La mitad de los hogares santafesinos aún carece de gas natural por redes
Mientras se discute el tarifazo que duplicará o triplicará el servicio por redes es relevante recordar que aproximadamente el 50% de la provincia carece de esa ventaja. Aún con las subas escalonadas por el retiro de subsidios al gas distribuido, el combustible envasado resulta más caro.
La mitad de los hogares santafesinos aún carece de gas natural por redes
El precio de las garrafas de gas de 10Kg oscila entre los 8 y los 10.000 pesos, de acuerdo con una serie de consultas en comercios de la ciudad de Santa Fe y otros más alejados en poblaciones del departamento La Capital que carecen de la distribución del gas natural por redes. En cambio, en el caso de cilindro de 45kg, el costo llega a los 28.000 pesos con entrega a domicilio dentro de la ciudad capital, pero vendedores del área metropolitana llegan a cobrarlo hasta 32.000.
Se trata de dos alternativas que en términos de su poder calórico, además de su comodidad, no pueden si quiera competir con el servicio de gas por redes. Y la conclusión es obvia: aún con el tarifazo en ciernes, el gas natural distribuido será más económico que el envasado.
Lo advirtió la defensora del Pueblo de la Nación en su exposición en la audiencia pública que discutió tarifas para el gas natural por redes: más del 40% de los argentinos no accede al servicio, de acuerdo con las gráficas que expuso Mariana Grosso, quien también advirtió: "para garantizar el acceso al servicio público de gas, las tarifas deben ser asequibles".
La funcionaria también explicó que son pobres casi el 57% de quienes no acceden al gas natural por redes. Según el último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas del Indec, el segundo combustible más utilizado en los hogares argentinos es la garrafa o el cilindro de gas, necesaria para más de 20 millones de personas, es decir que un 46.30% de la población la usa para cocinar.
Fletes, estoqueo y también especulación
Las garrafas de 10 y los cilindros de 45 de gas, de gas butano en el primer caso y de propano en el segundo, deben considerar además los costos de flete de los envases, con lo que a mayor distancia mayor resulta el costo final.
En la provincia de Santa Fe, según el último censo de 2022, el 51,8% de las viviendas utiliza gas de red o electricidad para cocinar. Con ese dato, no es aventurado pensar que por lo menos la mitad de los hogares en el mapa de la bota carece del servicio de gas natural por redes.
En el país, el 58% de las viviendas utiliza regularmente gas por redes o electricidad para la cocer los alimentos. Y lo decepcionante en extremo es que el mismo indicador era de un punto menos en el Censo realizado en 2010, doce años antes.
El mercado del gas de petróleo envasado, tal como ocurre con otros productos que pueden se estoqueados, sufre los vaivenes propios de la estacionalidad regida por la temperatura, pero también las especulaciones propias de una economía inestable e inflacionaria. En provincias donde no existe el gas natural y tanto los sectores altos y medios como los más pobres necesitan de garrafas y tubos es habitual que haya verdaderas corridas en los precios ante la presunción de un aumento: así, mientras en la ciudad de Santa Fe un par de semanas antes de las fiestas los precios eran de 5.000 y 27.000 respectivamente, en provincias como Corrientes, Misiones y Formosa los precios llegaron para fines de diciembre a triplicar esos valores, que luego se corrigieron parcialmente en los primeros días de enero.
Esos movimientos, la eliminación de las regulaciones en el mercado del gas envasado y de los subsidios a los productores, más el factor estacional, todo hace prever que cuando se acerque el otoño subirá otra vez el precio de tubos y garrafas.