Lunes 4.11.2024
/Última actualización 23:59
El ministro de Economía, Luis Caputo y el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, junto a la secretaria de Energía, María Tettamanti, inauguraron la primera etapa de la reversión del Gasoducto del Norte, por el que ya no se importa gas desde Bolivia. La obra llevará en principio 5 millones de metros cúbicos diarios de gas a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
El tramo sumado es un escalón hacia el programa que posibilitará exportar a las mineras que explotan el litio y a las industrias de San Pablo, a través de la red de gasoductos de Bolivia, según reveló Daniel Ridelener, el CEO de Transportadora de Gas del Norte. El gobierno espera ahorrar hasta US$ mil millones de dólares por año cuando el ducto esté en plena capacidad de uso, para lo cual se avanza -mientras se espera la "inyección"- con la complementación de trabajos de 4 plantas compresoras del GNA.
Juan Bautista Echeverry, vicerrector de investigación de la Universidad Austral.
Foto: GentilezaEl tramo de 122 kilómetros del "Gasoducto de Integración Federal" entre La Carlota y Tío Pujio -une los gasoductos del Centro y del Norte- insumió U$S 740 millones, de los cuales U$S 540 millones fueron aportados por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe; el trabajo fue licitado por la gestión de Alberto Fernández. El trabajo se completó con dos "loops" de 62 kilómetros.
El tramo que uno los gasoductos del Centro y del Norte. "Lo que se está terminando de hacer ahora -con la reversión- va a permitir subir (inyectar desde pozos, especialmente Vaca Muerta) hasta 19 millones de metros cúbicos; para llegar a ese número necesitamos alimentarlo con gas desde Neuquén", aclaró Ridelener sobre el aporte de la producción nacional al sistema de gasoductos.
"Hoy cuando uno mira el balance global de los gasoductos, tenemos 15 millones de capacidad. Con una segunda expansión desde Neuquén, vamos a tener la expansión y alcanzar los 19 millones", especificó el directivo, quien le ratificó a El Litoral que el tramo desde Salliqueló hasta San Jerónimo para complementar el ya inaugurado Gasoducto Néstor Kirchner (los libertarios le cambiarán el nombre) ha quedado descartado.
Ya hay "caño" para llevar gas al norte del país, pero falta "inyección".El nuevo enlace será desde Tratayen hasta La Carlota, donde hoy el gobernador cordobés Martin Llaryora y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, acompañaron los anuncios.
Abastecimiento
"Esto -dijo Ridelener sobre las obras inauguradas- permite abastecer 100% toda la demanda del Norte y quedan sobrantes estacionales. Estamos apuntando a una expansión por encima de esos 19 millones con otros 10 millones (de metros cúbicos al día), que razonablemente podrían ser 2 para la minería de litio, otros 2 para el norte de Chile y quedarían 6 para Brasil", en especial el sector industrial, señaló el CEO de TGN.
"Habiendo dicho esto, si Brasil requiere 10 y tenemos que subir 14 por encima de los 19, también se puede hacer. Por eso quise enfatizar el punto de que las expansiones sobre el gasoducto norte son 100% modulares", sostuvo el empresario, quien analizó que las inversiones -el Estado ya no las hará- necesitan estabilidad jurídica para el entramado de contratos de abastecimiento que requiere el sector, que se diferencia del petrolero por no ser un commodity.
Abastecimiento para los gasoducto norte y centro-oeste. La Argentina tiene 21 mil kilómetros de gasoductos. El 53% de la matriz energética del país es en base a gas natural; la producción es de 150 millones de metros cúbicos al día.
Puede exportar a Brasil por el revertido GNA vía Bolivia (este verano podría haber ventas por allí). También cruzando desde Aldea Brasileña a Uruguaiana, donde la demanda es de una central termoeléctrica. Pero queda pendiente que el vecino país extiende 580 kilómetros sus "caños" desde allí hasta Porto Alegre, cerrando un anillo gasífero en el Cono Sur.
"Tenemos que abastecer con firmeza el sector termoeléctrico que se ubica en la provincia de Santa Fe", dijo Ridelener sobre uno de los escollos entre San Jerónimo y la capital provincial.
Ridelener en uno de los paneles de la jornada organizada por la Universidad Austral.
Foto: GentilezaPero las "exportaciones de más largo aliento" para el sector de generación termoeléctrica del vecino país, según relató el CEO de TGN, irían por barco a terminales de regasificación. Para eso se necesitan las plantas de licuefacción o los barcos con esa función, una vez que se haga el nuevo gasoducto desde Añelo al puerto de Punta Colorada en Río Negro.
Para 2027, Pan American Energy -que contrató un buque de licuefacción para operar junto a YPF desde Punta Colorada- las ventas a Brasil podrían incrementarse hasta 15 millones de metros cúbicos diarios
La oportunidad y un interrogante
Carlos Casares, interventor del Energas -fue elegido en el Congreso en 2018- aseguró que el desafío del país es "pasar de 14 TCF de reservas probadas de gas natural, al 50% de los recursos no convencionales que tenemos, o sea 400 TCF".
Un TCF (trillón de pies cúbicos) es una unidad de medida de volumen de gas natural que se utiliza en la industria del petróleo y el gas de Estados Unidos. "Es una oportunidad que nos da la transición energética, que si no aprovechamos va a quedar en el subsuelo", advirtió el funcionario nacional.
Casares habló durante la jornada "desafíos de infraestructura para el sector energético", organizada por la Universidad Austral. "Tiene que ser un objetivo sin vuelta atrás ni retrasos".
El funcionario explicó que el salto requerido requiere "infraestructura y mercados". Detalló que "la Argentina consume 2 TCF 'redondeando'. Si pudiésemos vender 2 TCF en el mercado internacional -entre 5 y 10% del mercado internacional- todavía tendríamos 100 años de disponibilidad de recursos" hacia adelante.
Juan Bautista Echeverry, vicerrector de investigación de la Universidad Austral, fue quien presentó la jornada tras referir el proyecto de relevamiento de problemas estructurales de la Argentina productiva. Los expositores dejaron en claro que la gran incógnita para los proyectos está en el plano de las inversiones, que el Estado -bajo administración libertaria- ya no realizará.