, más allá del bienestar general, serán claves para el futuro político de la fórmula presidencial que salió tercera, pero que hoy es parte del gobierno nacional de todas formas.